Iberostar Tenerife da la sorpresa ante Unicaja y se cuela en semifinales
El Iberostar Tenerife se ha convertido en el primer equipo clasificado para las semifinales de la Copa del Rey de Madrid tras batir este jueves al Unicaja (88-78) en el WiZink Center, donde el equipo canario siempre ha llevado la iniciativa ante un rival que alarga su maldición en la competición y que vuelve a abandonar el torneo a las primeras de cambio.
Desde la final de 2009, que disputó precisamente en Madrid, el Unicaja sólo ha ganado un partido de Copa. Seguirá esta maldición que dura ya una década al caer ante un adversario que por segundo año consecutivo se mete en semifinales, su mejor resultado histórico que intentará mejorar aún más el sábado, ante Barcelona o Valencia Basket, tras su sólido estreno liderado por Colton Iverson (19 puntos).
39 días después del último enfrentamiento liguero entre ambos equipos, claramente dominado por los canarios en el Martín Carpena (61-78), se repetía la historia y los pupilos de Txus Vidorreta salían más entonados al primer partido de esta Copa a la que le costaba desperezarse y que arrancaba con poco público.
La intensidad del Iberostar le permitía dominar la batalla por el rebote (10-3 en el primer cuarto) y en ataque la buena dirección de Rodrigo San Miguel hacía que el juego fluyera. Poco importaba que Colton Iverson estuviera demasiado controlado porque Tim Abromaitis aprovechaba que la defensa rival estaba imantada sobre su compañero.
El jugador de Connecticut exhibía su amplitud de recursos para hacer daño por dentro y por fuera y su equipo lo aprovechaba para ir ampliando poco a poco la brecha hasta una máxima renta de 10 puntos (40-30, min.17). Para entonces ya había ingresado en cancha Carlos Suárez, que volvía dos meses después de su lesión para insuflar energía al equipo andaluz. Insuficiente para evitar la primera alarma al descanso (44-36).
Unicaja, sin fe
Tan solo Dragan Milosavljevic (16 puntos) encontraba finura en el juego trabado del Unicaja, que traslucía su incomodidad con la evidente frustración de Jaime Fernández. El madrileño no encontraba su mejor nivel en su ciudad natal y sus gestos así lo hacían entender. Su equipo le necesitaba al excelente nivel de toda la temporada si quería tener opciones. Lo mismo pasaba con Giorgi Shermadini. Ninguno logró activarse al máximo.
Tras unos minutos masticando el amago de remontada, lo que ocurría era que el Tenerife se despegaba con un parcial de 9-0 al final del tercer cuarto que elevaba a 15 puntos su máxima ventaja (66-51, min.30). Una Copa más, el Unicaja se fundía como un azucarillo al contacto con la competición más calurosa del curso.
En el último cuarto, al equipo canario le bastó con mantener la intensidad defensiva, entregarse a la dirección de Ferran Bassas y al poderío interior de Iverson para confirmar sin apreturas su pase a la siguiente ronda, ante un rival que sufrió la ‘guinda’ añadida de ver cómo se lesionaba Fernández en la penúltima jugada del partido.
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