Hasta la Serie B tiene tecnología de gol: el resto de ligas retratan la pobreza tecnológica de Tebas
El gol fantasma de Lamine Yamal lidera la polémica tras el Clásico que deja al Madrid a las puertas de proclamarse campeón
El duelo entre el Real Madrid y el FC Barcelona, el Clásico del fútbol español, dejó a los de Ancelotti agarrando prácticamente de las dos asas el trofeo de Liga aunque el partido, como es costumbre, no estuvo exento de polémica. La principal acción que encabeza las quejas de Xavi y de los jugadores culés es el posible gol de Lamine Yamal en el minuto 27 de partido y que fue imposible determinar si había entrado o no debido a la carencia de la tecnología de gol en la liga española.
La prensa nacional e internacional no da crédito a que una de las mejores ligas del mundo, la española, con equipos tan dominadores en Europa como Real Madrid, Atlético de Madrid o FC Barcelona, no posea la opción de que la tecnología de gol determine de forma instantánea sin un esférico rebasa por completo la línea de gol o no. De las cinco grandes ligas, la española es la única en la que aún existe el llamado gol fantasma.
Los primeros países en instaurar este método fueron Inglaterra y Alemania. Visto el gran resultado que ofreció tanto en la Premier League como en la Bundesliga, pronto Italia y Francia se sumaron a la medida, además de la Champions League. La Federación transalpina, además, la implantó también en la Serie B, la segunda división italiana, lo que deja aún en peor lugar a Javier Tebas y la liga española, ya que ni nuestra primera división disfruta de este sistema.
Su funcionamiento está basado en el uso de catorce cámaras de alta velocidad que se encuentran repartidas por todo el terreno de juego. La mayoría de ellas enfocan a la portería, por lo que esta se encuentra ‘vigilada’ desde casi todos los ángulos posibles. Las imágenes que recogen todas estas cámaras van directamente y de manera inmediata a un ordenador que las procesa y envía un veredicto al reloj del árbitro principal.
Es importante recalcar que tan solo el colegiado principal de campo tiene acceso a la resolución del reloj, ninguno más, ni en el césped ni en la sala VOR. Salvo que los organizadores de la competición decidan mostrar alguna repetición, la información solo está al alcance del árbitro que dirige el duelo. Además de las diferentes tomas que captan las cámaras, el VAR también puede ser usado para confirmar que realmente el veredicto del reloj es correcto o, en su defecto, para corregir esta decisión.
Una tecnología de cuatro millones
El coste, ridículo si tomamos como referencia la cantidad de dinero que mueve el fútbol en España, sería de unos cuatro millones de euros entre Primera y Segunda División, según ha cifrado en varias ocasiones Javier Tebas. Un precio minúsculo que permitiría ahorrar bochornos mayúsculos como el del Clásico, un partido que ven cientos de millones de personas en todo el mundo, y que queda manchado por no poder saber a ciencia cierta si un balón rebasa la línea de gol o no.
Según el presidente de la Liga, la inversión no merece la pena porque casi no se dan situaciones así durante la temporada, mientras que en el día de ayer ocurrió en dos ocasiones. Una, en la ya mencionada de Lamine Yamal y la segunda en el partido entre el Getafe y la Real Sociedad.
Incluso los propios entrenadores se quedan perplejos cuando les dicen que España no tiene habilitada la tecnología de gol, como le ocurrió a Rafa Benítez cuando Jontahan Bamba marcó ante el Celta, pero su tanto no subió al marcador por no poderse probar que el balón había entrado por completo, como ocurrió en el Bernabéu.