El hallazgo que cambió la historia de la humanidad: ¿qué encontraron en Göbekli Tepe?
Göbekli Tepe no es solo un sitio arqueológico, sino un verdadero tesoro de la historia humana. Su descubrimiento ha cambiado nuestra comprensión del pasado.
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Los arqueólogos no dan crédito


Al sur de Turquía, en la ciudad sagrada de Göbekli Tepe, se encuentra el sitio arqueológico más antiguo conocido hasta ahora. Fue descubierto en 1994 por el arqueólogo alemán Klaus Schmidt, quien durante una expedición cerca de la ciudad de Sanliurfa, se topó con fragmentos de grandes bloques tallados y otros restos de escultura, los cuales conformaban nada más y nada menos que el ejemplo más antiguo conocido de arquitectura monumental.
Tras varias excavaciones, los arqueólogos hallaron impresionantes construcciones megalíticas, compuestas por decenas de columnas de piedra dispuestas en círculos, que presentaban determinadas características humanas y estaban decorados con relieves de animales. Se trataban de las primeras estructuras de gran envergadura y complejidad levantadas por el ser humano.
La primera gran estructura de la humanidad
El conjunto hallado en Göbekli Tepe fue construido hace unos 12.000 años, es decir, siete milenios antes que la Gran Pirámide de Keops, en pleno Neolítico. A diferencia del complejo de Stonehenge, no está compuesto de toscos bloques, sino de enormes pilares de piedra caliza finamente tallados, decorados con intrincados grabados de animales y símbolos abstractos.
En las primeras excavaciones, se hallaron al menos veinte círculos de columnas de piedra caliza, en forma de T. Las estructuras están construidas una encima de la otra, pero los arqueólogos lograron identificar una fase más antigua en la que los pilares son más grandes, elaborados y ricos en relieves. Los monolitos, de mayor tamaño, alcanzan hasta los cinco metros de altura y pesan hasta diez toneladas. En la fase más reciente, los pilares eran más pequeños y estaban anclados en el suelo con menos habilidad.
El diseño cuidadoso y la majestuosidad de estas estructuras sugieren que fueron erigidas por sociedades complejas que, pese a pertenecer a grupos nómadas, eran capaces de organizar y coordinar grandes esfuerzos para la construcción.
De acuerdo con los investigadores, este grupo de personas vivían en un mundo sin escritura, metales y cerámica y no conocían la rueda ni disponían de animales de carga, pero sorprendentemente lograron extraer, tallar y transportar piedras de 16 toneladas a lo largo de cientos de metros. Los arqueólogos estiman que la actividad en Göbekli Tepe cesó en totalidad alrededor del año 7500 a.C.
Redescubriendo el origen de la civilización humana
Los arqueólogos aún no se ponen de acuerdo sobre el propósito y significado de las estructuras de Göbekli Tepe. No obstante, este gran descubrimiento los ha obligado a replantearse todo lo que se conocía sobre el momento, el lugar y la secuencia de la revolución neolítica. En un principio, dicha transición hacia la agricultura se consideraba como un suceso único ocurrido en Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates, que luego se extendió a la India, Europa y el resto del mundo.
Esta zona había sido consecuencia de los cambios climáticos que permitieron el cultivo de plantas y el pastoreo de animales. Sin embargo, ahora se sabe que, en realidad, la “revolución” fue obra de muchos pueblos que actuaron en un área muy extensa y a lo largo de miles de años. Además, es posible que su impulso no fuese sólo el medioambiente, sino la religión, ya que su objetivo era almacenar y defender sus fuentes de comida tanto para su pueblo, como para el templo.
El primer santuario religioso
En el año 2000, Schmidt propuso la teoría de que Göbekli Tepe era un santuario religioso en el Neolítico, lo que lo convertiría en el templo más antiguo de la historia. Según explica Schmidt, este complejo fue construido por grupos de cazadores-recolectores que peregrinaban hacia la colina desde un lugar de doscientos kilómetros a la redonda para celebrar rituales religiosos relacionados con las fuerzas animales que se representaban en los pilares del complejo.
Los relieves labrados sobre los pilares y la figura de los mismos, son el principal motivo a partir del cual Schmidt basa sus interpretaciones. Para el investigador, los pilares en forma de “T” se asemejan a figuras humanas, sin cabeza, con brazos esculpidos y manos que van hacia el vientre. Todas estas figuras están mirando hacia el interior del círculo, «como en una reunión o una danza», y representan el inframundo.
Sin embargo, otros investigadores como Ted Banning no creen que Göbekli Tepe se tratara exclusivamente de un centro religioso en lugar de un asentamiento. También ponen en duda el hecho de que fuese construido por cazadores-recolectores, ya que también se han hallado pequeños molinos y hoces de sílex, propios de agricultores.
Las excavaciones en Göbekli Tepe continúan, pues se estima que menos del 10% del complejo ha sido explorado hasta ahora. En este sentido, Schmidt se muestra optimista ante futuras investigaciones, asegurando que este lugar podría desvelar aún más sobre los orígenes de la civilización.
Conclusión
A medida que continúan las excavaciones y la investigación, es probable que sigamos desvelando más misterios sobre este fascinante lugar y su impacto en la historia de la humanidad. La historia de Göbekli Tepe es un recordatorio de que, en la búsqueda de respuestas, a menudo encontramos más preguntas que nos llevan a profundizar en nuestra propia existencia y en lo que nos hace humanos.
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