Coutinho recupera la sonrisa lejos del Barcelona
El caso de Philippe Coutinho demuestra que «a veces todo está en la cabeza» es algo más que una frase sacada de un libro barato de autoyuda. En el Barcelona solo dio pinceladas del enorme talento que atesora y que sí ha exhibido en todos los demás lugares donde ha jugado. Tuvo muchas oportunidades para brillar de azulgrana y no aprovechó prácticamente ninguna. En el Camp Nou no se le recuerda un solo partido decisivo. En la Premier, cada vez que se ha vuelto a calzar las botas con el Aston Villa…
Coutinho vivió sus mayores de gloria en el Liverpool y está claro que Inglaterra le sienta muy bien. Hace un mes retornó a las islas británicas para defender la camiseta del Aston Villa, un club mucho más modesto, un trampolín para recuperar sensaciones que, por el momento, le está funcionando a la perfección. Su entrenador y excompañero Steven Gerard parece que le ha dado la confianza que necesitaba.
Debutó en la segunda parte del encuentro contra el Manchester United, con su equipo 0-2 abajo, y nada más tocar el césped, encandiló a Villa Park. Dio la asistencia para que Jacon Ramsey acortara distancias y cinco minutos después él mismo anotó el gol del empate (2-2). En el último partido contra el Everton (3-3), volvió a mojar. En sus tres primeros duelos con los Villanos ya suma dos goles y dos asistencias.
Don Philippe Coutinho haciendo literalmente lo que le da la gana 🔥🔥🔥🔥pic.twitter.com/bty3vUo488
— DAZN España (@DAZN_ES) February 10, 2022
Coutinho no solo ha recuperado la sonrisa con el Aston Villa, también lo ha hecho con la selección brasileña. En el último encuentro de las eliminatorias sudamericanas ante Paraguay, saldado con goleado de la Canarinha (4-0), el mediapunta anotó el segundo gol. Fue un trallazo desde fuera del área que se coló furioso por la escuadra. Un chicharro de los que tampoco se le recordaban.
Joan Laporta y Mateu Alemany deben de estar contemplando las evoluciones de Coutinho con una mezcla de asombro y esperanza. Lo primero por el subidón de rendimiento, lo segundo porque el Aston Villa tiene una opción de compra por el jugador ejecutable a final de temporada y fijada en 40 millones de euros. Un traspaso por esa cantidad sería más que celebrado en Barcelona, donde su pérdida de crédito es irreversible.