El Barça también se relaja
El Barcelona empata sin goles en el derbi catalán ante un Girona que puso contra las cuerdas a los de Xavi Hernández
Así queda la clasificación de la Liga Santander tras el empate entre Barcelona y Girona
El Barcelona tiene la Liga tan encarrilada que ni siquiera se molestó en ganar al Girona. El conjunto culé se dejó llevar ante un equipo que les llegó a poner contra las cuerdas, pero a los que les faltó pegada. La misma que a los de Xavi en el tramo final, cuando dieron un paso adelante en la búsqueda de un gol que no llegó. El derbi catalán acabó con un empate a cero que, a pesar de todo, sirvió a los dos equipos de cara a sus respectivos objetivos.
Xavi Hernández no recuperó a ninguno de los cuatro lesionados con los que contaba, por lo que tuvo que volver a sacar un once de urgencias. En él figuraban nueve de los jugadores que fueron de la partida en el Clásico. Sólo Marcos Alonso y Kessié se caían, entrando en su lugar Eric García y Ansu Fati.
Comenzó valiente el equipo de Míchel, que no dudó en lanzarse al ataque en los primeros minutos de partido. Llegaban con mucha facilidad los gerundenses, buscando de forma constante a Taty Castellanos, que tuvo dos en los 10 primeros minutos. Sin embargo, la más clara fue para el Barça, tras un error de Santi Bueno. El central pensaba que cedía el balón a su portero Gazzaniga, sin darse cuenta de que el meta estaba a su espalda, obligándole a correr en dirección a la portería para evitar que el balón se colase.
No estaba cómodo el Barça, aunque comenzaba a llegar, aunque cada pérdida se convertía en una oportunidad a la contra para los visitantes, que no estaban tampoco finos. Raphinha tuvo el gol, pero Gazzaniga lo evitó y tuvo que hacer otro gran acto de reflejos el meta para evitar el gol de Araujo sobre la línea. Entró casi todo el balón en la portería, pero no de forma completa, acertando Mateu al no darlo a pesar de las quejas culés.
Comenzó la segunda mitad con el mismo guion. Los problemas del Barça para acercarse a la portería eran más que evidentes, mientras que el Girona sí que comenzaba a conectar con sus hombres de arriba. Taty le ganó la espalda a la defensa y se plantó junto a Iván Martín ante Ter Stegen, pero en lugar de regalarle el gol a su compañero, la mandó fuera.
Minutos después fue Araujo quien pudo darle el gol al Girona. Riquelme sacó un centro potente y raso desde la izquierda ante el que metió el pie el uruguayo y acabó en el lateral de la red, ante la mirada de un Ter Stegen que estaba ya batido. Y a partir de ahí apretó el Barça, con Alba entrando como un puñal y con Lewandowski al acecho buscando el gol de una victoria que no se dio. Y eso que el polaco tuvo la última, de tacón, que fue rechazada casi sobre la línea por los de Míchel. La reacción azulgrana llegó demasiado tarde.