UFC

Así se forjó el campeón Topuria

Topuria combina un duro entrenamiento con estrictas dietas días antes de los combates

Topuria
Ilia Topuria, instantes después de proclamarse campeón del mundo

Ilia Topuria ha conseguido hacerse un hueco en la historia de las MMA (Artes Marciales en sus siglas en inglés) y en la del deporte español al convertirse en el primer campeón del mundo de UFC de nuestro país. Pero todo el camino recorrido hasta llegar a la cima ha estado repleto de trabajo y sacrificio que comenzó en su país natal, Georgia, y que prosiguió una vez que llegó a España y se afincó en Alicante, donde además de establecer su residencia, posee su centro de entrenamiento; en este caso, el de los hermanos Agustín y Jorge Climent.

Según ha relatado en diversas ocasiones el propio ‘Matador’ su entrenamiento consiste en cuatro o cinco horas diarias de práctica puramente física pero la jornada de trabajo no acaba ahí, ni mucho menos. Después de machacarse, toca entrenar la inteligencia, los movimientos que le van a dar ventaja sobre su rival cuando ambos se encuentren en el octógono.

Es un entrenamiento que, según ha manifestado el propio Topuria, le lleva las 24 horas del día ya que a veces se ha despertado durante la noche «con pensamientos relacionados con el entrenamiento o con el próximo combate». Los deportes de contacto y, en este caso, la artes marciales mixtas, exigen cuidar al máximo el cuerpo, eliminando hasta el mínimo la grasa corporal y potenciando la masa muscular.

Ello lo consigue combinando ejercicios aeróbicos y anaérobicos, otros para mejorar los reflejos y, a la par, afianzar técnicas de combate puro. En este sentido es imprescindible Aldo Martínez, el preparador de Ilia y también de su hermano Aleksandre. Él es el encargado de planificar todo el entrenamiento y el responsable de que haya llegado en plenas facultades al combate por el cinturón. Uno de los grandes secretos fue la dura preparación que llevaron a cabo la semana anterior a la pelea durante su estancia en Las Vegas.

Un día normal de entrenamiento del nuevo campeón del peso pluma de la UFC comienza con carrera en cinta, intervalos de 15 minutos a máxima potencia y entre dos y cinco de descanso. Posteriormente llega el turno de los abdominales. Ejercita todos: frontales y laterales. Más tarde, dependiendo del día, llega el turno de las mancuernas al uso, las pesas rusas o las dominadas sostenidas durante 6-8 minutos. Eso sí, lo que no puede faltar en ningún entrenamiento es una sesión con la cuerda de combate algo que, según ha desvelado, le ayuda mucho.

Todo, por supuesto, sin obviar la preparación mental y psicológica tanto para aguantar el dolor durante el combate, como la presión de los días anteriores y gestionar por anticipado la euforia o la decepción posterior dependiendo del resultado que se obtenga. Pero ahí no queda todo. Topuria, los días antes de una pelea, debe adelgazar unos 12-14 kilos.

Cuando llega ese momento, el ‘Matador’ ha reconocido que es como «vivir  en el infierno». Su peso habitual es de 80 kg. y para poder combatir no puede superar los 66. El alicantino llevó su cuerpo al límite durante la semana anterior a la cita con Volaknovski. Se hospedó en Las Vegas y allí practicó sesiones de sauna a más de 40ºC con un porcentaje de humedad cercano al 50%. Todo ello para fortalecer también la mente.

Agua y vino, la mezcla perfecta

Además, la alimentación cambia de manera drástica. Sus nutricionistas le controlan cada gramo de sal y, la semana antes de la pelea, comienza el proceso de deshidratación solo a base de agua. El domingo antes del combate toma cuatro litros, el martes seis, el miércoles ocho y el jueves por la mañana ya no ingiere más agua. Todo ello, además, sin olvidar su cita con la sauna lo que acelera aún más el proceso.

La noche del viernes, la previa al combate, se celebra el pesaje. Una vez confirmado que todo está orden, el hambre y la deshidratación son casi inaguantables, por lo que Topuria tuvo que ‘inventarse’ un truco. «Esa noche no puedo casi dormir así que bebo medio litro de vino que hace que me relaje, me ayuda a conciliar el sueño y además deshidrata, por lo que al día siguiente peso un kilo menos. El vino mata dos pájaros de un tiro», afirmó Topuria en El Partidazo de Cope días antes de proclamarse campeón del mundo.

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