Antoine Griezmann, una caída sin precedentes
El francés lleva cuatro meses sin marcar un gol con el Atlético
Se sostiene por sus magníficos números de la primera vuelta
Sorloth le ha comido el terreno y llega al Mundial de clubes como suplente


Una caída sin precedentes. Éste es el fenómeno inesperado que ha experimentado Antoine Griezmann en lo que llevamos de 2025. Nadie se esperaba un declive así del futbolista francés, que no marca un gol desde el 25 de febrero y que ha pasado de ser titular indiscutible a conocer el frío del banquillo. El noruego Sorloth le ha adelantado y llega al Mundial de clubes como suplente, aunque sigue contando con la confianza del que siempre ha sido su mayor defensor, el Cholo Simeone.
Los números con los que Antoine ha acabado la temporada no son malos: 16 goles marcados, ocho de ellos en Liga, y nueve asistencias. El problema es la forma en la que ha periclitado con el cambio del año. En los seis meses que llevamos de 2025 ha anotado un solo tanto en el Campeonato de la regularidad (ante el Mallorca, saliendo desde el banquillo), dos en Copa (ante Marbella y Barcelona) y otros dos en Champions ante el Salzuburgo. Y ahí se para la producción ofensiva del máximo goleador de la historia del Atlético, anclado desde hace meses en 197 dianas, a tres de convertirse en el primer rojiblanco en llegar a las 200.
A Griezmann, además, se le ha echado mucho de menos en los partidos importantes, los que han definido la temporada. Más allá de su gol en Montjuic en la ida de las semifinales de Copa ante el Barcelona, pasó desapercibido en la eliminatoria de Champions ante el Real Madrid y tampoco se le vio en la vuelta de Copa o en el choque de Liga ante el Barça. Julián sí que se echó el equipo a las espaldas, pero no hubo noticias de Antoine, que ya ha empezado a oír silbidos desde la grada del Metropolitano.
Renovado recientemente hasta 2027 -aunque en realidad sólo jugará un año más en el Atlético, tal y como contó OKDIARIO-, la continuidad de Griezmann ha provocado un enconado debate entre la afición del Atlético, que mayoritariamente cree que su etapa debería haber concluido esta temporada. Sin embargo llegará al Mundial de clubes que arranca la próxima semana con la esperanza de volver a ser quien fue. No es ni mucho menos tan mayor -34 años cumplidos en marzo- como para pensar que no pueda remontar, pero lo cierto es que sus últimas actuaciones no invitan precisamente al optimismo. Más bien todo lo contrario.