Alcaraz reina en Indian Wells y vuelve al número uno
Carlos Alcaraz conquistó el Masters 1000 de Indian Wells después de aplastar en la final a Daniil Medvedev en dos sets
Alcaraz regresa con esta victoria en Indian Wells al número uno del ranking ATP
Así vivimos la victoria histórica de Alcaraz en el Masters 1000 de Indian Wells
Tiene sólo 19 años, pero está cambiando la historia del tenis. Carlos Alcaraz regresa a lo más alto, recupera el número uno del ranking ATP después de conquistar en Indian Wells el tercer Masters 1000 de su carrera deportiva. El tenista español aplastó a Daniil Medvedev (6-3, 6-2) en una final sin historia por el enorme nivel de concentración y efectividad del murciano y el apagón sin solución del ruso, que llegaba al encuentro con 19 victorias consecutivas en su haber, pero acabó claudicando ante el que será, desde el lunes, de nuevo el rey del tenis mundial.
De nuevo en una final de Masters 1000, la tercera de su carrera deportiva, Alcaraz sacó todo su repertorio a pasear y se impuso de principio a fin a un Medvedev que no tuvo el aguante mental como para adaptarse a las particulares condiciones del partido. Con un respeto exagerado al rival, teniendo en cuenta la condición de estrella que posee, Daniil comenzó tímido y pronto fue arrasado por un viento al que Carlos parecía dictar las rachas que marcaran el partido hacia su lado.
El encuentro de Alcaraz fue magistral, de auténtico director de orquesta, pese a estar ante una escena de máxima tensión. En juego, ni más ni menos, que un torneo de máximo nivel y el premio doble del número uno del mundo, que vuelve a manos del más joven de la historia en lograrlo y, por ende, también en recuperarlo, de un Carlos Alcaraz al que la determinación, el físico y un talento descomunal convierten en el mayor proyecto a su edad que se ha vivido nunca, uno que, por segunda vez le da para reinar en el circuito ATP pese a que no tiene edad ni para ser príncipe.
El duelo entre Alcaraz y Medvedev llegaba como el colofón a más de una semana de gran tenis en Indian Wells. Por un lado, el español, de regreso tras su segunda lesión del curso y después de una semana de gran tenis. En el otro, un Medvedev en busca de su vigésima victoria consecutiva, en su mejor momento de los dos últimos años. El ruso no sabía la que se le venía encima, aunque seguramente cuando vio el viento que sobrevolaba la central del Indian Wells Tennis Garden pudo imaginar que la tarde quizá no era la deseaba para su tenis y su escasa templanza a la hora de asumir adversidades.
Medvedev ‘no se presenta’ ante Alcaraz
Carlitos había preparado la estrategia a conciencia con Juan Carlos Ferrero, y el viento le iba a confirmar en el intercambio de ritmos, con alturas, dejadas y subidas a la red que incomodaran a Medvedev. El botín comenzaba a verse de inicio, con un 3-0 y un break que condicionaba el resto del primer set. Las sensaciones de Daniil eran muy malas, precipitado, dejándose ir pese a que sólo llevábamos unos minutos de partido. Carlitos, todo lo contrario, con rostro serio y concentrado, celebrando a la vez que subía cada juego a su casillero.
Jugando con el viento, Alcaraz ya tenía lo que quería, y Medvedev debía ahora quitárselo si quería luchar de tú a tú por el primer set. El ruso simplemente no pudo porque no estaba en el partido, sólo sufría mientras veía un muro al otro lado y a él cometiendo errores innecesarios mientras se desquiciaba internamente con el viento. Ni siquiera le vimos protestar más de la cuenta. Medvedev no era él en ninguna de sus características y esto es lo peor que se puede decir si hablamos del ruso.
Los juegos fueron cayendo cada uno del lado previsto y Alcaraz, en el momento de decidirse a ganar el primer set, no dudó ni un solo instante. De forma tan veloz y contundente como en el resto del parcial, el murciano le ponía el lazo rosa y con un 6-3 cerraba la contienda, dejando la mitad del trabajo hecho.
Alcaraz, un huracán hacia el título
Ya sucedió ante Jannik Sinner, y es que los golpes de Alcaraz parecen golpear dos veces en sus rivales. El italiano cedió el sábado en semifinales el break justo después de conceder el set y lo mismo le sucedería a Medvedev, con la confianza por los suelos y absolutamente consumido por el viento característico de la central de Indian Wells. Carlos, sin prácticamente inmutarse, volvía a colocarse 3-0, esta vez con doble break que dejaba prácticamente sentenciado el encuentro.
La final ya iba colocando el nombre a su vencedor, todo estaba preparado y Alcaraz ya no iba a estropearlo. Había puesto en sus manos la victoria y suyo fue el manejo del timming en un final gris por la escasa oposición de Medvedev, pero a su vez iluminado por el talento de un tenista histórico que, sin necesidad de forzar el máximo pero dejando grandes detalles por el camino, cerró como un veterano la final que le permite conquistar su tercer Masters 1000, el primero en Indian Wells, y el billete que le lleva de nuevo al cielo del tenis. Carlos Alcaraz es un número uno.