¿Por qué se usa el alcohol para conservar las cosas?
El alcohol utilizado en la proporción adecuada puede conseguir conservar muestras durante siglos.
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En las películas, generalmente cuando aparece el «científico loco», dentro de su laboratorio es posible observar varios órganos y criaturas en un frasco, con una sustancia líquida que probablemente sea alcohol algo que también se suele ver en algunos museos donde se conservan por ejemplo animales o pequeños insectos. Pero ¿a qué se debe este uso? ¿Por qué el alcohol se utiliza para conservar cosas?
¿Por qué se usa el alcohol para conservar las cosas?
El uso de alcohol como «conservante» no es algo baladí. El líquido, de hecho, se ha utilizado desde la antigüedad para conservar todo tipo de muestras. Una técnica que se conoce como «conservación de fluidos» y que si se aplica de la manera correcta, permite que los tejidos se conserven durante siglos.
Para explicar cómo funciona la técnica o de qué modo el alcohol es capaz de conservar las cosas, Bill Carroll, profesor de química de la Universidad de Indiana en Bloomington explicó recientemente a la web WordsSideKick.com que el «alcohol es tóxico para los tipos de microorganismos que causarían la descomposición».
Para entenderlo mejor podemos tomar como ejemplo el vino en sí. Para hacer la bebida una levadura come el azúcar de la uva que, a su vez, la transforma en alcohol. La levadura excreta tanto alcohol que la concentración se vuelve tóxica y muere por su propio proceso. El contenido de alcohol del vino, alrededor del 14%, ayuda a conservar la bebida incluso durante años. De hecho, todos sabemos que cuánto más tiempo pasa un vino almacenado mejor sabe.
Sin embargo, el almacenamiento de otros tipos de materiales orgánicos, como el ADN, tejidos o incluso animales enteros, requiere una mayor concentración de alcohol, según explica a la misma web Katherine Maslenikov, jefa de colecciones de peces en el Museo Burke en Seattle. Por ejemplo, la formalina (una solución de gas formaldehído disuelta en agua) se usa a menudo para detener los procesos biológicos internos.
El alcohol en concentraciones aún más altas, por ejemplo , etanol al 95% , actúa como desecante. Lo que significa que elimina y reemplaza el agua de la célula, tejido o muestra de todo el cuerpo. Esta técnica es una forma común de preservar el ADN , según un estudio de 2013 que fue publicado en la revista PLOS One.
Entonces ¿qué cantidad de alcohol es la justa y necesaria dependiendo de cada muestra? según Carroll «Una concentración tal que inhiba los microorganismos, pero no destruya la estructura celular de lo que estás mirando».
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