Ni lejía ni abrillantador: el sencillo truco para limpiar el horno quemado de la cocina y dejarlo reluciente

Limpiar el horno es una tarea especialmente complicada, sobre todo cuando se acumulan restos de comida quemada, grasa y suciedad que parecen imposibles de eliminar. Muchas personas recurren a productos químicos fuertes como la lejía o los abrillantadores comerciales, pero estos productos pueden ser perjudiciales para la salud, el medio ambiente y, en algunos casos, incluso el propio electrodoméstico. Afortunadamente, existen métodos caseros, económicos y efectivos que permiten dejar el horno reluciente, como este truco que se ha hecho viral en redes sociales.
Existen varios ingredientes caseros que se pueden utilizar para eliminar la suciedad del horno. El bicarbonato de sodio es uno de los más populares, cuya textura ligeramente abrasiva ayuda a remover la grasa y los restos quemados sin rayar la superficie del horno. Por otro lado, el vinagre de limpieza tiene propiedades desinfectantes y desengrasantes. Finalmente, la acidez del jugo de limón desinfecta y elimina manchas difíciles. Finalmente, se puede utilizar la sal gruesa como abrasivo
Cómo limpiar un horno quemado sin lejía ni abrillantador
Utilizar bicarbonato y vinagre para limpiar el horno es un método completamente seguro para la salud, que no emite vapores tóxicos ni deja residuos químicos peligrosos. Además, son ingredientes que se pueden encontrar en cualquier supermercado a un precio muy económico. A esto hay que sumar su efectividad, ya que esta mezcla casera tiene propiedades desinfectantes, abrasivas y desengrasantes. Toma nota de los pasos a seguir:
- Antes de empezar, asegúrate de que el horno esté completamente frío y desconectado de la corriente. Retira todas las parrillas, bandejas y accesorios. Estos los puedes limpiar por separado utilizando agua caliente y un poco de detergente natural.
- Prepara una pasta limpiadora con los siguientes ingredientes: 1/2 taza de bicarbonato de sodio y un poco de agua (suficiente para formar una pasta espesa). Añade unas gotas de jugo de limón para potenciar la acción desengrasante y dejar un aroma fresco.
- Mezcla hasta obtener una pasta homogénea. La textura debe ser lo suficientemente espesa para adherirse a las paredes del horno.
- Con un paño, una esponja o incluso las manos (con guantes), aplica la pasta sobre todas las superficies internas del horno, especialmente en las zonas con grasa quemada o restos de comida. Evita cubrir los elementos calefactores.
- Deja actuar la pasta durante al menos 12 horas, o incluso toda la noche. Durante este tiempo, el bicarbonato de sodio ablanda la grasa y los restos quemados, haciendo que sean mucho más fáciles de limpiar.
- Después del tiempo de reposo, rocía vinagre blanco sobre toda la superficie donde aplicaste la pasta de bicarbonato.
- Pasados unos minutos, con un paño húmedo o una esponja, frotar suavemente el interior del horno. La grasa y los restos quemados deberían desprenderse con facilidad gracias a la combinación de bicarbonato y vinagre.
- Para manchas muy persistentes, puedes repetir el proceso o usar un cepillo de cerdas suaves, evitando raspar demasiado fuerte para no dañar el esmalte del horno.
- Finalmente, limpia todas las superficies con un paño húmedo solo con agua, retirando cualquier residuo de bicarbonato o vinagre. Es importante que no queden restos de la mezcla antes de volver a usar el horno.
Consejos adicionales
Mantener el horno limpio es mucho más sencillo que enfrentarse a la grasa y los restos de comida acumulados durante meses o incluso años.
- Una de las claves para evitar la acumulación de suciedad es limpiar el horno después de cada uso. Basta con pasar un paño húmedo por las paredes y la base para eliminar pequeñas salpicaduras de grasa o restos de alimentos.
- Es conveniente colocar siempre una bandeja, rejilla o papel de horno en la parte inferior del horno para que recoja los restos de alimentos y líquidos que puedan caer durante la cocción, protegiendo la base del horno y facilitando su limpieza.
- Cuando cocines platos con salsas o líquidos abundantes, procura taparlos con papel aluminio o utilizar recipientes profundos para prevenir salpicaduras.
- Las parrillas y rejillas del horno tienden a acumular grasa y restos de comida. Una buena forma de limpiarlas es sumergiéndolas en agua caliente con bicarbonato durante varias horas y luego frotarlas con un estropajo suave para eliminar la suciedad sin dañar el metal.
- Muchos hornos modernos incluyen la opción de autolimpieza. Aunque esta función ayuda a quemar restos de comida, siempre es recomendable un repaso final con ingredientes naturales, como bicarbonato y vinagre.
Limpiar un horno quemado no tiene que ser una tarea complicada ni peligrosa. Con ingredientes naturales como el bicarbonato de sodio y el vinagre, es posible eliminar la grasa y los restos de comida de manera efectiva, económica y segura. Este método mantiene el horno en perfectas condiciones, prolongando su vida útil y mejorando la calidad de los platos. Recuerda que la clave está en la constancia: una limpieza regular y preventiva evita que la suciedad se acumule y se vuelva un problema difícil de solucionar.