Este gesto que haces sin querer en el supermercado confirma lo peor: puedes tener una enfermedad grave
Toma nota de lo que haces en el supermercado, puede ser la señal de una enfermedad grave
Una farmacéutica descubre cómo diagnosticar el Alzheimer a partir de una muestra de sangre
Ni Mexico ni Canadá: este es el inesperado país al que puedes llegar andando desde Estados Unidos
Ni jabón ni alcohol y usando sólo 2 ingredientes: adiós a tener las gafas sucias con el consejo de un experto
Puedes parecer una enfermedad grave si haces este gesto en el supermercado en repetidas ocasiones, tienes que ponerte en manos de un médico. Adelantarse a una enfermedad es casi imposible, la realidad es que por mucho que se intente prevenir, si estamos destinados a enfermar lo acabaremos haciendo. Lo único que podemos hacer es intentar frenarla o evitar que vaya a más. En ese aspecto, el tiempo es oro. Es el único elemento que puede hacernos descubrir enfermedades que son terribles.
Tenemos que estar preparados para afrontar una serie de cambios que pueden acabar siendo los que marquen una diferencia importante. Sin duda alguna, habrá llegado el momento de apostar claramente por una serie de elementos que pueden ser claves y que seguramente nos harán redescubrir algunos elementos que serán claves. Un simple gesto que hacemos en el supermercado puede ser la antesala de algo más, de una enfermedad que puede llegar a gran velocidad sin que nos demos apenas cuenta. De tal manera que conseguiremos adelantarnos a que aparezcan con un sencillo gesto que puede ser clave. Puedes tener una grave enfermedad sin saberlo.
Puedes tener una enfermedad grave
Todo el mundo está expuesto a unas enfermedades que pueden llegar en cualquier momento. Últimamente, no respetan las edades y golpean con fuerza a personas mayores y hasta a jóvenes. Todo el mundo está expuesto a ellas y aunque se intentan prevenir, sin conocer las causas, es imposible hacerlo.
Existen más o menos posibilidades o una predisposición genética, pero el azar siempre acaba actuando de una forma, de una manera o de otra.
Una grave enfermedad puede detectarse en un sencillo gesto como ir al supermercado. Esta forma de intentar hacer posible lo imposible, de ser en todo momento qué es lo que nos está esperando, puede ser clave, tendremos por delante una larga lista de recomendaciones o de tratamientos que pueden frenar una enfermedad que no tiene cura.
La gravedad de las enfermedades, sin duda alguna, se miden por la manera en la que nos enfrentamos a ellas. Con una serie de elementos que pueden ser aterradores, pero, sobre todo, el final, hay algunas enfermedades en las que el ser humano puede ganar la partida, pero hay otras, en las que la enfermedad es la que acabará ganando este juego del que partimos con desventaja.
Confirma lo peor este gesto que haces en el supermercado
Ir al supermercado y no acordarse de lo que se tenía que comprar es algo que puede ser el primer síntoma de una enfermedad como el Alzheimer. Una de las más duras para la persona que la padece y para toda su familia. De momento, no se ha encontrado cura para esta enfermedad, aunque se intenta medicar a estos pacientes con algunos fármacos que pueden ralentizar el avance de la enfermedad.
Es el momento de empezar a pensar en todo lo que tenemos por delante y en la manera de poder afrontar una enfermedad cuya causa nunca se ha descubierto. Siendo un problema que nos puede afectar a todos, una situación del todo inesperada que se convertirá en un gesto que se puede ver en el supermercado.
La Fundación Pascual Maragall da una lista de señales a las que debemos estar atentos a estas señales:
- Olvidarse o tener dificultades para recordar información reciente. Por ejemplo, dudar acerca de qué ha comido u olvidar detalles importantes de situaciones, conversaciones recientes o fechas relevantes, así como mostrar frecuentes confusiones con el día de la semana, el mes, o el año en curso.
- Necesitar, de forma acentuada, ayuda externa para recordar. Por ejemplo, una mayor necesidad que antes de recurrir a agendas, calendarios o alarmas para realizar las actividades de forma eficiente y no olvidarlas.
- Repetir en bucle una misma pregunta. No recordar que ya la había hecho y se le había respondido. O regresar sobre un mismo tema una y otra vez.
- Tener problemas para seguir instrucciones o planificar actividades cotidianas. Por ejemplo, llevar la contabilidad doméstica, cocinar, realizar la compra o tomar una medicación de manera correcta. Un indicio puede ser que la persona necesite ayuda para hacer cosas que antes hacía sola, que necesite bastante más tiempo para hacerlas o que cometa frecuentes errores.
- Desorientarse en lugares conocidos. Puede ocurrir que la persona se muestre desconcertada en un trayecto habitual, que se desoriente o que se confunda sobre los lugares en los que ha estado o el lugar donde se encuentra en ese preciso momento.
- Cometer errores en la percepción del paso del tiempo. Puede darse, por ejemplo, que confunda a conocidos actuales con otros que forman parte de su pasado personal y no tenga una correcta percepción del paso del tiempo.
- Mostrar dificultades para seguir una conversación. Una señal de alerta del Alzheimer puede ser que el lenguaje sea más pobre, que cada vez sean más frecuentes las dificultades para evocar ciertas palabras o para nombrar objetos o, tal vez, que se abandone una conversación sin ser consciente de ello.
- Perder objetos personales importantes o dinero. Hay que prestar atención a si es algo más frecuente de lo que pudiera ser habitual en esa persona o si las dificultades para encontrar cosas personales (llaves, gafas, monedero…) son cada vez mayores.
- Presentar una disminución en la capacidad de juicio: la persona es especialmente vulnerable o más susceptible de caer en engaños por parte de otros.
- Mostrarse más descuidado. Se puede hacer evidente una menor preocupación por el aspecto y la higiene personal o, quizás, del hogar.
- Perder el interés por actividades que antes le gustaban o tener dificultades para llevarlas a cabo.
- Manifestar cambios en la forma de relacionarse con otras personas. También puede mostrar dificultad para interpretar bromas o para entender el estado de ánimo de otras personas. Tal vez se muestre más reservada, con menos ganas de interactuar con otros.
- Presentar cambios en el estado de ánimo o en el humor. A menudo, la persona puede mostrarse más desconfiada, fácilmente irritable o triste, incluso llorar sin motivo aparente.
Temas:
- Alzheimer
- Supermercados