Ésta es la única manera de eliminar el moho de la ducha de manera segura y para siempre

El moho es uno de los problemas más comunes que pueden aparecer en el baño, especialmente en la zona de la ducha debido a una combinación de factores: el calor, la humedad y la falta de ventilación favorecen la proliferación de hongos. Al mismo tiempo, los restos orgánicos, como el gel, el champú y la piel muerta les sirven de alimento. Teniendo todo esto en cuenta, es fácil que aparezcan manchas negras en las juntas de silicona de los azulejos. El moho en la ducha, además de antiestético, puede afectar la salud respiratoria y dañar los azulejos si no se elimina rápidamente.
Ahora bien, acabar con el moho no tiene por qué implicar el uso de productos químicos agresivos. Existen métodos naturales que permiten decir adiós al moho de la ducha para siempre sin dañar el esmalte, las juntas o la silicona. Una vez eliminado, es esencial tomar una serie de medidas para evitar que vuelva a aparecer: ventilar a diario durante 15 minutos, secar las superficies tras la ducha, limpiar con vinagre cada semana y evitar dejar esponjas húmedas. A la hora de hacer reforma, se puede utilizar una silicona antifúngica.
El truco definitivo para eliminar el moho de la ducha
El vinagre es uno de los productos más utilizados en la limpieza del hogar por sus propiedades desinfectantes; la acidez destruye las esporas del moho y elimina los residuos de jabón. Utilizarlo es muy simple: llena un pulverizador con vinagre blanco sin diluir, rocía generosamente sobre las zonas afectadas, deja actuar durante una hora, frota con un cepillo y, finalmente, aclara con agua caliente y seca la superficie. Para manchas persistentes, puedes repetir el proceso varios días seguidos. Si el olor del vinagre te resulta fuerte, añade unas gotas de aceite esencial de limón o lavanda.
Por otro lado, el bicarbonato de sodio es un abrasivo suave que ayuda a eliminar el moho sin rayar los azulejos ni dañar las juntas. Además, neutraliza los malos olores. Este método también es muy fácil de poner en práctica para eliminar el moho de la ducha de una vez por todas: mezcla tres cucharadas de bicarbonato con una de agua para formar una pasta y, una vez lista, aplícala sobre la zona afectada. Deja actuar durante 20 minutos y, una vez transcurrido el tiempo, frota con un cepillo o una esponja, enjuaga con agua caliente y seca. Si quieres potenciar su efecto, puedes pulverizar vinagre blanco encima del bicarbonato de sodio; la reacción efervescente ayuda a desprender la suciedad incrustada.
Agua oxigenada
El agua oxigenada al 3% es uno de los mejores productos para eliminar el moho del baño sin recurrir a químicos agresivos. Este desinfectante natural tiene una gran capacidad para acabar con las bacterias, los hongos y las esporas. Además de su poder desinfectante, el agua oxigenada destaca por su efecto blanqueador, ideal para devolver el color original a las juntas de silicona. Su uso frecuente no sólo elimina las manchas, sino que previene su reaparición, manteniendo la ducha impecable por más tiempo.
- Vierte el agua oxigenada directamente en un pulverizador, sin diluir.
- Rocía de manera uniforme sobre las zonas afectadas por el moho.
- Deja actuar durante 15 minutos para que penetre y actúe sobre las esporas.
- Frota suavemente con un cepillo o esponja para retirar los restos.
- Aclara con agua tibia y seca bien la superficie.
Limón y sal
El ácido cítrico del limón es un poderoso agente natural con propiedades antibacterianas, desinfectantes y blanqueadoras. Cuando se combina con sal gruesa, se obtiene un limpiador casero doblemente eficaz: la sal actúa como un exfoliante natural que arrastra los residuos incrustados y la suciedad, mientras que el limón disuelve los depósitos minerales y elimina los hongos de raíz.
- Exprime el zumo de un limón fresco en un recipiente pequeño.
- Añade una cucharada de sal gruesa y mezcla hasta formar una pasta espesa.
- Aplica la mezcla directamente sobre las zonas afectadas por el moho con la ayuda de una esponja o un cepillo de cerdas suaves.
- Deja actuar durante 10 minutos, permitiendo que el ácido cítrico desintegre las manchas y que la sal exfolie la superficie.
- Frota con movimientos circulares hasta que la suciedad desaparezca.
- Finalmente, aclara con agua tibia y seca bien la zona para evitar que la humedad vuelva a favorecer la aparición de moho.
Este remedio es 100 % natural, perfecto para baños pequeños o con poca ventilación, donde el uso de productos químicos fuertes puede ser perjudicial.
Mantener la ducha libre de moho no requiere grandes esfuerzos si se siguen unos pasos básicos. Después de cada ducha, seca las paredes y la mampara con un paño o una espátula. Una vez por semana, limpia con vinagre diluido al 50%, y cada dos semanas, revisa juntas y esquinas; si ves algún punto negro, por pequeño que sea, trátalo de inmediato. Finalmente, una vez al mes, realiza una limpieza en profundidad con agua oxigenada o bicarbonato.