Disfrázate de este siniestro personaje asesino en Halloween si quieres triunfar entre tus amigos

Halloween es una de las fiestas más esperadas de todo el año. Si estás invitado a una fiesta, es momento de buscar un look que combine creatividad y terror a partes iguales. ¿Has visto la serie «Monstruo» de Netflix, que narra la «impactante historia real de Ed Gein, el infame asesino y profanador de tumbas que sirvió de inspiración para numerosas películas emblemáticas de Hollywood sobre asesinos como «Psicosis» o «La matanza de Texas»»?
Si es así, puedes disfrazarte de Ed Gein, un asesino y profanador de tumbas de Estados Unidos a mediados del siglo XX. Vivía en una casa aislada en Plainfield, Wisconsin, y desarrolló hábitos macabros que incluían el uso de piel humana. Por lo tanto, no se trata sólo de imitar un personaje, sino de recrear un ambiente inquietante, cuidando cada detalle para que el disfraz sea memorable.
El mejor disfraz para Halloween 2025
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Ed Gein solía vestir de manera simple, pero lo más icónico para un disfraz son las prendas desgastadas y sucias. Puedes utilizar: una camisa de manga larga vieja y manchada, pantalones descoloridos o rasgados y una chaqueta de aspecto anticuado. El objetivo es que la ropa transmita un aire perturbador sin necesidad de ser gore.
El maquillaje es esencial para dar vida al personaje. Algunas recomendaciones:
- Piel pálida y cenicienta.
- Ojeras marcadas y sombras oscuras alrededor de los ojos
- Labios apagados o ligeramente morados
- Algún detalle de suciedad o rasguños leves
Ed Gein tenía el cabello corto y descuidado, así que peinarte con aspecto despeinado y sucio es suficiente para recrear su estilo. Toma nota de cómo preparar el disfraz paso a paso:
- Escoge la ropa base con prendas viejas, rasgadas y con tonos apagados.
- Añade manchas y desgaste; utiliza té, café o pintura acrílica para envejecer la tela.
- Para el maquilla, combina polvos, sombras y lápices para crear un rostro cadavérico.
- Despeina y añade un poco de polvo de talco al cabello para un efecto descuidado.
- Selecciona accesorios de utilería; deben ser seguros para fiestas y eventos.
Ed Gein
Edward Gein nació en 1906 en Wisconsin, Estados Unidos, hijo de un padre alcohólico y de Augusta, una madre extremadamente dominante y religiosa. Desde muy joven, Augusta enseñó a Ed y a su hermano mayor, Henry, a oponerse a la lujuria y a mantenerse alejados del mal. La infancia de Ed estuvo marcada por el maltrato de su padre y por la estricta autoridad de su madre.
En 1915, la familia se mudó a una granja en las afueras de Plainfield. Ed prácticamente nunca salía de la propiedad, salvo para asistir a la escuela. Su manera lenta de hablar y su ojo vago lo convirtieron en un blanco fácil para los abusones, y su torpeza social lo aisló aún más del mundo que lo rodeaba. Tras la muerte de su padre en 1940, Ed y Henry asumieron la responsabilidad de mantener la granja.
Durante ese periodo, los hermanos provocaron un incendio para limpiar la vegetación de su propiedad, pero las llamas se descontrolaron y Henry murió. Aunque en su momento se atribuyó la muerte al accidente, algunos llegaron a cuestionar si Ed pudo haber sido el responsable de la tragedia.
Con la muerte de Henry, Ed quedó completamente solo con su madre, lo que intensificó su obsesión por ella. En 1945, tras la muerte de Augusta, se volvió aún más solitario y su comportamiento empezó a derivar hacia lo macabro, interesándose por relatos sobre caníbales y atrocidades nazis. Con el tiempo, comenzó a robar tumbas de mujeres recientemente enterradas que, según él, se parecían a su madre.
Entre 1954 y 1957 desaparecieron varias mujeres, incluyendo a Mary Hogan, propietaria de una taberna, y Berenice Worden, dueña de una ferretería. La policía determinó que Ed había sido el último en verlas con vida y acudió a su hogar para detenerlo. Allí se encontraron objetos escalofriantes: el cuerpo de Worden, cráneos humanos, un corsé y otros accesorios confeccionados con piel humana, así como el cráneo de Mary Hogan.
Durante el interrogatorio, Gein confesó haber asesinado a Hogan y Worden, y admitió su hábito de robar tumbas. Explicó que su objetivo era crear un traje de piel para «resucitar» a su madre fallecida. Este comportamiento perturbador inspiró historias del cine de terror, como el argumento de «Psicosis». Aunque confesó los crímenes, Gein se declaró inocente por demencia y fue diagnosticado con esquizofrenia, ingresando en el Hospital Central Estatal de Waupun, Wisconsin.
Su salud se deterioró con los años y, finalmente, en 1984 fue trasladado al Instituto de Salud Mental de Mendota, donde murió a los 77 años por complicaciones de cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias. La historia de Ed Gein sigue siendo un ejemplo perturbador de cómo la obsesión y el aislamiento pueden derivar en conductas extremas.