Electrodomésticos

Despídete del microondas para siempre: la razón por la que debes desconectarlo, según expertos

Microondas
Metiendo un plato en el microondas.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El microondas es un electrodoméstico esencial en las cocinas modernas, ya que sirve para calentar y descongelar alimentos de manera rápida y eficaz. Aunque durante mucho tiempo se ha especulado sobre la posibilidad de que sus ondas puedan causar cáncer, estudios como los del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. han confirmado que se trata de un falso mito, ya que la radiación emitida es no ionizante, es decir, carece de la energía necesaria para dañar directamente el ADN de las células. Sin embargo, utilizar el microondas a diario plantea algunas cuestiones de las que advierten los expertos: el calentamiento puede modificar determinados aminoácidos y deshidratar los alimentos, lo cual podría afectar a su calidad nutricional y su digestibilidad.

El oncólogo Henri Joyeux señala que, aunque el microondas no representa un riesgo grave para la salud, sí puede alterar la estructura molecular de algunos componentes, como la L-prolina, convirtiéndola en una forma menos beneficiosa y potencialmente neurotóxica. Además, el calentamiento desigual y superficial del microondas puede dejar zonas donde persisten bacterias, especialmente en alimentos que no se han terminado de descongelar. En este contexto, la OMS recomienda un uso adecuado y moderado de este electrodoméstico, enfatizando que alternar métodos de cocción favorece una dieta más sana y completa.

La verdadera razón para desconectar el microondas

El microondas es un electrodoméstico muy apreciado por su rapidez y eficiencia para calentar y descongelar alimentos. Su funcionamiento se basa en ondas electromagnéticas que generan calor al hacer vibrar las moléculas de agua en los alimentos. Aunque resulta muy práctico, han surgido preocupaciones sobre su impacto en la salud y los nutrientes de los alimentos.

En términos de seguridad, el microondas utiliza radiación no ionizante, la cual, según estudios del Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. y la Organización Mundial de la Salud (OMS), no representa un riesgo directo de cáncer, ya que no altera el ADN como lo hace la radiación ionizante. Sin embargo, el oncólogo Henri Joyeux advierte que el microondas podría alterar la estructura de ciertos aminoácidos en los alimentos, lo cual dificulta su asimilación en el organismo y podría tener efectos tóxicos. Asimismo, el calentamiento desigual, especialmente en alimentos ricos en agua, puede crear zonas con bacterias que no se eliminan adecuadamente, lo cual aumenta el riesgo de intoxicación.

El uso del microondas también puede influir negativamente en el valor nutricional de los alimentos, especialmente en aquellos que contienen vitaminas sensibles al calor, como la vitamina C y algunas del grupo B. Estas vitaminas se pueden degradar con la temperatura que alcanza el microondas, aunque este efecto también se observa en otras cocciones a altas temperaturas. En general, el microondas no es ideal para cocciones largas ni para alimentos que necesitan un calentamiento homogéneo, por lo que para conservar el valor nutricional, pueden considerarse métodos de cocción alternativos en algunos casos.

Alternativas a este electrodoméstico

Para quienes buscan alternativas al microondas, existen diversas opciones con beneficios en cuanto a sabor, textura y conservación de nutrientes.

El horno convencional, por ejemplo, permite una cocción homogénea que retiene mejor ciertos nutrientes, aunque tarda más que el microondas. Este método es ideal para asar verduras, carnes o guisos, logrando texturas que resaltan los sabores. Una alternativa más rápida es el horno de convección o la freidora de aire, que circula aire caliente alrededor de los alimentos para cocerlos de manera uniforme y crujiente sin necesidad de aceite. Este método conserva más nutrientes, además de ofrecer una opción saludable sin usar radiación electromagnética.

Para quienes buscan conservar el máximo valor nutricional, la vaporera es una excelente opción, ya que calienta los alimentos sin deshidratar ni alterar nutrientes como las vitaminas sensibles al agua, y es ideal para verduras y pescados. Por otro lado, calentar los alimentos en sartén es un método rápido y conveniente para una cocción uniforme sin comprometer el valor nutricional. Para alimentos delicados, el baño María brinda un calor suave que conserva tanto la textura como las propiedades nutricionales, siendo ideal para salsas y chocolates.

Finalmente, la olla de cocción lenta es perfecta para aquellos que pueden planificar sus comidas con antelación, ya que cocina lentamente a baja temperatura, reteniendo nutrientes y permitiendo que los sabores se intensifiquen. Este método es particularmente útil para platos de carnes y legumbres.

En conclusión, aunque el microondas destaca por su practicidad, estas alternativas ofrecen opciones más saludables y variadas que, además de preservar el valor nutricional,  también mejoran el sabor y la textura de los alimentos, lo cual es un gran punto a favor. Incorporar una combinación de estos métodos en la rutina diaria permite disfrutar de una dieta más rica, diversa y equilibrada, optimizando cada preparación para sacar el máximo provecho a los ingredientes. Al alternar entre estas técnicas de cocción, logramos comidas llenas de sabor, mejorando la calidad de la alimentación sin comprometer la conveniencia en la cocina.

Lo último en Curiosidades

Últimas noticias