¿Cuál es la diferencia entre el gazpacho y el salmorejo?

La cocina española es una de las más ricas y variadas del mundo. En ella podemos encontrar platos tan deliciosos como la fabada, la tortilla de patata, la paella… Y, por supuesto, el gazpacho y el salmorejo.

El gazpacho es una sopa fría que se elabora con tomate, pimiento, aceite, vinagre, ajo y sal. Se trata de un plato típico de Andalucía. El 10 de junio se preparó el gazpacho más grande del mundo de la mano de la empresa Unica Grupo en la ciudad de Almería. ¡Se prepararon 9.800 litros de gazpacho!

Por su parte, el salmorejo es una crema de tomate fría cuyos principales ingredientes son los siguientes: aceite de oliva, tomate, pan, ajo y sal. Junto con el flamenquín, es una de las recetas más tradicionales de la provincia de Córdoba.

¿Cuáles son las diferencias?

A pesar de que son dos platos muy conocidos, hay quienes no tienen claras cuáles son las diferencias entre el gazpacho y el salmorejo.

En ambos casos el tomate es el ingrediente principal pero, a diferencia del gazpacho, el salmorejo no incluye ninguna otra hortaliza en su elaboración.

Además, para preparar el gazpacho se utiliza agua, así que su consistencia es más líquida que la del salmorejo. Mientras que este último es una crema de tomate, el gazpacho es más parecido a una sopa.

El salmorejo, al tener una textura más espesa, hace que los alimentos que se le añaden a modo de complemento, como jamón y huevo rallado, no se hundan en el plato.

Por lo tanto, aunque tienen mucho en común, el gazpacho y el salmorejo son platos muy diferentes.

Consejos para hacer un buen gazpacho

Por último, queremos indicar una serie de consejos prácticos para hacer un gazpacho exquisito.

Lo primero y más importante es elegir un buen tomate maduro. Es mucho mejor pasarlo por un colador chino que batirlo.

Hay que tener mucho cuidado con la cantidad de pimiento, porque no es el sabor que debe dominar.

Para que no deje de ser ingredientes secundarios, el vinagre debe ser de Jerez o blanco.

Si quieres añadir pan remojado con agua y vinagre, asegúrate de escurrirlo bien para que el gusto y la textura no se vean afectados.