Adiós al gotelé en casa: la forma de quitarlo sin tener que llamar a un profesional
Dile adiós al odioso y obsoleto gotelé de tus paredes sin necesidad de gastarte un dineral en un profesional
La técnica del gotelé está pasada de moda para muchas personas y es algo que no quieren ver más en las paredes de su casa. Pero, eliminar este tipo de pintura de nuestros hogares es una tarea tediosa y muy complicada que, habitualmente implica contratar la ayuda de un profesional. Ahora todo ha cambiado ya que existe una forma que casi nadie conoce con la que podrás quitar el gotelé fácilmente sin necesidad de llamar a ningún experto. Te contamos todo sobre este truco con el que quitarás el gotelé sin ayuda.
La técnica del gotelé consiste en aplicar pintura al temple con una consistencia más espera de los común buscando la creación de gotas para conseguir una textura grumosa como resultado. Este método, muy utilizado durante años, se empleaba para ocultar y disimular de una manera sencilla y rápida todas aquellas imperfecciones que pudiesen aparecer en las paredes de las casas y las construcciones.
En la actualidad, el uso del gotelé está en declive, en parte gracias a la popularización del pladur, la cual es una alternativa más moderna y estética. Sin embargo, todavía persiste en numerosas viviendas en España.
Pero, si no te gusta, no hay de qué preocuparse, porque tiene solución. Tú mismo puedes quitar el gotelé de tu casa sin necesidad de llamar a un profesional.
Cómo quitar el gotelé paso a paso
Antes de comenzar a eliminar el gotelé, es esencial preparar cuidadosamente la zona de trabajo. Cubre o retira los muebles, protege las ventanas y enchufes, ya que el proceso de alisar las paredes generará una considerable cantidad de polvo que puede infiltrarse por todo el espacio.
Asimismo, asegúrate de contar con el equipo de protección adecuado, como mascarilla, gafas y guantes. Ahora, vamos con el paso a paso:
Si el gotelé es de tipo temple: el proceso de eliminación es más sencillo. Comienza humedeciendo la pared con agua hasta que cambie de color, lo cual es indicativo que ha absorbido suficiente humedad. Es recomendable usar un pulverizador para cubrir gradualmente la zona. Luego, con una espátula, raspa el gotelé de abajo hacia arriba, siendo cuidadoso para evitar dejar marcas en la pared.
En el caso de gotelé acrílico o plástico, puedes usar un producto decapante para relieves que ablanda la pintura, facilitando su raspado con la espátula. Una vez retirado, es necesario lijar posibles imperfecciones y aplicar masilla en áreas que requieran un alisado adicional.
Si las gotas de gotelé son grandes, otra opción es utilizar una pasta que cubra la textura. Antes de aplicar el producto, se aconseja lijar suavemente la pared. La pasta se extiende con un rodillo y se limpian los bordes con una llana antes de que se seque. En algunos casos, se puede aplicar una segunda capa para lograr una superficie más lisa.
A la hora de alisar las paredes y volver a pintar, el primer paso consiste en eliminar el polvo generado utilizando una esponja. Posteriormente, aplica una pasta niveladora en toda la pared utilizando una llana y una espátula para lograr un acabado uniforme en la superficie.
Una vez que la pasta niveladora se haya secado, repasa la pared con una lijadora para asegurar que quede completamente lisa. En el siguiente paso, retira el polvo resultante y aplica un fondo fijador en toda la superficie para mejorar la adherencia de la pintura.
Después de respetar el tiempo de secado recomendado por el fabricante del fondo fijador, empieza a pintar. En primer lugar, recorta los ángulos y las zonas de unión con una brocha de recorte, girándola gradualmente para lograr un color uniforme. Acto seguido, utiliza un rodillo para aplicar la pintura plástica de manera uniforme en toda la superficie.
Una vez completada la aplicación de la pintura, retira los elementos protectores del suelo y las jambas de la puerta. A continuación, aplica adhesivo de montaje en la parte posterior de los zócalos y los pegas en su lugar, presionando adecuadamente para fijarlos correctamente.
De esta manera, de forma rápida y limpia, conseguirás quitar el gotelé, transformando la apariencia de las paredes y proporcionándoles un acabado renovado.
Tipos de pintura
A la hora de seleccionar la pintura adecuada para las paredes, es esencial considerar diversos factores, como si se destina para aplicaciones en exteriores o interiores, así como determinar el efecto decorativo que deseas.
Dentro de la categoría de pinturas para paredes interiores, se encuentran las pinturas de látex o plásticas, que son ampliamente utilizadas y se dividen en variantes como la acrílica y la vinílica.
La pintura acrílica destaca por su resistencia al moho y al sol, proporcionando tanto protección como decoración. Por otro lado, la pintura vinílica se emplea principalmente en muros, adornos y techos, cumpliendo una función protectora con la ventaja de requerir solo una capa y ser fácil de aplicar.
En términos de acabado, las pinturas pueden presentarse en varias formas, como mate, satinada y brillante. La pintura mate ofrece un acabado opaco y sin brillo, ideal para paredes con imperfecciones.
La pintura satinada se sitúa en un punto intermedio entre el mate y el brillo, mientras que la pintura brillante es altamente reflectante y lavable con agua, recomendada para paredes completamente lisas y limpias.
Otro tipo de pintura a considerar es el esmalte sintético, conocido por su resistencia y durabilidad tanto en interiores como exteriores. Se utiliza en todo tipo de superficies, aunque su tiempo de secado puede oscilar entre 4 y 6 horas, e incluso hasta 24 horas para la segunda capa.
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