Topos: curiosidades, dónde viven y sus características

El topo es un simpático animalito que, a escondidas, podría incluso vivir en cualquier jardín o en el césped cercano a nuestra casa. Puede que creas que en España no es que tengamos una gran colonia de topos, pero lo cierto es que algunas regiones sí que cuentan con una presencia estable de estas criaturas cuya característica más conocida es que ven mejor bajo las profundidades de la tierra que en la superficie. Conozcamos ahora todos sobre los curiosidades, dónde viven y sus características.

Topos: curiosidades, dónde viven y sus características

El topo pertenece a la familia de los «Talpids» y el género puede incluir hasta 6 – 9 especies muy extendidas en Europa , Asia y África . Las más conocidas son: la «Talpa Europaea», también presente en España (sobre todo en la zona nordeste desde Asturias a Cataluña), la «Talpa Cinerea» y la «Talpa Velessiensis». En España podemos encontrar además otra especie, llamada «Topo ibérico» que es bastante parecido a la especie europea aunque su tamaño es algo más reducido. Se encuentra sobre todo en el tercio noroccidental peninsular y también en zonas de montaña.

Características físicas y morfológicas

La longitud de este mamífero varía de 15 a 18,5 cm (incluida la cola que normalmente mide 2-3 cm) y puede pesar de 60 a 120 g, obviamente los machos adultos son algo más pesados ​​que las hembras; la altura en cambio puede alcanzar hasta 6 cm. El cuerpo de los topos está cubierto por un pelaje aterciopelado muy suave y fino, generalmente de color negro, gris o pardusco. Las orejas, dada su pequeñez, a veces son difíciles de distinguir y carecen de aurícula. La nariz es muy pequeña y de color carne. Las patas delanteras, anchas y musculosas, tienen forma de pala y están equipadas con clavos cortos y fuertes, extremadamente adecuados para cavar túneles y moverse fácilmente bajo tierra. El hocico puntiagudo tiene pelos finos sensibles a las vibraciones del suelo y los ojos son pequeños y están bien protegidos por el pelaje.

Hábitos de vida

Al ser un tubo de excavación, los topos llevan una vida subterránea y pasa la mayor parte de su tiempo en soledad, moviéndose en una red de túneles subterráneos de unos 18/25 cm de profundidad (que pueden extenderse además por cientos de metros) Y marcando su propio territorio con olorosas huellas. Aunque rara vez emerge a la superficie, pueden ser presa de perros, gatos o algunas aves rapaces. El olfato y el oído están mucho más desarrollados que la vista, que obviamente no es tan necesaria bajo tierra. Al contrario de lo que se podría pensar, los topos no entran en hibernación porque no acumula energía en forma de grasa y, a lo largo de su día, alterna horas de actividad frenética con horas de sueño, descansando un máximo de 3 horas a un momento.

Alimentación y reproducción

Los topos se alimentan preferiblemente de grandes lombrices de tierra, larvas de insectos, insectos y caracoles y consume más del 50% de su peso corporal al día. Incluso durante el período de apareamiento y el nacimiento de las crías, mantienen su estado solitario y ningún ejemplar se une definitivamente a una pareja. Se reproduce solo una vez al año generando generalmente de 3 a 4 cachorros que, después de una gestación de alrededor de 4 semanas, pesan alrededor de 3 a 4 g al nacer; serán destetados hasta 4-5 semanas y, progresivamente, el cabello comenzará a crecer y los ojos se abrirán después de aproximadamente 3 semanas. La vida media de los topos ronda los 3 años, aunque en algunos casos incluso ha llegado a los 6.

Convivencia entre los topos y los hombres

Como todos saben, el hábito principal y vital de estos animales es cavar hoyos: esto puede comprometer la cosecha de una huerta, la estética de los jardines, el uso de prados y campos de cultivo, así como dañar la maquinaria agrícola o socavar el pasto. . de algunos animales. Por el contrario, los agricultores, que hacen un uso abundante de insecticidas y productos similares, pueden ser una amenaza real para los topos . ¿Cómo se puede solucionar este problema? Dado que los topos son muy sensible a los ruidos y olores, podría aislarse mediante métodos y trucos sencillos: por ejemplo, se podrían fijar estacas en el suelo sobre la que colocar una botella de plástico vacía colgada (esto hará que sople el viento, habrá ruidos que la molestarán y se alejarán). Además, en el mercado también existen dispositivos particulares que emiten ultrasonidos para molestar a los animales. Por si todo esto fuera poco, también puedes utilizar trampas de jaula para capturar delicadamente a los animales y luego soltarlos en algún campo donde no molesten a nadie y puedan vivir en paz.

Esperamos que, después de leer todo esto, podamos ver a los topos con una nueva luz y, si algún día nos encontramos con este animal, interactuar con él de una manera respetuosa y positiva.