Arturo Fernández: El ‘chatín’ que engatusó a los españoles con su lado más truhán

Ver vídeo
Vídeo: Europa Press
Iñigo Artola
  • Iñigo Artola
  • Portadista. Redactor de cultura, internacional, política, sociedad y lo que haga falta. Devorador insaciable de series y películas.

Los comienzos de Arturo Fernández no fueron un camino de rosas. En muchas ocasiones, el asturiano confesó que llegó a pasar hambre y que, por eso, estuvo a punto de reengancharse a la mili porque allí «se come caliente». Pero alguien, en un momento clave, le dio un consejo que cambiaría el rumbo de su vida: «Con tu buena pinta a lo mejor te eligen como figurinista en el cine». Del hambre a la abundancia, y de ahí, al éxito.

Nacido el 21 de febrero de 1929 en la Puerta de la Villa, donde el centro de la ciudad se abría a los barrios obreros del extrarradio y la zona rural gijonesa, Fernández era hijo de un anarquista que tuvo que huir de España al final de la Guerra Civil. Su carrera actoral se inició cuando se trasladó, apenas cumplida la veintena, al Madrid de los años 50, donde consiguió poco a poco ir ascendiendo en las tablas y, sobre todo, en el cine, donde iría modelando una figura en la que persona y personaje se fundieron de modo singular.

Su faceta de galán es bien conocida por cualquier español con cierta cultura general. Y su lado romántico, más cerca de ser un truhán que de un sentimental, le valió la fama de ‘ligón’ en el cine. Aunque Fernández también desempeñó papeles dramáticos en algunas películas del cine negro patrio como ‘Un vaso de whisky’.

El asturiano se movía como pez en el agua entre el cine y el teatro, pero también se desenvolvió sin ningún tipo de problema en el medio televisivo. Fue la película ‘Truhanes’, realizada en 1983, y su arrollador éxito en taquilla, la que le juntó con otro gran astro actoral español: Francisco Rabal. Con él coprotagonizó la película y, diez años después de su estreno en cines, Telecinco los volvió a juntar para adaptar a la pequeña pantalla la cinta que les catapultó a la fama.

La serie ‘Truhanes’ estuvo en antena un año y se emitieron 26 capítulos. En ella, Fernández daba vida a Gonzalo, un sofisticado y culto caballero que terminaba compartiendo celda en prisión con Ginés, un tosco ratero profesional a quien daba vida Rabal. La serie fue todo un éxito de audiencia. 

paco-rabal-marujita-diaz-truhanes-serie
El actor Paco Rabal y Marujita Díaz en la serie ‘Truhanes’, que protagonizaba Arturo Fernández.

Por ‘Truhanes’ pasaron como actores invitados Ovidi Montllor, Luis Ciges, José María Caffarell, Kiti Manver, Lupita Ferrer, Narciso Ibáñez Menta e incluso Marujita Díaz. Hasta una jovencísima Yvonne Reyes participó en uno de los episodios. Entre los muchos premios que recibió esta ficción protagonizada por un joven Fernández se cuentan el TP de oro a mejor actor para Rabal y el Fotogramas de Plata a la mejor producción nacional.

Y llegó el ‘chatín’

Si ‘Truhanes’ fue la llave que le abrió la puerta del éxito en televisión, ‘La casa de los líos’, junto a Lola Herrera, fue la serie que le reservó un hueco en la cultura española in aeternum y le convirtió en todo un fenómeno televisivo. La serie fue producida por Eduardo Campoy y emitida en Antena 3 durante varias temporadas entre 1996 y 2000.

Fue en esta serie en la que Arturo Fernández sacó su vena asturiana y el término «chatín» o «chatina» se hicieron vox populi. Eso, junto a las batas de seda y los pañuelos en el bolsillo de la chaqueta de su protagonista se convirtieron en el santo y seña del elegante actor.

Arturo Fernández con el elenco de la serie 'La casa de los líos'
Arturo Fernández con el elenco de la serie ‘La casa de los líos’

En sus cinco años de emisión, ‘La casa de los líos’ obtuvo una media 6 millones de espectadores. La idea original era de Germán Álvarez Blanco y se trataba de una comedia en estado puro que en muchas ocasiones rozaba la autoparodia del propio Arturo Fernández.

A las líneas argumentales les remito: tras el divorcio de Pilar, interpretada magistralmente por la gran Lola Herrera, su hermano Arturo -un vividor, madurito, impecablemente vestido y maneras exquisitas- decidía quedarse a vivir en la casa de su hermana, donde trataba de echar una mano con los problemas de la casa que incluían los que tenía su hermana, sus cuatro hijas (Mercedes, una divorciada a cargo de dos hijos; Manuela, una exitosa ejecutiva; Elvira, una enfermera activista; y Fifa, una joven amante de las juergas y los ligues pasajeros) y la empleada del hogar, Toñi, a la que daba vida Florinda Chico.

En el hogar de su hermana, montaba una asesoría de dudosa reputación que se dedicaba a timar a sus clientes siempre que encontraba ocasión. Al margen de los ya mencionados, La casa de los líos estaba protagonizada por Florinda Chico, Miriam Díaz Aroca, Emma Ozores, Natalia Menéndez, Patricia Vico, Mabel Lozano y Goyo González.

Lo último en Cultura

Últimas noticias