200 años del Teatro Real de Madrid: de Fernando VII a la Guerra Civil pasando por Giuseppe Verdi

'Aida' de Giuseppe Verdi en el Teatro Real
'Aida' de Giuseppe Verdi en el Teatro Real. (Foto: EFE)

Este lunes 23 de abril cumple años una de las instituciones culturales de mayor peso en la capital española. Se trata del Teatro Real de Madrid, que cumple, nada más y nada menos, que 200 años. Hoy se conmemorara, mediante diversos actos y una programación especial,  la primera piedra de este templo de las artes.

El director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, explica en declaraciones a Europa Press que hoy en día este centro es «una de las instituciones culturales fundamentales» de Madrid, y la calidad de sus espectáculos se puede medir «con cualquiera de los grandísimos teatros internacionales».

Sin embargo, el estado de salud del coliseo madrileño no siempre fue el mejor, e incluso sus cimientos peligraron por decisiones urbanísticas así como por las circunstancias de la Guerra Civil, a lo que se suma su reconversión en una sala de conciertos, hasta que finalmente fue recuperado como sala operística en 1997.

Tal y como relata Matabosch, el Teatro Real se inauguró en 1850 y desde entonces y hasta parte del siglo XX fue «uno de los teatros capitales del sur de Europa». Algunos de los grandes compositores del momento pasaron por el coliseo madrileño, entre los que ha destacado a Giuseppe Verdi, quien en 1863 asistió a los ensayos y el estreno en Madrid de ‘La fuerza del destino’, o el tenor italiano Francesco Tamagno, «uno de los grandes de la época».

Desde su apertura hasta 1925, la historia del Teatro Real fue «impresionante» y está «plagada de anécdotas y de grandes acontecimientos». Sin embargo, en ese año su historia cambio.

Según ha relatado Matabosch, «se empezaron a propagar una serie de noticias sobre el estado del edificio», que se cerró por su «estado deficiente» y por la «amenaza de ruina». Incluso en un momento dado se barajó la posibilidad de derribar el edificio. «El alcalde de Madrid quería aprovechar la ocasión para derruir el teatro y dar más visibilidad al Palacio Real», ha señalado.

Finalmente, no se cerró hasta 1936, cuando se utilizaron los sótanos como polvorín, que estalló al poco tiempo de entrar Franco en Madrid, «sin víctimas mortales» pero con «unos destrozos enormes».

Reapertura en 1997

Tras la guerra, continuaron los trabajos para evitar que se filtraran aguas subterráneas, «el gran problema» del Teatro Real debido a su ubicación. Tras convertirse en 1966 en sala de conciertos, finalmente en 1984 el Ministerio de Cultura planteo su recuperación como sala operística y se inició una segunda rehabilitación que culminó con su reapertura en 1997.

A pesar de esta «historia accidentada», en los últimos 20 años «ha recuperado el tiempo perdido y se ha puesto a una velocidad de crucero», tal y como ha destacado el director artístico del Teatro Real.

Preguntado por los retos, Matabosch ha reconocido que el coliseo madrileño tiene «muchas lagunas» con el repertorio por las propias características de su historia. «Es un teatro que ha estado cerrado mucho tiempo y que en algunas épocas ha estado sometido a un aislamiento internacional cultural», ha agregado.

Además, ha admitido que el Teatro Real tiene «asignaturas pendientes importantísimas» en cuanto al «repertorio español», motivo por el que «una de las funciones cruciales es la recuperación de patrimonio español», que según sus palabras «tiene que marcarse como prioridad» y que, en concreto, tiene entre sus objetivos «la recuperación de obras del barroco español».

23 de abril de 1818

La historia del Teatro Real comienza en 1817, cuando Fernando VII ordenó remodelar la Plaza de Oriente y construir un teatro de la ópera en el solar en el que estuvo el Teatro de los Caños del Peral. El 23 de abril de 1818 se coloca la primera piedra del teatro, aunque la construcción del edificio no estuvo libre de problemas y paralizaciones de las obras. El año 1850 es la fecha de la inauguración del Teatro Real.

Durante sus primeros 75 años, algunas de las más destacadas voces de cada momento pisaron su escenario. Tenores como Julián Gayarre, Giovanni Mario, Enrico Tamberlick, Miguel Fleta; sopranos de la talla de Rosina Penco y Adelina Patti. En 1863, Giuseppe Verdi asistió al exitoso estreno en el coliseo madrileño de su ópera ‘La Forza del destino’.

Un hundimiento parcial del suelo provocó el cierre provisional del teatro en 1925. La Guerra Civil y la posguerra dificultaron unas obras para evitar el peligro de ruina. Es en 1965 cuando se planteó su reconversión en sala sinfónica, y como tal fue reinaugurado en octubre de 1966. Hasta 1988, con la apertura del Auditorio Nacional, el Teatro Real fue la única sala de conciertos de Madrid, en la que desarrollaron sus temporadas tanto la Orquesta Nacional como la Orquesta Sinfónica de RTVE.

En 1984, el Ministerio de Cultura plantea su intención de recuperar el teatro como sala operística y se inicia una segunda rehabilitación; y el 11 de octubre de 1997, el Teatro Real reabrió sus puertas como teatro de la ópera, con un programa doble compuesto por ‘La vida breve’ y el ballet ‘El sombrero de tres picos’, ambas de Manuel de Falla.

El Teatro Real es una institución escénica de referencia en Europa. Desde su reapertura en 1997, ha acogido otros 10 estrenos mundiales de ópera: Don Quijote, de Cristóbal Halffter (2000), La señorita Cristina, de Luis de Pablo (2001), Dulcinea, de Mauricio Sotelo (2006), El viaje a Simorgh, de José Mª Sánchez Verdú (2007), Faust-Bal, de Leonardo Balada (2009), La página en blanco, de Pilar Jurado (2011), Poppea e Nerone, de Monteverdi-Boesmans (2012), The Perfect American, de Philip Glass (2013), Brokeback Mountain, de Charles Wuorinen (2014), El Público, de Mauricio Sotelo (2015), La ciudad de las mentiras, de Elena Mendoza (2017) y El pintor, de Juan José Colomer (2018).

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