SOS Rural: el campo valenciano clama contra las políticas ruinosas de Sánchez y Planas
Más de 2.000 agricultores de las principales organizaciones y cooperativas valencianas han protagonizado una marcha de 9 kilómetros. Claman contra la política agraria de Sánchez y la competencia de países terceros.
La jornada de hoy pasará a la historia del campo valenciano como símbolo de la unidad agraria contra la política del Gobierno de Pedro Sánchez y el ministro de Agricultura Luis Planas, de quien dicen que les prometió muchas cosas que no se han cumplido, y también contra la competencia de países terceros. Agricultores y ganaderos no aguantan más. Y se suman al estallido de otros colectivos que tampoco pueden soportar las políticas de Sanchez: les perjudican gravemente.
Agricultores y ganaderos valencianos exigen medidas de apoyo ante la escalada histórica de los costes de producción y los precios de origen. La Unión de Llauradors i Ramaders (Unión de Labradores y Ganaderos), la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Asaja Alicante-Jóvenes Agricultores, la Coordinadora Campesina, la Unión de Pequeños Agricultores y la Coordinadora Campesina del País Valenciano han convocado, con el apoyo de las Cooperativas Agroalimentarias de la Comunidad Valenciana, una marcha de personas y vehículos (turismos, furgonetas t maquinaria de uso agrícola) entre las poblaciones valencianas de Favara y Tabernes de Valldigna para que pudiera visualizarse su protesta. En total, 9 kilómetros de recorrido que incluían, finalmente, un acto de denuncia agraria.
La protesta va muy en serio. Los agricultores y ganaderos ya están hartos. Y a través de Asaja, Coag y Upa la han coordinado a nivel estatal bajo el lema SOS Rural. Los agricultores valencianos están muy enfadados. Tanto, que antes de partir, han quemado un maniquí y las banderas de seis países. El maniquí simbolizaba la figura de Miguel Pérez, director de la ENESA: el órgano de gestión y coordinación de la Administración General del Estado para el desarrollo de los seguros agrarios combinados en España. Promueve cambios a los que se opone frontalmente el campo valenciano. Las banderas representaban la competencia desleal de países terceros: Sudáfrica, Egipto, Argentina y Turquía. Y la de Holanda. La importación de productos agrarios a bajo precio desde los primeros cuatro países y la gran cantidad de importadores desde Holanda asfixian al campo valenciano.
Además, consideran los procedentes de esos terceros países son los que traen muchas de las plagas que asolan huertas y terrenos. Por ello, solicitan, entre otras cosas, un estudio previo de impacto agrario y revisión posterior de los acuerdos con terceros países y de las estrategias del Pacto Verde Europeo así como diferenciar entre puntos de venta, a través de etiquetado, los productos de la Unión Europea de los importados de países terceros. También, piden una rebaja significativa del módulo del IRPF agrario, una Ley de Emergencia por daños de Fauna salvaje y la revisión del código. penal para mejorar la lucha contra los robos en el sector agrario.
Pero las reivindicaciones son numerosas. Hasta 16. Entre ellas, el mantenimiento de los caudales para el regadío del trasvase Tajo-Segura, el análisis de los recursos hídricos e inversiones en obras hídricas. Reclaman también el cumplimiento estricto de la ley de la cadena alimentaria, persiguiendo la venta a pérdidas y los precios en origen por debajo de los costes de producción, exigen medidas extraordinarias para aliviar la escalada de costes de producción agrícolas y ganaderos así como un nuevo sistema de seguros agrarios adaptado a las necesidades de agricultores y ganaderos y no a los beneficios de las aseguradoras e implantar un seguro de costes/ingresos agrarios, principal punto éste de discrepancia con la ENESA.
Además, solicitan activar medidas de gestión de crisis cuando la situación lo requiera, caso del fondo de crisis previsto por el PAC y/o fondos nacionales, el desarrollo normativo de todas las posibilidades de excepción en competencia que permite el PAC y la puesta en marcha de un plan de de reconversión y reestructuración de los sectores agrarios en crisis. requieren la implicación de todas las administraciones publicas en recursos humanos y económicos para afrontar las amenazas fito y zoosanitarias y la fijación de estrategias por daños de plagas y enfermedades importadas y con severas limitaciones de medios de lucha, como ácaros, moscas blancas o avispillas. Piden, también, eliminar restricciones a la actividad arrocera en los parques naturales.
Por todo ello, han salido hoy a la calle. Y se seguirán manifestando si no encuentran soluciones. Los agricultores ya no pueden más.
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