El Júcar reconoce a la juez que no informó a la Generalitat del «incremento súbito» del Poyo hasta una hora después
El Júcar reconoce un retraso de 30 minutos por el retardo del sistema pero la comunicación a Emergencias no se produjo hasta una hora después
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La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) reconoce en su respuesta a la titular del Juzgado de Instrucción 3 de Catarroja que no informó directa y expresamente a la Generalitat Valenciana del «incremento súbito» de caudal en el Poyo este 29 de octubre, el día de la DANA, hasta una hora después de que se produjera. Porque, si bien le manifiesta a la magistrada que los datos de «la subida tan abrupta» que hubo en el barranco del Poyo a partir de las 17:40 horas pudieron consultarse en el Centro de Procesos de datos de la Cuenca 20 ó 30 minutos después de producirse, una de sus funciones específicas es «informar al CCE (Centro de Control de Emergencias) autonómico de los incrementos relevantes de caudales que se producen en los ríos y barrancos de sus respectivas cuencas». Y esa información directa es la que se demoró de las 17:40 a las 18:42: una hora.
Es decir, la información expresa y directa por parte de la CHJ al Centro de Control de Emergencias autonómico no es algo opcional sino una obligación. No basta con publicar sin más los datos de caudales en la web del Servicio Automatizado de Información Hidrológica (SAIH), sino que –por evidentes razones de inmediatez y seguridad–, la Confederación del Júcar debe notificar rápidamente, al instante, la detección de aumentos bruscos de caudal que pueden desatar una tragedia en forma de inundaciones, como fue el caso. Y la CHJ no lo hizo.
Además, se da la circunstancia de que esa comunicación se incumplió justo en lo peor de la DANA. Hasta las 16:13 horas consta que se cruzaron correos electrónicos entre la CHJ y el órgano autonómico de emergencias. Pero hubo un silencio total hasta las 18:47 horas, justo en la franja horaria crítica.
El incumplimiento fue de calibre, tanto porque el organismo que depende del Gobierno central se saltó una parte fundamental del protocolo de emergencias de la Comunidad Valenciana, como por las dramáticas consecuencias que tuvo la DANA. El plan especial de inundaciones de la Comunidad Valenciana indica nítidamente, en su página 71, que la Confederación del Júcar tiene, entre otras obligaciones, las de «informar al CCE autonómico de los incrementos relevantes de caudales que se produzcan en los ríos y barrancos», así como «recomendar a la Dirección del Plan [de Emergencias] la activación de la Alerta Hidrológica Emergencia 0 a los municipios de la cuenca afectada, ante la posibilidad de que se produzcan inundaciones en estas zonas».
Este 31 de enero, la titular de Instrucción Número 3 de Catarroja, en Valencia, asumió las competencias sobre la gestión de la DANA. Es decir, sobre lo sucedido en la descomunal riada que ha asolado 103 municipios de la provincia de Valencia, con el trágico balance de 224 fallecidos y tres desaparecidos. La magistrada había decidido abrir las diligencias por el fallecimiento de 75 personas del mismo partido judicial al que corresponde Catarroja, según publicó OKDIARIO.
Requerimientos de la juez
Y, entre las diligencias solicitadas tras ponerse al frente del caso, la juez ha requerido información a varios organismos, pero sobre todo a tres: al Ministerio de Transición Ecológica, a la Generalitat Valenciana y a la Confederación Hidrográfica del Júcar. A esta última la juez le había pedido los datos relativos al caudal del barranco del Poyo entre las 16:13 horas y las 18:42 del 29 de octubre. Es decir, el marco horario en el que la Generalitat Valenciana viene denunciando que hubo un apagón informativo, precisamente, desde la Confederación.
Lo que ahora se ha conocido ha sido la respuesta del Júcar a esa petición de la magistrada, de la que Efe ha publicado este viernes varios extractos. Y lo que se desprende de ello viene tanto por lo que manifiesta la Confederación como por el propio marco horario del apagón denunciado por la Generalitat.
La Confederación sostiene en que los datos de la abrupta subida del Poyo a las 17,40 horas de ese 29 de octubre estuvieron disponibles para la Generalitat entre las 18:00 y las 18:10 y que, por tanto, pudieron consultarse en el Centro de Proceso de Datos de la Cuenca 20 ó 30 minutos después. Y ese retraso lo achaca al retardo propio que tiene el sistema. Pero, según las fuentes consultadas por OKDIARIO el Júcar debía haber informado a la propia Generalitat y más concretamente al centro de control de emergencias en el caso de los «incrementos relevantes de caudales que se producen en los ríos y barrancos de sus respectivas cuencas», como sucedió en El Poyo. Porque esa es una de sus funciones. Por tanto, aunque los datos se publicasen en el Sistema automático de Información Hidrológica (SAIH) el conducto, según las fuentes citadas era el de una comunicación directa entre el Júcar y la Confederación.
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