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Viajar a otro planeta ahora es más fácil que nunca: el cambio que sorprende a los científicos

Toma nota de la forma de viajar al espacio que ha dejado a los científicos en shock

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  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

El cambio más sorprendente que deja a los científicos en shock, siendo un elemento que quizás nos acabe haciendo despegar, pudiendo viajar a otro planeta de forma fácil y rápida. La teoría es mucho más sencilla de lo que parece, aunque parece sacada de una película de ciencia ficción es una propuesta que quizás algún día pueda hacerse realidad. No es fácil conseguirlo, pero tal y como hemos visto, todo es posible, con esfuerzo y determinación.

Viajar a otro planeta es inviable, ahora mismo, en primer lugar, por la distancia que debemos recorrer. Son millones de kilómetros que con un sistema de combustión basado en unos motores que queman gasolina, poco nos permiten hacer. Es como ir a pie en un universo enorme, tardaríamos no sólo años, sino décadas o cientos de estos años en poder llegar a un lugar habitado. Por lo que, ningún astronauta podría llegar vivo a su destino. Siendo algo que se quiere arreglar con un sistema tan básico como una forma de moverse que sea más rápida. Con una imaginación desbordada, estos expertos han dado con la clave.

El cambio que más sorprende a los científicos

Lo que hasta ahora parecía imposible, puede acabar siendo una realidad, si nos centramos, en un futuro que podría ser abrumador. En este caso, lo que necesitamos es movernos a gran velocidad y eso es algo que algunos objetos hacen sin necesidad de nada más.

Los expertos han querido dar con un sistema que se ha convertido en uno de los más excéntricos jamás vistos. Ya parece extraño querer salir al espacio exterior con unas naves que se han demostrado que no son seguras. Pero, aun así, el ser humano ha puesto en riesgo su vida, para salir a dar un paseo espacial.

Estos nuevos descubrimientos pueden ser incluso más surrealistas que querer salir a recorrer el mundo con una nave que poco tiene que ofrecer para recorrer distancias largas. Las novedades de estos expertos pueden dejarnos en shock, dando algunos pasos en busca de un futuro que puede ser prometedor o un poco excéntrico.

Su propuesta se ha convertido en una opción y por mucho que nos extrañe, es la única que puede aportar una manera de viajar por el espacio que sea efectiva y pueda acabar dando resultados.

Ahora es más fácil que nunca viajar a otro planeta

La propuesta más ‘loca’, pero a la vez realista, consiste en viajar a bordo de un asteroide lo suficientemente grande para que pueda servir de ‘motor’. Teniendo en cuenta que son objetos que viajan a una determinada velocidad y que no usan ningún combustible para llegar a su destino, se necesita poner en práctica algunos pequeños pasos para lograr lo imposible.

Investigadores de la Universidad Nacional de Kyiv en Ucrania han publicado un artículo en el que explican su propuesta de moverse por el espacio, usando los asteroides. Dos problemas afectarían este tipo de viajes, la forma de poder acercarse a ellos y los problemas con una radiación espacial que se deben encargar de controlar.

Siguiendo con esta investigación: «El efecto de la radiación espacial sobre la salud de los miembros de la tripulación sigue siendo una de las cuestiones más inciertas en los vuelos espaciales tripulados de larga duración. En términos de protección radiológica para los seres humanos en el espacio interplanetario, las dos fuentes importantes de radiación para las misiones planetarias incluyen: los iones pesados ​​de los rayos cósmicos galácticos (GCR) y la producción esporádica de protones energéticos a partir de grandes eventos de partículas solares (SPE)[5]. Francisco Cucinotta et al. [2] señalan el posible efecto destructivo de la radiación cósmica en el sistema nervioso central (SNC) de una persona: «Los posibles riesgos para el SNC durante una misión son la alteración de la función cognitiva, incluidos perjuicios en la memoria a corto plazo, reducción de la función motora y cambios de comportamiento, que pueden afectar el rendimiento y la salud humana». El blindaje pasivo es una solución prometedora y actualmente la única tecnológicamente sencilla al problema de la radiación cósmica. Dado que el presupuesto de la misión aumentará considerablemente si se incluye en la estructura del barco un blindaje pasivo hecho de aluminio u otro material (cuyas características de peso son limitadas), vale la pena considerar seriamente un enfoque alternativo: los objetos cercanos a la Tierra ( OCT). Gregory Matloff et al. [4] sugirió utilizar los OCT como blindaje pasivo, de manera que la nave espacial pase la mayor parte de su vuelo dentro del OCT. Encuentran seis candidatos para transferencias Tierra/Marte y Marte/Tierra para seis misiones hipotéticas. También se propone la idea de encontrar candidatos «reutilizables» para misiones interplanetarias. En este trabajo, analizamos las órbitas de más de 35.000 OCT (para 2024) en busca de la posibilidad de aproximaciones sucesivas a todos los pares de planetas: Tierra, Venus, Marte. Distinguimos tres tipos de transferencias: «rápidas», «dobles» y «múltiples».