Los secretos de la longevidad: ¿qué podemos aprender de las culturas centenarias?
La búsqueda de la longevidad ha fascinado a la humanidad a lo largo de la historia. ¿Que podemos aprender de culturas centenarias?
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La mayoría de los seres humanos quieren tener una larga y saludable vida. Este es un deseo generalizado, pero se ven grandes contrastes. Mientras algunas personas alcanzan una longevidad considerable y sana, otras presentan problemas de salud desde corta edad o fallecen tempranamente.
En los últimos años han cobrado importancia las llamadas “zonas azules”. Son regiones específicas del mundo que tienen una alta concentración de personas que sobrepasan los 100 años y se mantienen básicamente saludables. Estas zonas aportan claves importantes para alcanzar la longevidad. ¿Cuáles son sus secretos?
Los secretos de la longevidad
Suele pensarse que la longevidad es un asunto de genética, principalmente. Sin embargo, la ciencia ha comprobado que, si bien los genes influyen, en realidad lo más determinante es el estilo de vida. De esto saben mucho las culturas centenarias y sus secretos pueden condensarse en ocho premisas.
1. Vitalidad y actividad constante
Una investigación sobre los centenarios españoles, dirigida por María Dolores Merino, revela que un factor clave para llegar a una edad avanzada con buena salud es la vitalidad. Los centenarios no solo viven muchos años, sino que lo hacen con una actitud activa y participativa. Muestran energía y ganas de involucrarse en la vida.
2. Positividad y gratitud
El optimismo va más allá de esperar lo mejor. Se trata de cultivar una actitud de gratitud, que se ve reflejada en la forma en que las personas valoran las pequeñas cosas. La ciencia respalda esta postura, pues practicar la gratitud tiene efectos demostrados sobre el cerebro, mejorando funciones cognitivas y promoviendo un estado general de bienestar.
3. Interacción social y comunidad
Un hallazgo común en las culturas longevas es la importancia de las relaciones sociales. Los centenarios tienen vínculos estrechos con amigos y familiares y se sienten parte activa de su comunidad. Una investigación del proyecto Psybel en España muestra que la soledad y el aislamiento social son factores de riesgo para enfermedades físicas y mentales.
4. Resiliencia ante las adversidades
Otro rasgo distintivo entre las personas longevas es su capacidad para adaptarse y superar adversidades. Los centenarios han vivido en épocas de guerras, crisis y dificultades económicas, pero han aprendido a recomponerse. La resiliencia tiene que ver con adaptarse a los cambios y aprender a extraer lo positivo de las circunstancias difíciles.
5. Alimentación saludable
Los centenarios priorizan una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. La dieta mediterránea se asocia con la longevidad. Comprende alimentos como el aceite de oliva, el pescado y muchas verduras. Lo recomendable es comer mayoritariamente plantas, incluir legumbres, no comer en exceso (80% de saciedad) y evitar los alimentos procesados.
6. Actividad física
Los centenarios practican actividad física de forma regular, como caminar, bailar o trabajar en el jardín. El ejercicio reduce el riesgo de enfermedades crónicas y mejora el bienestar general. Caminar regularmente ayuda a reducir el dolor articular, fortalece el sistema inmunológico y favorece la pérdida de peso. Lo aconsejable es incluir caminatas diarias y evitar estar sentado por períodos largos.
7. Autonomía y control de la propia vida
Las personas longevas suelen mantener una autonomía significativa a lo largo de sus vidas. Esto se refleja en la toma de decisiones y en el control sobre sus propios destinos. En lugar de ser sobreprotegidos por otros, muchos centenarios han cultivado la habilidad de tomar decisiones responsables, lo que les permite vivir con independencia y dignidad.
8. Descanso adecuado
Los centenarios valoran profundamente el descanso y la recuperación. Dormir lo suficiente es decisivo para mantener la buena salud física y mental. En algunas zonas azules, la siesta es una práctica común pues se considera que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas. Así mismo, tienen presente la importancia de hacer pausas activas durante sus jornadas rutinarias.
Así pues, aunque la genética juega un papel en la longevidad, adoptar hábitos saludables aumenta notablemente las posibilidades de vivir más años de forma plena.
9. Propósito de vida
Tener un sentido de propósito es otro aspecto clave que se ha observado en las personas centenarias. En Nicoya, por ejemplo, se habla del «plan de vida», que es un motivo personal que impulsa a las personas a levantarse cada día con entusiasmo. Este sentido de propósito contribuye a mantener la mente activa y reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad.
10. Manejo del estrés
Las culturas centenarias suelen tener métodos tradicionales para manejar el estrés. En Ikaria, por ejemplo, la siesta es una práctica común, y se valora el tiempo para relajarse y disfrutar del momento presente. La meditación, la atención plena y la conexión con la naturaleza son prácticas que también ayudan a reducir el estrés y promover el bienestar.
11. Uso moderado del alcohol
En algunas de estas culturas, el consumo de alcohol se realiza de forma moderada. En Cerdeña, por ejemplo, el vino tinto es parte de la dieta, pero se consume con moderación y en un contexto social. Los beneficios del vino, en su justa medida, se han asociado con una mejor salud cardiovascular.
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- Esperanza de vida