Basura espacial

Duro aviso de los científicos: una nave soviética podría impactar esta semana en esta región de la Tierra

Nave soviética
Nave soviética orbitando la Tierra. Foto: ilustración propia.

Una nave soviética lanzada en los años setenta volvió a ser objeto de análisis por parte de la comunidad científica internacional. El aparato, construido con la intención de alcanzar Venus, nunca logró abandonar la órbita terrestre debido a un fallo. Lo que preocupa ahora es que, a pesar del tiempo transcurrido, sus restos no dejaron de representar un riesgo potencial.

Según las últimas proyecciones, esta pieza de chatarra espacial conocida como Kosmos 482 podría reingresar a la atmósfera terrestre entre los días 8 y 12 de mayo. Las agencias encargadas del monitoreo de desechos espaciales han comenzado a trazar posibles áreas de impacto.

¿Por qué esta nave soviética podría impactar la Tierra y cuál es su historia?

La sonda Kosmos 482 fue lanzada en 1972 por la entonces Unión Soviética como parte del programa Venera, con el objetivo de estudiar el planeta Venus.

El proyecto, que había obtenido logros destacados con otras misiones, sufrió en este caso un error técnico que impidió que la sonda escapara de la gravedad terrestre.

En lugar de alcanzar su destino, Kosmos 482 quedó atrapada en una órbita elíptica alrededor de la Tierra. Poco después del lanzamiento, la nave soviética se fragmentó. La mayor parte de sus componentes cayó a la Tierra en 1981. No obstante, uno de sus módulos más resistentes, el Descent Craft, ha permanecido en el espacio durante más de 50 años.

Este módulo fue diseñado para soportar condiciones extremas, como el ingreso en la atmósfera de Venus. Por ese motivo, su estructura sigue intacta tras décadas orbitando. Su peso, cercano a los 495 kilogramos, y su tamaño (alrededor de un metro de diámetro) lo convierten en un objeto significativo en términos de masa y riesgo de impacto.

¿En qué parte del mundo podría impactar esta nave fallida?

El margen de incertidumbre sobre la reentrada del Descent Craft es amplio. La órbita actual de la nave soviética abarca desde los 52 grados de latitud norte hasta los 52 grados sur. Esto incluye:

  • Toda América del Sur.
  • África.
  • Australia.
  • Gran parte de Asia y Europa, incluida la península ibérica.
  • Estados Unidos continental.

Las probabilidades de que el artefacto impacte directamente en una zona habitada son reducidas. Cerca del 71% de la superficie terrestre está cubierta por océanos, lo que hace más probable una caída en el mar.

Jonathan McDowell, astrofísico del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, estima que las probabilidades de un impacto sobre una persona son similares a «una entre varios miles». A pesar de ello, los protocolos de seguimiento se han intensificado ante la inminencia del evento.

¿Qué otros riesgos hay en el contexto de la basura espacial?

Kosmos 482 no es un caso aislado. Según la Agencia Espacial Europea (ESA), actualmente hay más de 1,2 millones de fragmentos de basura espacial que superan el centímetro de tamaño. De ellos, unos 50.000 tienen más de 10 centímetros.

Los reingresos no controlados se han vuelto más frecuentes. Según la ESA, cada día se producen más de tres reentradas de objetos espaciales, la mayoría sin consecuencias. Sin embargo, el aumento de satélites y cohetes en órbita incrementa las posibilidades de colisión o impacto accidental.

La reentrada de Kosmos 482 plantea nuevamente el debate sobre la gestión del tráfico espacial y la necesidad de mejorar los protocolos internacionales de seguimiento y control.

Varios expertos, como Marco Langbroek, investigador de la Universidad Técnica de Delft, han advertido sobre la falta de herramientas precisas para predecir la trayectoria de estos objetos hasta los momentos finales de su caída.

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