Historia

¿Cuál fue la causa real de la muerte de Alejandro Magno?

Alejandro Magno pudo estar vivo cuando ya se le había dado por muerto

muerte de Alejandro Magno
Descubre cuál fue la causa real de la muerte de Alejandro Magno

La causa real de la muerte de Alejandro Magno sigue siendo hasta ahora un completo misterio. Sin embargo, más allá de las diversas especulaciones que se han realizado hasta ahora, podría ser que un nuevo estudio hubiera dado con el motivo verdadero que se llevó a la tumba a una de las figuras más importantes y célebres de la historia de la raza humana.

Al parecer, el conquistador griego podría haber estado vivo cuando todo el mundo pensaba que había fallecido. Pero, ¿por qué sucedió tal cosa?

Cómo fue la muerte de Alejandro Magno según la ciencia

Recordemos que la muerte de Alejandro Magno tuvo lugar en el año 323 a.C., cuando el gran conquistador europeo tenía tan solo 33 años. Sin embargo, su fallecimiento ha sido un gran misterio durante más de 2300 años.

Hasta ahora, entre las múltiples teorías que han visto la luz, parece ser que los investigadores neozelandeses de la Universidad de Otago habrían dado con la pista definitiva para revelar su muerte. Así al menos han publicado en The Ancient History Bulletin.

A día de hoy, las teorías han diversificado sus justificaciones, yendo desde el envenenamiento hasta el alcoholismo, o incluso infecciones desconocidas. Todo ello es pura interpretación, pues se sabe que el conquistador sufrió fuertes fiebres y dolores abdominales seguidos de parálisis progresiva del organismo.

En su día, tras varias jornadas de la muerte, el cadáver de Alejandro Magno no presentaba descomposición. Ante el desconocimiento, se creyó que era la naturaleza divina del regente griego.

Obviamente, y desde un punto de vista científico y realista, la divinidad nada tiene que ver con la falta de descomposición de Alejandro Magno. Según este equipo científico, la verdad es que sus síntomas concuerdan perfectamente con la afección llamada Síndrome de Guillain-Barré.

En realidad, el cuerpo del guerrero no se descomponía por una sencilla razón, porque no estaba muerto. Lo cierto es que el organismo estaba paralizado y los síntomas vitales no se sentían prácticamente, lo que hacía pensar que había fallecido cuando no era el caso.

Esta situación se da cuando el sistema inmunitario humano ataca por error al sistema nervioso, por lo que ocasiona parálisis y debilidad muscular. No obstante, la mente se mantiene sana hasta el último momento.

Según el estudio, Alejandro Magno debió contraer una variante de neuropatía axonal motora aguda de GBS. De ahí su parálisis física, pero no su inconsciencia. Sin embargo, esto redujo la visibilidad de la respiración del conquistador, pero tardó seis días en morir después de la que se consideró su muerte real.

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