Influencia de la Luna en la Tierra y en los seres vivos

Influencia de la Luna en la Tierra y en los seres vivos
Influencia de la Luna en la Tierra y en los seres vivos

Aunque la veamos lejana y blanca, la influencia de la Luna sobre el ser humano es bastante fuerte. Probablemente sea su presencia la que permite que el hombre y otras especies pueblen este planeta. Sin embargo, lejos de leyendas y esoterismo, tiene una explicación científica, como todo cuanto ocurre en la Tierra y en el universo.

Probablemente formada tras el formidable choque de la Tierra primigenia con el planeta Theia, se ubica a poco más de 400.000 kilómetros de este mundo y ha sido la única roca que ha sido pisada por el hombre fuera de nuestra atmósfera.

Gracias a la distancia que tiene de la Tierra, su fuerza de gravedad y la nuestra crea un equilibrio que incluso dirige las mareas del mundo. Si no tuviera esta distancia exacta, las mareas podrían ser más altas o bajas.

Probablemente el origen de la vida también se lo debamos a ella. El choque con Theia que creó la Luna cambió la química de la Tierra, fabricando un caldo lleno de carbono, nitrógeno e hidrógeno.

En un experimento llevado a cabo por el químico John Sutherland recreando aquel caldo primigenio en contacto con los rayos ultravioletas del sol, se obtuvo ácido ribonucleico ARN, el bloque esencial para la vida.

Aunque antaño se crearon decenas de leyendas y tradiciones en torno a la Luna, sí que es cierto que, si no nos convierte en hombres lobo ni nada parecido, sí que afecta a nuestras emociones.

Es cierto y se ha podido demostrar que las noches de luna llena algunas especies animales se vuelven más fértiles, sonoros y activos. Incluso los corales tropicales sincronizan su ciclo reproductivo y desovan todos al unísono.

Anclada por efecto de marea a la Tierra, rota cada 29 días a la vez que gira al mismo ritmo que la Tierra sobre su eje, por lo que siempre observamos la misma cara. Sin embargo, es tan importante para la vida en este planeta que, si no fuese por ella, no habría vida.

Antaño, un día en la Tierra que hoy dura 24 hora tenía la duración de solo 5 horas. Fue gracias a la Luna que se frenó la actividad frenética del planeta, ralentizando la rotación y permitiendo la realidad que conocemos hoy.

Ya ves que la influencia de la Luna en la vida en la Tierra es básica, ya que, de no estar ahí, probablemente no habría vida, o no sería como la conocemos, por lo que tú no estarías leyendo esto que te estoy contando ahora mismo, y tampoco yo lo habría podido escribir para que tú lo leas.

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