Los mejores trucos caseros ante las enfermedades de los niños
Todos los niños, de manera irremediable, se encuentran enfermos en algún momento. Así, suelen desde tener un catarro hasta tos pasando por fiebre o un cuadro de estreñimiento. En todos esos casos lo mejor es consultar al pediatra, para que establezca las pautas que son necesarias seguir con el objetivo de que se recuperen.
No obstante, no podemos pasar por alto que también existen pequeños trucos caseros que se pueden llevar a cabo para curarles sin necesidad de medicamentos o simplemente para agilizar su recuperación. Se trata de remedios que han pasado de generación en generación y que no entrañan ningún tipo de peligro.
¿Quieres conocerlos? Sigue leyendo y descubrirás algunos de los más eficaces, sencillos y efectivos:
Catarro
Especialmente habitual es que en estas épocas del año, donde la bajada de las temperaturas es notable, los niños cojan algún catarro. En ese caso, siempre lo recomendado, como ya hemos expuesto, es que se acuda al pediatra para que este determine el tratamiento más idóneo que debe seguir.
No obstante, eso no impide que se pueda recurrir también a ciertos trucos caseros que les aliviarán y que les ayudarán a mejorar:
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Prepararles sopa caliente para que la coman en el almuerzo o en la cena es una estupenda alternativa a la hora de que puedan respirar mejor y de sentir que su dolor de garganta se alivia un poquito. Además ingerir platos calientes contribuye a que el cuerpo, en cierta medida, se vea “reconfortado”.
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Fundamental es también que beban mucha agua al día, en pro de que la garganta no esté seca y, por tanto, se puedan evitar irritaciones en la misma.
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Cuando tienen muchos mocos y les cuesta respirar adecuadamente por las noches, un sencillo truco de las abuelas consiste en partir una cebolla por la mitad y colocársela en la mesilla de noche cuando se vayan a dormir. Y es que se cree que los vapores que desprende ese alimento ejercen una interesante labor como mucolítico.
Tos
Precisamente la bajada de temperaturas es una de las principales causantes de que los niños durante el invierno tengan mucha tos. Por eso, seguir las indicaciones del pediatra es lo ideal para curarla, pero también el poder acometer sencillos trucos como estos:
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Como hemos mencionado anteriormente, es necesario que los menores tomen mucha agua para que la garganta no se seque.
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Se puede optar en los pequeños más mayores en darles un vasito de leche caliente con un poquito de miel.
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Por supuesto, es necesario que tenga la garganta y el pecho bien tapados con la ropa, de ahí que haya que recurrir al cuello alto o a la bufanda, según sea el caso.
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También hay quienes siguiendo las indicaciones de sus madres y abuelas optan por prepararles a sus hijos un jarabe natural y casero, que se elabora a base de miel, jengibre, cebolla y zumo de limón. Apetecible no es, pero se considera que es realmente eficaz.
Fiebre
De la misma manera, como consecuencia de un catarro, de que se les haya puesto una vacuna o de alguna otra enfermedad liviana, es habitual que los pequeños tengan fiebre. En ese caso, siempre que esta sea moderada, porque en caso contrario habría que acudir al hospital, se puede conseguir bajarla recurriendo a sencillas estrategias caseras que vienen de antaño:
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Indiscutiblemente una de las más habituales es colocarles en la frente una compresa fría.
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Debe descansar lo máximo posible, porque las décimas de temperatura les pueden hacer sentirse agotados.
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No menos importante es que se tome la decisión de darles un baño con agua tibia.
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Es fundamental que duerman en una habitación que esté convenientemente ventilada antes de que vayan a descansar en la misma y que no cuenten con ningún tipo de corrientes de aire.
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Las abuelas siempre nos han manifestado que otra manera casera de conseguir bajar la fiebre consiste en colocarle al menor en cuestión una rodaja de patata en cada una de las plantas de sus pies.
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Ni que decir tiene que es vital que sigan una dieta sana, equilibrada y completa donde, sobre todo, tengan mucha presencia los líquidos, tales como agua o zumos naturales, para evitar que se deshidraten.
Estreñinimiento
Uno de los sistemas más “débiles” que tienen los pequeños durante sus primeros años de vida es el digestivo, por lo que es habitual que puedan sufrir cólicos, pero también problemas de estreñimiento. Para hacerle frente a este último caso, lo que hay que hacer es apostar por trucos caseros como estos:
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Llevar a cabo una alimentación donde estén muy presentes las frutas y las verduras.
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Se puede recurrir a hacerles masajes en el vientre.
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Es importante que, a diario, beban mucha agua y también que tomen zumos de frutas naturales. Estos últimos se consideran que son realmente efectivos para ir al baño si se ingieren en ayunas.