Tres mitos sobre la paternidad a disipar: cuáles son

Si eres como la mayoría de los padres primerizos o futuros, probablemente tenga algunas suposiciones sobre lo que significa la paternidad. Estas ideas tienen sus raíces en tus experiencias con tu padre y en lo que cree que la sociedad espera de los padres, pero puede que no estén demasiado apegadas a la realidad o a lo que debería ser en realidad, la paternidad. Descubramos a continuación, tres mitos sobre la paternidad a disipar.

Tres mitos sobre la paternidad a disipar

Los mitos a continuación están bastante generalizados aunque no todo el mundo, afortunadamente, piensa o considera lo mismo. Veamos cuáles son uno a uno y así los podrás analizar y averiguar si tú piensas lo mismo.

Mito 1: Solo importan los sentimientos de la madre

Los increíbles cambios en el cuerpo de tu pareja durante el embarazo y la atención al proceso de nacimiento hacen que sea fácil pensar que sus sentimientos son los únicos que importan. Su preocupación por su salud física y mental es importante ahora y durante el período posparto, pero también lo son tus sentimientos.

Es fácil para un futuro padre hablar con entusiasmo sobre los aspectos positivos de convertirse en padre. Es mucho más difícil expresar los igualmente importantes e inevitables sentimientos de miedo y aprensión .

¿Me desmayaré al nacer? ¿Habrá alguna complicación médica? ¿Cómo cambiará nuestra relación? ¿Puedo continuar con mi carrera y ser el padre que quiero ser?

Tu pareja necesita escuchar tus sentimientos y tú necesitas expresarlos. Muchos hombres se guardan sus temores sobre el embarazo y la paternidad porque no quieren aumentar las preocupaciones de su pareja . La mayoría de las mujeres desean este tipo de interacción y saben que convertirse en padre conlleva desafíos . Compartir tus miedos con tu esposa o pareja te acercará más.

Mito 2: Los bebés no necesitan a sus padres

La intensa conexión entre tu pareja y el recién nacido, especialmente si están amamantando , puede hacer que te preguntes si tu bebé realmente te necesita. Bueno, eres una persona importante en su vida, y estar contigo es reconfortante y tranquilizador para él . Para vincularse con tu bebé, tienes que abrazarlo, mecerlo y cuidarlo , pero espera hasta que haya comido para tener toda su atención.

Puedes ayudar a alimentar a tu bebé si tu pareja se extrae leche en un biberón o si decidís complementar o reemplazar la lactancia materna con leche de fórmula. Y puedes ayudar indirectamente a tu bebé ayudando a tu pareja en la casa.

Mito 3: Los hombres no saben cuidar a los bebés

Esta es una gran mentira que impide que los padres tengan una relación cercana con sus bebés y causa ansiedad innecesaria a las nuevas madres que temen que los hombres no puedan manejar a los bebés. Un padre puede ser el cuidador principal de un niño. La crianza de los hijos se aprende en el trabajo y esfuerzo de todos, mamás y papás. Si pasas tiempo con tu bebé, sabrás como atender sus necesidades de modo que no te hará falta que te ayuden o tener la duda de que vas a hacerlo bien. Tan sólo pasa tiempo con él y aprenderás a medida que surjan las situaciones.