Pictogramas: qué son y cómo usarlos con niños autistas
Los pictogramas son la representación de una determinada acción y pueden servir a los niños autistas para aprender mejor qué deben hacer o cómo desarrollarse en el mundo que les rodea.
Muchas son las herramientas a las que podemos recurrir para trabajar, educar y convivir con los niños que tienen necesidades especiales como aquellos que tienen un trastorno del espectro autista y dentro de estas, los pictogramas parecen ser de gran ayuda. Veamos entonces en qué consisten los pictogramas y de qué modo los podemos usar con niños autistas.
Qué son los pictogramas
Los pictogramas son dibujos o imágenes que representan de forma clara y concisa una acción o un concepto abstracto. Desempeñan un papel importante en la vida diaria de los niños. Ya sea que se utilicen para ilustrar los pasos que rodean por ejemplo a la hora de la comida, la hora de la siesta o las reglas que se deben respetar, los pictogramas suelen ser una herramienta que se utiliza regularmente de diversas formas en el entorno de la guardería y preescolar pero también, en los primeros cursos de la educación infantil, y podemos recurrir a ellos además en casa, por ejemplo si queremos que los niños sepan dónde van determinados juguetes en su dormitorio.
En general, estas imágenes o dibujos se utilizan temporalmente para ayudar a los niños a estructurar su rutina, entender reglas, etc. Con los niños que tienen necesidades especiales, son esenciales. Para muchos niños con necesidades y desafíos especiales, particularmente aquellos con un trastorno del espectro autista, el mundo que los rodea parece una serie de estructuras abstractas, de matices que son difíciles de entender. Los pictogramas pueden ser de gran ayuda para estos niños dado que gracias a estos podrán ilustrar sus diferentes rutinas, las reglas que deben seguir y lo que está prohibido.
¿Cómo se pueden utilizar los pictogramas con los niños autistas?
Si tienes un hijo o hija autista seguro seguirás las pautas educativas que aplicar en casa que te hayan marcado desde los especialistas que traten el caso de tu pequeño/a, pero puedes reforzar todo lo que haces de forma especial utilizando este tipo de representaciones de imágenes o dibujos, comenzando antes que nada, con una selección de aquello que desees mejorar o reforzar en el niño/a, ya sea que aprenda una determinada rutina o que siga una regla importante.
En este sentido el primer paso será determinar qué pictogramas son esenciales en función de en qué desea trabajar. No debes sin embargo, utilizar demasiados pictogramas para que el niño/a no sobrecargue visualmente. Sin embargo, sí que es importante tener en cuenta que los niños con necesidades especiales a veces necesitan que todo sea extremadamente detallado y desglosado. Asegúrate de utilizar pictogramas con los que los niños puedan identificarse.
La forma en que presentes los pictogramas que elija utilizar variará según cada niño independientemente de que sea autista o no. Algunos niños apreciarán una presentación horizontal, mientras que otros preferirán un ver por ejemplo el horario que debe seguir en vertical. Otros preferirán ver los pictogramas presentados en un cuaderno o en una carpeta con anillas que puedan llevar consigo durante todo el día. Cada niño que tiene necesidades especiales tiene sus propias características únicas que deben tenerse en cuenta. Úselos (no tus preferencias personales) para determinar sus prioridades.
Además del papel en el que dibujar o hacer los pictogramas, otros elementos como el velcro por ejemplo, pueden resultar útiles cuando se utilizan pictogramas. Puede comprender más las necesidades de los niños a medida que integras el uso de pictogramas. Algunos niños apreciarán que elimines los pictogramas a medida que completan ciertas actividades o pasos involucrados en una rutina. Otros entenderán mejor si simplemente le das la vuelta a los pictogramas correspondientes o usas una flecha que se puede mover de un pictograma al siguiente para indicar dónde están en la rutina.
Presentar y usar los pictogramas
Una vez que hayas terminado el trabajo de preparación, es hora de presentar lo que has preparado al niño o niña. Aquí hay algunas pautas simples.
- Deja que los niños manipulen los pictogramas. Necesitan tocar, oler y usar sus sentidos para integrarlos adecuadamente en su vida.
- Muestra lo creado en un área que sea conveniente para el niño o niña. Por ejemplo, los pictogramas que se correspondan a su «rutina de vestirse» se deberán mostrar en la zona en la que se vaya a vestir de su cuarto o dónde esté ubicado su armario. De la misma manera, los pictogramas que representan su «rutina de cepillado de dientes» deben colocarse en la parte del lavabo donde el niño o niña se cepilla los dientes.
- Una vez hayas establecido dónde colocar los pictogramas, debes definir con tu hijo/a qué representa cada uno y a qué corresponde lo que está dibujado en ellos. No es necesario hacerlo con todos a la vez o el mismo día, puedes aprovechar una rutina o algo que debáis hacer en un momento determinado para recurrir al pictograma y ver con qué se corresponde.
- Consultad los pictogramas con la mayor frecuencia posible. Cuando empieces a usarlos, lo más probable es que tengáis que consultarlos con regularidad. Una vez que el niño o niña domine el proceso de uso de los pictogramas, podrá usarlos de forma independiente. Para algunos niños, los pictogramas pueden representar una herramienta de referencia esencial que usarán a diario.
En conclusión, estas representaciones supondrán una gran herramienta o ayuda para el buen desarrollo de nuestro hijo/a autista, pero para mejores resultados incluso, podemos recurrir a su escuela para que nos muestren los pictogramas que allí utilizan de modo que podamos usar los mismos dibujos o representaciones en casa.
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- Educación