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Maternidad: 10 consejos para no entrar en crisis tras el nacimiento del bebé

Pedir ayuda cuando sea necesario y asumir que lo que sientes es normal, son algunas de las claves para no entrar en crisis tras el nacimiento del bebé.

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Blanca Espada

La maternidad no es algo sencillo. Nada más nacer el bebé, la vida de la mujer cambiar para siempre y aunque poco a poco se irá acostumbrado a cómo se debe cuidar al recién nacido, es normal sentirse abrumada al comienzo, por lo que os queremos ofrecer a continuación, 10 consejos para no entrar en crisis tras el nacimiento del bebé.

10 consejos para no entrar en crisis tras el nacimiento del bebé

La clave para evitar entrar en crisis después del nacimiento, es sobre todo mantener la calma y pensar que no estás sola. Tu pareja debe asumir la misma responsabilidad por mucho que se diga que el vínculo materno filial es más fuerte, pero además podemos recurrir a familiares y amigos que nos aconsejen y también porqué no, nos ayuden.

A esto además podemos aplicar las pautas y consejos que os enumeramos a continuación, y que os van a ser de gran ayuda para evitar cualquier crisis ante vuestra maternidad.

1. Acepta que la vida cambia tras nacer el bebé

Con el nacimiento de un niño, la vida cambia inevitablemente: cuanto antes aceptes esta nueva realidad, mejor vives después del nacimiento. El niño en los primeros días necesita toda nuestra atención y no podemos esperar que todo vuelva repentinamente a la forma en que era antes , en cuerpo y mente.

2. Encuentra el placer de las pequeñas cosas

Aceptar la nueva realidad te permite encontrar el lado hermoso de todas las cosas que suceden, incluso las más pequeñas y aparentemente insignificantes, y extraer recursos positivos de ello. No hay nada como el placer de disfrutar de esos primeros días, semanas y meses del bebé;  como acostarse en la cama a las 10 de la mañana para abrazar al bebé mientras la gente ‘normal’ está en el trabajo, de salir a pasear por el parque con el cochecito , de detenerse a contemplar sus diminutos dedos y sentir su suave aliento. Y pensar que es un período agotador, pero es un período único en la vida, que nunca volverá a suceder y por eso vale la pena disfrutarlo por todo lo bello que nos puede dar.

3. Tú vales mucho incluso si tu cuerpo no es agradable y firme

Es normal que tras dar a luz, la mujer se sienta fea y descuidada y esto es algo que puede minar su autoestima. Cada uno de nosotros tiende a centrar la autoestima en un aspecto específico, pero la autoestima se compone de un conjunto de aspectos y ciertamente no puede basarse únicamente en un cuerpo delgado y firme .

Es cierto, te ves transformada, pero esto no debe llevarte a sentirte inadecuada en todos los frentes. El caso es que nos bombardean los modelos de las nuevas madres vip, que ya están más en forma y más activas que antes una semana después de dar a luz, pero las nuevas madres ‘normales’ son otra cosa, todavía tienen el estómago flácido y la cara cansada. Pero eso no significa que tengan que llorar frente al espejo. Asume qué lo que te ocurre es normal y además, pasajero.

4. El período de maternidad no es algo vacacional sino que implica mucho trabajo

Vivimos en una sociedad que considera solo el trabajo fuera del hogar, lo que permite llevar dinero a casa, mientras que la maternidad es vista casi como un período de ‘vacaciones’ (cuántas veces dirán: «Bendita seas, te quedas en casa ! «). Bueno, saquemos algunas leyendas urbanas de nuestra cabeza: el de mamá es un trabajo en todos los aspectos , de hecho, uno de los más exigentes y difíciles, y merece todo el respeto, primero por parte de nosotras mismas.

5. Involucra a tu pareja en el cuidado del bebé

La sociedad ha cambiado y debemos pensar que el bebé no es solo asunto de la madre, sino que también los es de la pareja, por lo que a lo largo de los nueve meses de embarazo, ambas partes deben pensar en cómo gestionar la llegada del bebé, cómo organizarse. Y luego, una vez que nace el bebé, se maneja en conjunto, de manera compatible con los horarios de todos.

6. No olvides el poder de las caricias y los abrazos 

Como ya comentamos, es normal que la mujer se sienta poco atractiva tras dar a luz, pero no evites las caricias y los abrazos que te quiera ofrecer tu pareja. Puede que no te apetezca mantener relaciones y más si estáis en la cuarentena pero esto no quiere decir que tengáis que dejar de sentir que os queréis. Debes también procurar que el afecto de pareja no se rompa porque te hará sentir mejor y os unirá mucho ante el cuidado del bebé.

7. Aprende el valor de los descansos

Una ducha saludable sin temporizador, un baño caliente, leer el periódico, una caminata sola durante media hora: los momentos de pausa, incluso breves, son muy útiles , porque son una pequeña válvula de alivio, una desconexión de una rutina que puede se vuelve casi sofocante. Parece poco, pero después de una pausa regeneradora uno se siente más “en paz con el mundo” y más disponible para afrontar el compromiso del niño.

8. ¿No entiende por qué tu peso no baja? Controla tus hormonas y tiroides

Es cierto que habrá tiempo para pensar en la dieta, pero si la ganancia de peso fue realmente excesiva, es mejor revisar la situación hormonal y los valores de tiroides , que con el embarazo pueden alterar y determinar no solo el aumento de peso, sino también el estado de ánimo. En este caso, bastará con tomar los medicamentos adecuados para que la situación mejore gradualmente.

9. Pide ayuda concreta a los que te rodean

Otra característica de nosotras las mujeres es la de quejarnos con la esperanza de que alguien nos escuche y nos ofrezca ayuda por iniciativa propia. Pero no todo el mundo tiene un oído tan fino. Si deseas ayuda en algo concreto que tenga que ver con el cuidado del bebé no dudes en pedirla de forma clara y directa, porque amigos y familia estarán encantados de echarte una mano.

10. ¿Qué pasa si tengo depresión posparto?

¿Cuándo deberías preocuparte y ver a tu médico por todo lo que estás sintiendo? En primer lugar, trata de entender cómo te sientes realmente, y si lo que sientes es una sensación de dificultad centrada en un solo aspecto de la vida (sobrepeso, fatiga) o si se extiende a toda la realidad circundante. Puede sospechar un principio de depresión si comienzas a acumular pensamientos negativos sobre el mundo exterior, sobre ti misma, si te sientes inadecuada como madre y como esposa, si no puedes planificar un futuro en paz, si te sientes en un estado de ánimo de ansiedad constante y  si hay alteraciones del sueño o del apetito.

El consejo es contactar con el médico aunque solo tenga dudas, porque cuando estás segura de que estás enfermo significa que el malestar está mucho más estructurado y ya ha afectado la calidad de vida. Cuanto antes intervengas, antes te sentirás mejor y podrás recuperar la energía psíquica para dedicarla especialmente al niño.

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