Granuloma umbilical del bebé ¿Qué es y cómo tratar?
Qué es, cómo se produce y cómo tratar el granuloma umbilical
Cordón umbilical: Cómo se produce su corte paso a paso
El granuloma umbilical es una pequeña lesión que aparece en el ombligo del bebé después de que se cae el cordón umbilical. Se trata de un crecimiento anormal de tejido que suele tener un aspecto rosado, húmedo y a veces con secreciones.
Aunque no es una infección ni causa dolor, es importante tratarlo para evitar complicaciones y favorecer la cicatrización. A continuación te explicamos qué es el granuloma umbilical, por qué se produce y cómo se puede tratar.
¿Qué es el cordón umbilical y cómo se desprende?
El cordón umbilical es una estructura que conecta al bebé con la placenta durante el embarazo. Su función es transportar sangre oxigenada y nutrientes desde la madre al feto, y eliminar los desechos del feto a la madre. El cordón umbilical tiene dos arterias y una vena, rodeadas por una sustancia gelatinosa llamada gelatina de Wharton.
Después del nacimiento, el cordón umbilical ya no es necesario, por lo que se corta y se pinza con una pinza especial. El trozo que queda adherido al bebé se seca y se desprende por sí solo al cabo de unos días, dejando una pequeña herida que se cierra y forma el ombligo. El tiempo que tarda en caerse el cordón umbilical puede variar entre 5 y 15 días, dependiendo de cada bebé y de los cuidados que se le den.
¿Qué es el granuloma umbilical y por qué se produce?
El granuloma umbilical es una alteración que se produce cuando el cordón umbilical se desprende de forma irregular o tardía, dejando un resto de tejido que no se cicatriza correctamente. Este tejido se inflama y forma un bulto de color rosado o rojo, que puede medir desde un milímetro hasta un centímetro. El granuloma umbilical no es una infección, aunque puede estar asociado a una, y tampoco es un signo de malformación o enfermedad congénita, aunque en casos muy raros puede serlo.
La causa exacta del granuloma umbilical no se conoce, pero se cree que puede estar relacionada con factores como:
- La humedad o la suciedad en la zona del ombligo, que impiden la correcta cicatrización.
- El uso de antisépticos o alcohol en el cordón umbilical, que pueden irritar o retrasar la caída del mismo.
- El roce o la presión de la ropa o el pañal sobre el ombligo, que pueden provocar traumatismos o infecciones.
- La predisposición genética o el sistema inmunitario del bebé, que pueden influir en la respuesta inflamatoria del tejido.
¿Cómo se diagnostica y se trata el granuloma umbilical?
El diagnóstico del granuloma umbilical se basa en la observación clínica del ombligo del bebé. El pediatra puede reconocerlo por su aspecto característico, y descartar otras posibles causas de alteración umbilical, como hernias, quistes o fístulas. En algunos casos, puede ser necesario realizar una ecografía o una biopsia para confirmar el diagnóstico.
El tratamiento del granuloma umbilical tiene como objetivo eliminar el tejido sobrante y favorecer la cicatrización del ombligo. Existen diferentes opciones de tratamiento, que el pediatra elegirá según el tamaño, la localización y la evolución del granuloma. Las más comunes son:
- La aplicación de nitrato de plata, que es una sustancia que quema y destruye el tejido del granuloma. Se aplica con un bastoncillo o una pinza directamente sobre el granuloma, una o dos veces por semana, hasta que este desaparece. Es un método rápido y efectivo, pero puede causar manchas en la piel o quemaduras si no se hace con cuidado.
- La ligadura con hilo quirúrgico, que consiste en atar el granuloma por su base con un hilo estéril, para cortar el flujo de sangre y provocar su necrosis. Se deja el hilo puesto hasta que el granuloma se cae solo, lo que puede tardar entre una y dos semanas. Es un método sencillo y seguro, pero puede ser doloroso o incómodo para el bebé.
- La extirpación quirúrgica, que consiste en cortar el granuloma con un bisturí o unas tijeras, bajo anestesia local o general. Se suele reservar para los casos en los que el granuloma es muy grande, persistente o complicado. Es un método definitivo, pero implica un mayor riesgo de sangrado, infección o cicatriz.
Cuidados que se deben tener con el granuloma umbilical
Para prevenir y tratar el granuloma umbilical, es importante mantener una buena higiene y unos cuidados adecuados del ombligo del bebé. Algunas recomendaciones son:
- Lavarse las manos antes de tocar el ombligo del bebé, para evitar contaminarlo con gérmenes.
- Limpiar el ombligo con agua y jabón neutro durante el baño, sin frotar ni rascar, y secarlo bien con una gasa o una toalla suave.
- Cubrir el ombligo con una gasa estéril, que se debe cambiar cada vez que se moje o se ensucie, o dejarlo al aire libre, según las indicaciones del pediatra.
- Evitar el uso de alcohol, agua oxigenada, betadine o cualquier otro producto que pueda irritar o resecar el cordón umbilical o el granuloma.
- Evitar el roce o la presión de la ropa o el pañal sobre el ombligo, usando prendas holgadas y doblando el borde del pañal hacia abajo.
- Seguir el tratamiento prescrito por el pediatra, aplicando el nitrato de plata o el hilo quirúrgico según las instrucciones, y vigilando la evolución del granuloma.
- Consultar al pediatra ante cualquier signo de complicación, como sangrado, inflamación, enrojecimiento, pus, mal olor, fiebre o malestar del bebé.
En resumen, el granuloma umbilical es una lesión benigna que aparece en el ombligo del bebé después de que se cae el cordón umbilical. No es una infección ni una malformación, pero requiere un tratamiento para eliminarlo y favorecer la cicatrización. Con unos cuidados adecuados y el seguimiento del pediatra, el granuloma umbilical suele resolverse sin dejar secuelas.
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