Cuidados del bebé

Cunas convertibles ¿son prácticas?

Cunas convertibles
Descubre los pros y los contras que tienen las cunas convertibles

Cuando estamos preparando el dormitorio del bebé, puede surgir la duda de si hemos de comprar una cuna convencional o es mejor optar por las que son más modernas, las cunas convertibles, capaces de pasar a ser una cama de 90 cm qué usar cuando el bebé crece. Pero ¿son tan prácticas como parece? Lo analizamos a continuación.

Cuna convertibles ¿qué son?

Las cunas convertibles comenzaron a popularizarse hace poco más de una década. Si bien hasta comienzos del 2000, las cunas convencionales eran las que copaban el mercado, poco a poco comenzaron a surgir un tipo de cuna ligeramente más grande y ancha, que además incorporaba un módulo, con la presencia de un cambiador y unos cajones.

En la actualidad, ya podemos encontrar distintos modelos al respecto, pero todos ellos cumplen la función principal por la que fueron creadas estas cunas que no es otra de la poder tener una cama para el bebé, es decir la cuna, y a la vez una cama para cuando el niño crezca. 

Cunas convertibles

¿Son prácticas? 

Teniendo en cuenta que las cunas convertibles son un mueble más grande que cualquier cuna convencional, podemos pensar a priori que no es que vayan a ser demasiada prácticas para dormitorios pequeños, pero lo cierto es que si tenemos la suerte de hacer una inversión en una de estas cunas, les podemos sacar mucho partido.

Es evidente que este tipo de cuna es también más cara (su precio normalmente ronda los 1.000-1.200 €), y por ello puede que algunos padres no puedan, o no quieran asumir su gasto, pero también aquí, si tenemos en cuenta todos los años que la vamos a usar, es posible que sí merezca la pena dicha inversión inicial.

Dependerá en realidad de cada caso, pero hemos de tener en cuenta todos los pros y los contras de este tipo de cunas. Ya hemos hablado de tamaño y de precios, pero ¿y su funcionalidad? Las cunas convertibles no dejan de ser cunas grandes y amplias por lo que se hace imposible moverlas cuando el bebé es muy pequeño, o de hecho muchos padres esperan a poder usarla hasta que el bebé ya tenga al menos tres o cuatro meses.

En ese caso se hace necesario no solo el uso de un moisés, que muchos padres colocan en su dormitorio el primer mes de vida del bebé, sino que dependiendo del bebé (si se mueve mucho en la cuna o si vemos que es demasiado pequeño), es posible que la cuna convertible se vea demasiado grande, y se necesite comprar primero una cuna sencilla.

Con todo ello parece que la practicidad de este tipo de cunas se reduce, pero cuidado porque si podemos conseguir una cuna de alguien que nos ceda la que haya usado para sus hijos, o quizás comprarla de segunda mano, podemos comprar luego la cuna convertible para que el bebé la use a partir de los 6-9 meses y ya haya crecido para que no se «pierda» tanto entre el espacio de la cuna.

Piensa además que a pesar del precio, tenemos no solo la cuna o cama, sino también un cambiador y unos cajones amplios para la ropita del bebé, facilitando mucho el vestir o cambiar al bebé cuando se despierta o cuando lo vamos a acostar.

Además una vez tenemos que pasar al niño de la cuna a a su cama, solo tenemos que quitar los barrotes de la cama, desmontar el cambiador y los cajones y como resultado tendremos una cama de 90 cm y un mueble auxiliar o pequeña mesa escritorio.

Por último, señalar también que el «trauma» de dejar la cuna para pasar a la cuna que muchos bebés sufren, se puede evitar ya que en definitiva el niño comprobará como en realidad es el mismo mueble en el que se ha acostumbrado a dormir.

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