Cuidados del bebé

«Bed sharing»: qué es, diferencias con el colecho y cuáles son los riesgos y beneficios

Pros y contras de la técnica del "bed sharing" o compartir la cama con el bebé

Colecho, pros y contras de mantener a los bebés en la cama

bed sharing
Madre durmiendo siesta junto a su bebé.
Blanca Espada

El colecho, la práctica de dormir junto al bebé, ha sido una tradición milenaria en muchas culturas alrededor del mundo. Esta práctica permite a los padres responder rápidamente a las necesidades del bebé durante la noche, facilitando la lactancia y fortaleciendo el vínculo emocional entre padres e hijos. Numerosos estudios han señalado los beneficios del colecho, como la mejora del sueño tanto para el bebé como para los padres y la reducción del estrés infantil, sin embargo en los últimos tiempos se ha puesto de moda otra técnica que se conoce como «bed sharing» o compartir la cama con el bebé.

Esta práctica implica que el bebé duerma en la misma cama que sus padres, en lugar de hacerlo en una cuna o moisés adyacente. Aunque el «bed sharing» ofrece algunas ventajas similares al colecho, también presenta riesgos específicos que deben ser considerados cuidadosamente por los padres. Por ello es importante conocer bien la técnica, con todos sus «pros» y «contras» y algunos consejos adicionales en el caso de que se decida llevar a cabo.

¿Qué es el «bed sharing»?

El «bed sharing» es una práctica en la que el bebé duerme en la misma cama que sus padres. A diferencia del colecho, donde el bebé puede estar en una cuna o moisés separado pero cerca de la cama de los padres, el «bed sharing» implica un contacto físico directo y constante durante toda la noche. Esta proximidad puede ser beneficiosa para la lactancia materna y el establecimiento de un vínculo estrecho entre el bebé y los padres.

El «bed sharing» es común en muchas partes del mundo, especialmente en culturas donde se valora la cercanía física y la interdependencia familiar. Sin embargo, en algunos países occidentales, esta práctica ha sido objeto de controversia debido a los riesgos asociados, como el aumento del riesgo de asfixia y síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).

Diferencias entre el «bed sharing» y el colecho

La principal diferencia entre el «bed sharing» y el colecho radica en el lugar donde duerme el bebé. En el colecho, el bebé duerme en un espacio separado pero cercano a la cama de los padres, como una cuna, moisés o cuna sidecar. Esto permite a los padres estar cerca del bebé sin compartir el mismo espacio de sueño, reduciendo el riesgo de accidentes.

En contraste, compartir cama implica que el bebé y los padres compartan el mismo colchón y espacio de descanso. Esto puede facilitar el amamantamiento nocturno y proporcionar una mayor sensación de seguridad y confort para el bebé, pero también conlleva riesgos adicionales que deben ser gestionados adecuadamente.

Beneficios de compartir cama con el bebé

Repasemos todos los beneficios que tiene compartir cama con nuestro bebé durante la noche.

Facilita la lactancia nocturna

Una de las ventajas más destacadas del bed sharing es la facilidad con la que las madres pueden amamantar a sus bebés durante la noche. La proximidad constante permite a las madres amamantar sin necesidad de levantarse de la cama, lo que puede resultar en una mayor frecuencia de lactancia y una mejor producción de leche.

Promueve el vínculo emocional

El contacto cercano y continuo durante la noche puede fortalecer el vínculo emocional entre el bebé y los padres. La cercanía física y la capacidad de responder rápidamente a las necesidades del bebé pueden fomentar un sentido de seguridad y bienestar en el niño.

Mejora del sueño

Tanto los padres como el bebé pueden beneficiarse de un sueño más tranquilo y reparador. La capacidad de responder rápidamente a las necesidades del bebé puede reducir los despertares nocturnos prolongados y promover un ambiente de sueño más tranquilo.

Riesgos de compartir la cama con el bebé

El «bed sharing» está lleno de ventajas pero no deja de tener también algunos riesgos que ahora señalamos:

Asfixia y SMSL

Uno de los mayores riesgos del bed sharing es el aumento del riesgo de asfixia y síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Los bebés pueden quedar atrapados entre los padres, las almohadas o las mantas, lo que puede dificultar su respiración. Además, el riesgo de SMSL es mayor cuando el bebé comparte la cama con padres que fuman, consumen alcohol o están extremadamente cansados.

Caídas y lesiones

El compartir la cama también puede aumentar el riesgo de caídas y lesiones. Los bebés pueden rodar accidentalmente fuera de la cama, especialmente si no se toman las precauciones adecuadas para evitarlo. Las camas de los adultos no están diseñadas para la seguridad de los bebés, lo que puede aumentar el riesgo de accidentes.

Interrupción del sueño

Aunque el «bed sharing» puede mejorar el sueño para algunos, también puede ser disruptivo para otros. Los movimientos y ruidos de los padres durante la noche pueden despertar al bebé, y viceversa, lo que puede llevar a un sueño fragmentado y menos reparador para todos.

Cómo hacer que compartir cama sea seguro: consejos

Si decides compartir la cama con tu bebé, es crucial tomar medidas para minimizar los riesgos asociados, especialmente con los recién nacidos. Aquí tienes algunas recomendaciones importantes:

  • Colchón firme y libre de objetos blandos: Asegúrate de que el colchón sea firme y no tenga espacios donde el niño pueda quedar atrapado. Evita el uso de almohadas, mantas, peluches u otros objetos blandos.
  • Posición del bebé: Coloca siempre al bebé boca arriba para dormir. Esta posición reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
  • Evita sustancias nocivas: No fumes ni consumas alcohol o sustancias que puedan afectar tu sueño y estado de alerta.
  • Barrera de seguridad: Usa una barrera o protector en el borde de la cama para prevenir caídas del bebé durante la noche.
  • Control de temperatura: No cubras excesivamente al bebé y mantén la temperatura ambiente fresca para evitar el sobrecalentamiento, lo que también puede reducir el riesgo de SMSL.

Siguiendo estos consejos, puedes hacer que la práctica de compartir cama sea más segura para tu bebé, mientras disfrutas de los beneficios del contacto cercano y la facilidad para amamantar y consolar.

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