El XV Jazz Voyeur Fest afianza su continuidad
Concierto inaugural el 4 de noviembre con la cantaora Carmen Linares y Maria del Mar Bonet como artista invitada
Cuatro citas todas ellas muy sabrosas conforman el cartel de la XV edición del Jazz Voyeur Festival, que nos cita el 4 de noviembre para un concierto inaugural que forma parte de la gira Cantaora: 40 años de flamenco, toda ella consagrada a conmemorar la trayectoria de Carmen Linares a través de una antología de su obra; un recorrido que la ha convertido en leyenda viva del flamenco. El concierto será en el Trui Teatre, y como de costumbre a lo largo de esta gira, tendremos un artista invitado, en este caso Maria del Mar Bonet, que recientemente presentaba en el marco del Festival sus pinitos en el jazz confiándole a Toni Cuenca la dirección musical.
De alguna manera esta velada viene a resumir la naturaleza última del Jazz Voyeur: el diálogo de músicos locales con figuras internacionales, a modo de reinvención del Festival para consolidar su continuidad. Carmen Linares ya estuvo en Mallorca el 2 de junio del año 2000, es decir, en el ecuador de su carrera tomando como referencia este 2022. Entonces fue en aquel ciclo ya desaparecido, Noches Mediterráneas, que congregó en apenas seis años a una impresionante nómina de figuras internacionales. Claro que, ello fue posible, gracias al patrocinio de Michael Douglas asomándose ipso facto la crítica –fundamentalmente de la izquierda- que lo consideraba un festival elitista debido a su aforo reducido: 350 localidades. Se olvidaban del hecho de estar hablando de un ciclo que se apoyaba en la iniciativa privada.
Al año de presentarse en Costa Nord Carmen Linares fue reconocida con el Premio Nacional de Música 2001. Ahora regresa con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022. Además de invitar a Maria del Mar Bonet, esta velada inaugural incorpora con preámbulo igualmente exquisito: Gautama del Campo & Co, combinado de flamenco y jazz a partes iguales a base de saxo alto, guitarra flamenca, batería, contrabajo, percusión y cante. El aval de esta formación es haber ganado el premio al mejor instrumentista (saxo) en la edición del año 2015 del Cante de las Minas.
El día 10 de noviembre se nos convoca en el Auditorio del Conservatorio Superior de Baleares, donde podremos conocer de primera mano esa idea original del pianista danés Niels Lan Doky, Jazz/Takes, que supone la reunión de grandes figuras del género como el saxofonista Bill Evans (nada que ver con el pianista legendario), el bajista Darryl Jones y el baterista Harvey Mason, todos ellos formando el cuarteto que liderará a la Big Band del Conservatorio Superior dirigida por Toni Cuenca. En esta ocasión, la presencia de músicos locales adquiere rango de protagonistas.
La tercera cita del Jazz Voyeur Fest es bien singular, el 17 de noviembre y de nuevo en Trui Teatre. En esta ocasión nos dispondremos a presenciar un duelo de pianos con raíces: de una parte el cubano Gonzalo Rubalcaba y de la otra el gaditano Chano Domínguez, tanto como decir la fusión entre jazz latino procedente del Caribe y el flamenco-jazz del que Chano es referente.
El cierre del XV Jazz Voyeur Fest está previsto el 7 de diciembre, también en Trui Teatre, esta vez con la ya tradicional presencia de coros de góspel.
Procedente del Mississippi arribará Black Heritage Choir para conmemorar el 50 aniversario de la grabación que hiciera Aretha Franklin de Amazing Grace, que históricamente se reconoce como el simbólico regreso de Lady Soul a su antigua condición de hija del predicador. Esta clausura también servirá para que el Mallorca Gospel Choir se mida de igual a igual con una formación de genuina procedencia. Probablemente sea la edición que mejor ha canalizado las sinergias entre formaciones locales y figuras externas.
Roberto Menéndez, que llegó a Mallorca con un cuarto de siglo a cuestas como promotor de conciertos de jazz, nos está dejando su legado con este Jazz Voyeur Festival que desde sus inicios ha capeado la adversidad.
«En esta nueva edición», subraya Menéndez, «nos enfrentamos a los retos postpandémicos, donde el jazz se vuelve más nómada que nunca. Este es el momento en el cual los músicos más jóvenes tienen que tomar el relevo generacional, porque las grandes leyendas ya no están con nosotros». En relación a la presencia de determinadas formaciones locales, Menéndez lo deja muy claro: «La educación es fundamental y por eso pretendemos que el Jazz Voyeur Festival no solamente sea un proyecto de entretenimiento sino también una plataforma de formación». Está claro que la referencia es a las master clases, aprovechando la presencia de figuras internacionales, si bien es asimismo una oportunidad única que la Big Band del Conservatorio pueda participar del proyecto Jazz/Takes o que Mallorca Gospel Choir se pueda medir con una formación que transmite la herencia sureña.
He ilustrado estas líneas con una imagen de Carmen Linares porque ella es la encarnación contemporánea de una gran dama de la música y participa de este reconocimiento el hecho de que podamos escuchar algún dueto en las voces de Carmen Linares y Maria del Mar Bonet. Algo mayúsculo.