Monja agustina y ex directora general de Santa Mónica

Sor Serafina: «Tengo 87 años y dejo la dirección del colegio, pero Santa Mónica es mi vida y me quedo»

"De jubilarme nada, voy a seguir trabajando en lo que pueda y si no puedo hacer una cosa, haré otra"

"He creado el club de fútbol, el coro, la escuela de música, la cofradía, el grupo de teatro... todo lo que se me ha ocurrido"

"Nosotros intentamos que los alumnos salgan de aquí siendo buenas personas, competentes y trascendentes"

"Impregnamos a los alumnos valores como la solidaridad, la paz, la amistad, el amor y la alegría"

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De cuando en cuando la vida nos presenta personas especiales y alguna vez, extraordinarias. Esta entrevista pretende reflejar la fascinante figura, obra y trayectoria de una de estas personas. Se podría decir que nació en Campanet hace 87 años con el nombre de Carmen Vilanova, se podría decir que es una monja agustina que ha fundado un coro, una cofradía, una banda de música, un grupo de teatro, un club de fútbol, una escuela de música y que, junto a otra monja excepcional, ha creado uno de los colegios más importantes de Mallorca. Se podrían señalar muchas cosas más pero basta decir que se trata de Sor Serafina.

Es monja Agustina y ahora, a los 87 años de edad, se jubila como directora general del colegio Santa Mónica de Palma, colegio que la recordada madre Enriqueta y ella misma fundaron en 1973. Sor Serafina se retira de la dirección tras ver culminado su inmenso proyecto pero no se jubila. «De jubilarme, nada. Voy a seguir trabajando en lo que pueda», afirma.

Sor Serafina habla de su vida pasada, presente y futura. Dice que con 87 años  ya se siente algo cansada y que ahora se dedicará más a lo que siempre ha deseado: la vida contemplativa. Es difícil de creer porque esta monja agustina sigue en su despacho en plena forma dispuesta a seguir dando guerra.

Mucho más se puede contar del perfil de Sor Serafina, una apasionada de la vida, de la educación, de Jesús, la oración siempre presente, y también del fútbol siendo forofa del Real Madrid.

Una anécdota resume en cierto modo la figura de esta monja. En la reunión de redacción para preparar los temas del fin de semana se comenta ampliamente la entrevista a Sor Serafina. El director, Eduardo Inda, concluye en plan jocoso que la gente de bien siempre es del Madrid y se arma la polémica. Puede ser muy discutible pero lo que no es discutible es que Sor Serafina es una persona de bien y que es del Madrid.

PREGUNTA.-Oficialmente se jubila ahora, con 87 años y después de casi 30 como directora general del colegio Santa Mónica de Palma pero la realidad es que sigue en su despacho y trabajando.

RESPUESTA.-Seguiré trabajando en lo que pueda. Siempre estaré en el colegio. Para mí el colegio es la vida. Para mí, los niños, los profesores… han sido toda una vida. Con ellos hemos crecido, hemos trabajado juntos, hemos tenido claro lo que debíamos hacer. Me resulta muy difícil poder olvidar esto. Ahora me dedicaré un poco más al deporte que al colegio. Soy muy deportista y para el colegio está la nueva directora general, que es la que lo lleva todo. Yo simplemente acompañaré y estaré con la gente, porque de jubilarme nada. Si no hago una cosa, voy a hacer la otra.

P.-¿En cualquier caso, qué siente ahora en el momento de la jubilación oficial y después del inmenso trabajo que ha desarrollado en Santa Mónica?

R.-Bueno, pues yo le voy a decir que para mí ha sido una satisfacción. La verdad es que yo el último año ya lo pasé fatal. Fatal porque es muy duro. Yo aquí sentada tengo mucha fuerza, muevo el mundo, pero cuando empiezo a moverme ya la cosa es diferente. Según que cosas, como las largas reuniones, me cansan. Para mí esta jubilación ha sido una liberación, una liberación tras un deseo que he podido cumplir.

P.-¿Cuá ha sido este deseo?

R.-Quería dejar el colegio bien organizado. Lo he conseguido. Tenemos un claustro de profesores magnífico y muy unido y unos equipos directivos que funcionan la mar de bien. Tenemos un colegio con unos 2.300 alumnos,  no sé ahora exactamente cuantos, y no tenemos más porque no podemos admitir más, no tenemos sitio.

P.-Para preparar la entrevista hablamos con su compañera Sor Soledad, hasta la pasada semana superiora de la Casa Madre de las Agustinas, en la calle San Cayetano de Palma. Sor Soledad dice de usted que es un todoterreno, una gran emprendedora, que sabe hacer de todo y que siempre encuentra soluciones a los problemas. ¿Está de acuerdo?

R.-Sor Soledad me ha dicho siempre usted lo arregla todo, todo y todo. Si se estropea un grifo… Sor Serafina y si hay una avería eléctrica… Sor Serafina. Es cierto, siempre me han gustado mucho las cosas de la casa. Tener la casa bien me ha gustado mucho. También el jardín. He trabajado mucho en el jardín. Tenemos un jardín con mucho césped y siempre lo he cortado yo. Yo he trabajado mucho en la vida y en todo. Como dice Sor Soledad, he trabajado para todo y para todos.

P.-Usted nació en Campanet. ¿Cuándo y cómo se inició su vocación religiosa?

R.-Entré en la Congregación cuando estaba por cumplir 18 años. Hice dos años de noviciado y luego profesé. Hice los votos perpetuos en el 61. Y bueno, a partir de aquí he dedicado toda mi vida a la educación aparte de un largo paréntesis de 24 años en que fui madre general de la Congregación.

P.-¿Su familia le apoyó desde el primer momento en que decidió hacerse monja?

R.-Bueno, me apoyó porque era gente creyente, pero le supo muy mal. Mi madre me decía te vas y todavía no te he mirado, pero lo entendió. Pero sí, tuve apoyo familiar. Tuve una familia muy religiosa. Yo sé que hicieron un sacrificio grande y cuando han visto que estaba bien, que era feliz, han estado encantados.

P.-¿Cuá fue su primer destino?

R.-El colegio que teníamos en la calle San Miguel de Palma. El colegio de la Inmaculada. Durante la República se tuvo que cambiar el nombre y se denominaba Colegio Cisneros pero luego recuperó el nombre de Inmaculada.

P.-¿Y en 1973 qué hicieron usted y Sor Enriqueta?

R.-No todo lo que hicimos se puede contar. En primer lugar la Congregación pasó de ser de Derecho Local a Derecho Pontificio. Después hubo un momento en que llegó la Ley de Villar Palasí y tuvimos que cambiar todos los colegios, prácticamente hacer todos los colegios nuevos. Aquí donde estamos, en Els Hostalets de Palma, había un colegio de una sola línea. Cerramos el colegio de San Miguel y nos trasladamos aquí y así nació Santa Mónica donde ahora tenemos cinco líneas. Empezó con la madre Enriqueta pero después el colegio fue creciendo y después de ella ha crecido más. Yo tuve algo que ver con todo esto pero la realidad es que la madre Enriqueta hizo de la Congregación algo grande. Cuando entró en la Congregación ésta no era nada en todos los
sentidos, ni en el cultural ni en lo económico.

[Sor Enriqueta fue madre general de Agustinas del Amparo y falleció en 2016]

P.-¿Se puede decir que la madre Enriqueta y usted Fundaron Santa Mónica?

R.-Bueno, iniciamos el proceso de Santa Mónica las dos. El colegio de la calle San Miguel se trasladó aquí y así nació Santa Mónica.

P.-Inicialmente no se llamaba Santa Mónica.

R.-El colegio que había aquí, en Els Hostalets, se llamaba Nuestra Señora de la Consolación. Y luego, al trasladar aquí el colegio de la calle San Miguel estuvimos pensando un nombre. Tenía que ser un nombre agustiniano y elegimos el nombre de Santa Mónica. [Santa Mónica fue la madre de San Agustín].

P.-Habrá costado mucho trabajo y mucho esfuerzo haber creado todo lo que hoy en día es Santa Mónica.

R.-Mucho trabajo, mucho esfuerzo y muchos sacrificios económicos. Lo llegamos a pasar mal. Yo recuerdo que un año para hacer un regalito a cada una de las monjas de la comunidad tuvimos que sacar toda la calderilla que teníamos porque estábamos sinceramente mal. Pero la madre Enriqueta tenía un valor tremendo y con toda la pobreza que teníamos logró todo esto… todo lo que ahora es la Congregación y el colegio.

P.-¿Qué cargos ha tenido en el seno de la Congregación?

R.-No he sido nunca superiora, es curioso. Cuando yo tenía 32 años la madre Enriqueta me llamó para colaborar con ella en el Consejo General. Y entonces fui consejera de Pastoral. Estuve ocho años con la madre Enriqueta de consejera de Pastoral. Luego terminó la etapa de la madre Enriqueta y estuve 16 años de madre general de la Congregación. Luego me nombraron directora de Santa Mónica. Pero en el 2000 volvieron a elegirme madre general otra vez hasta el año 2004. Entre los años 1996 y 2000 la general fue Catalina Cunill y en esta época volví a ser consejera de Pastoral. Y poca cosa más.

P.-Bueno, ha sido directora general de Santa Mónica hasta hace dos semanas.

R.-He sido directora general y directora pedagógica de todo el colegio. Ahora hay dos equipos directivos. Siendo directora general lo tenía todo, pero al ver la fuerza que tomaba el colegio decidí fundar dos equipos directivos, uno de infantil y primaria y otro de ESO y Bachiller. Y me salió redondo porque son dos equipos directivos fantásticos.

P.-Y hace dos semanas, coincidiendo con el inicio del curso, anunció que se retiraba como directora general. ¿Por qué ha decidido jubilarse ahora?

R.-Pues porque como he dicho al principio, ya estaba cansada. El tiempo pasa y 87 años son muchos años. Pensé que había llegado el momento de poder dedicarme un poco a lo mío y lo mío es la contemplación. Quiero ser y empiezo a ser contemplativa, aunque en la calle. Para mí, lo importante ahora es  la contemplación siguiendo a Thomas Merton como mi mentor espiritual.

P.-Tengo entendido que en Santa Mónica ha creado muchas cosas: el coro, la cofradía, la banda de música, el grupo de teatro… y más cosas.

R.-Todo eso se ha ido fundando durante todo ese tiempo en que he sido directora general. Lo primero de todo fue el club de fútbol, un club deportivo que es una sociedad. Poco después fundé la cofradía, después fundé el coro. Es un coro formado por padres, madres, tíos y abuelos de alumnos Es un coro de gente mayor. Luego fundé la escuela de música, que está homologada hasta elemental. Los alumnos salen de aquí con el grado elemental de música para poder ir al Conservatorio.

P.-También un grupo de teatro.

R.-Fundaba todo lo que me venía a la cabeza. No dejaba nada.

P.-¿Quién le sustituye al frente de Santa Mónica?

R.-Sor Carmen Torres.

P.-¿Es una persona elegida por usted?

R.-No. Ha sido elegida por la madre general.

P.-¿Es una persona de su máxima confianza?

R.-Yo confío plenamente en ella. Hemos tenido muy buena relación toda la vida. Ella es peruana y hace años que está en Mallorca. Es de toda mi confianza, claro.

P.-¿Cuáles son los valores que Santa Mónica intenta transmitir a los alumnos?

R.-Mire, yo tengo una una concepción de los valores muy especial. Nosotros intentamos que los niños salgan de aquí siendo buenas personas, competentes y trascendentes. Este es el modelo de alumno que queremos. Creo que es importante conseguir esto y para ello hay que impregnar a los alumnos con valores como la solidaridad, la paz, la amistad, el amor, la alegría… Son todo valores evangélicos. Mi obsesión durante todo este tiempo ha sido que en el colegio se respire ese ambiente evangélico. Queremos, además, que cuando los padres vienen al colegio encuentran a los profesores con una sonrisa, dispuestos a solventar problemas, no a crear problemas. Queremos ayudar a los padres y hacer todo lo que podamos para que los niños crezcan en los valores que Jesús de Nazaret predicó hace 20 siglos. O sea que no es nada nuevo. Jesús fue una persona solidaria, una persona que sabía perdonar, una persona que sabía ayudar, una persona que siempre estaba dispuesta a hacer el bien a quien tenía delante. Y eso es lo que se tiene que valorar.

P.-¿Qué nos puede contar de la figura de Sebastián Gili, fundador de la Congregación Agustinas del Amparo?

R.-Sebastián Gil era un hombre de Dios, un hombre caritativo, que dedicó su vida a los más necesitados, a los más pobres, a los que más hacía falta. Y eso le llevó a ser director de todos los centros benéficos de Mallorca y de Ibiza.
Entonces este hombre fundó la Congregación de Agustinas del Amparo solamente con el deseo de que los niños de la inclusa tuvieran el cariño
de una madre y tuvieran la educación de cualquier niño de la calle educándoles en todas las ramas del saber que era posible. De ahí vienen los colegios que luego empezaron a fundarse. Los niños y niñas de la inclusa iban a nuestros
colegios y les ayudábamos a seguir su proceso.

P.-Sebastián Gili ya es ya el venerable y está pendiente su beatificación. ¿Cree que el hecho de tener ahora un Papa agustino puede facilitar su declaración de beato?

R.-No creo. Yo creo que el Papa está completamente aparte de eso. Es la Congregación para los Santos que lleva este asunto y no creo que el Papa influya por el hecho de ser agustino.

P.-¿Cuántos colegios tiene actualmente la Congregación?

R.-En Baleares tiene exactamente diez. Dos en Ibiza y los demás en Mallorca. Y después, fuera de Mallorca, tiene en Perú y Honduras.

P.-¿En cuántos países están presentes las Agustinas?

R.-Estamos presentes en España, Perú, Honduras, Panamá y no recuerdo si algún sitio más. Muy pronto estaremos en África. Ya nos están esperando.

P.-¿En África fundan un colegio o un convento?

R.-Será un centro de acción social en Kenia. Siempre nos dedicamos a la acción social.

 

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