El Mallorca saca un notable alto en el mercado de enero

Un notable alto. Ésta es la nota que hay que ponerle al Mallorca al cierre del mercado de fichajes de enero, que se ha saldado con las salidas de Franco Russo (Ludogorets), Lago Júnior (Málaga), Llabrés (Mirandés) y Cufré (New York City) y los fichajes de Hadzukadunic (Rostov), Augustinsson (Sevilla) y Morlanes (Villarreal). Javier Aguirre se queda con una plantilla con 24 fichas profesionales más la del meta ibicenco Leo Román. Le queda una licencia libre que, en caso de necesidad, podría ocupar acudiendo al mercado de jugadores en paro.

En principio la plantilla ha mejorado con los nuevos refuerzos. Hadzukadunic es una verdadera incógnita, pero Augustinsson es un jugador con experiencia en la Liga española, 50 veces internacional con Suecia, y que está en condiciones de competirle la titularidad a Jaume Costa, algo que no era ni planteable con Cufré, mientras que Morlanes está llamado más pronto que tarde a hacerse un hueco en el once inicial, además de cubrir una carencia en medio campo que era más que evidente, agravada además con la cada día más evidente marcha de Galarreta al Athletic en junio, cuando cumpla su contrato.

El Mallorca, además, no ha necesitado utilizar apenas recursos económicos ya que los tres fichajes son jugadores cedidos, aunque en el caso de Morlanes existe una cláusula de compra obligatoria si se consigue la permanencia en Primera División. También es cierto que, en contrapartida, tampoco se ha ingresado nada por las salidas, salvo una cantidad testimonial en el caso de Franco Russo.

La apuesta de futuro, además, la representa el fichaje del extremo colombiano Daniel Luna, internacional sub-20 por su selección, y que llega procedente del Deportivo Cali en calidad de cedido, con una opción de compra de un millón de euros sobre el 70% de sus derechos ejecutable a partir del 30 de junio. Luna llegó ayer en viaje relámpago y se volverá a marchar el próximo viernes porque Colombia está inmersa en la disputada del Sudamericano sub-20. Se reincoporará definitivamente a mediados de mes para, en principio, formar parte de la disciplina del filial, aunque la idea es que entrene con el primer equipo y Javier Aguirre vea día a día su evolución.

Luego, por supuesto, será el terreno de juego el que dicte si los refuerzos han sido o no suficientes pero, en principio y sobre el papel, hay que darle un notable alto a la dirección deportiva que dirige Pablo Ortells, que ha conseguido reunir las tres «b» de «bueno, bonito y -sobre todo- barato».