La falta de personal en el aeropuerto de Palma provoca el ‘abandono’ de pasajeros con movilidad reducida
El comité de empresa denuncia la "crítica situación" que sufre el servicio
Asegura que las sillas y vehículos están sucios, en mal estado y son muy antiguos


El comité de empresa del servicio de atención a las personas con movilidad reducida (PMR) en el aeropuerto de Palma ha advertido y denunciado la «crítica situación» que sufre el servicio, con falta de medios humanos y materiales que provoca dejar abandonados y expuestos a estos pasajeros. En un comunicado este martes, ha lamentado que la situación sea «estructural» y responsabilizado a Aena y a la empresa Adelte.
Según exponen, las sillas y vehículos disponibles están sucios, en mal estado y superan «con creces» la antigüedad máxima permitida por los pliegos técnicos. Esto supone que los trabajadores «se vean obligados a realizar sus funciones en condiciones indignas».
En muchos casos, aseguran, otros empleados ajenos al servicio o los acompañantes de los pasajeros deben empujar las sillas de ruedas ante la falta de personal.
Además, la falta de personal provoca que los pasajeros con movilidad reducida, personas mayores y con otras necesidades especiales, estén sin supervisión en puntos de espera durante largos periodos.
Según los trabajadores, algunas de estas personas deben desplazarse por su cuenta para no perder vuelos o conexiones, desembarcan solas tras más de 30 minutos de espera dentro del avión.
«Hemos visto a usuarios llorar al llegar a destino, temiendo haber perdido maletas, autobuses, taxis o incluso a sus acompañantes por los tiempos abusivos de espera», alertan.
Igualmente, el comité rechaza las condiciones laborales de los trabajadores, señalando que a pesar del aumento de pasajeros y necesidades este año hay menos personas y menos horas contratadas que en 2024. Además, apuntan que las obras del aeropuerto complican la movilidad e incrementan las distancias.
Actualmente, el servicio cuenta con unos 110 trabajadores con contrato fijo a jornada completa y unos 200 fijos discontinuos a jornada parcial. Según lamentan, los representantes sindicales la empresa ha manifestado que ningún fijo discontinuo estará a jornada completa este verano y que se contratará nuevo personal, lo que genera, a su juicio, «una precariedad injustificada».
El personal fijo discontinuo está a cuatro, cinco y seis horas diarias. Para el comité de empresa, se «abusa de la necesidad económica del personal, ofreciendo aumentos de jornada o turnos adicionales sin apenas preaviso y disfrazándose de voluntarios, ocultando la precariedad de las condiciones ofrecidas».
Un servicio «abandonado»
Los trabajadores aseguran que la empresa conoce la situación y la acusan de aprovecharse de ella. En este sentido, señalan que muchos trabajadores están abandonando el servicio por la «inestabilidad».
En este sentido, exponen que diariamente se viven situaciones para las que el personal no está preparado. Concretamente, hay entre uno y dos operarios por turno para asistir a 300-400 pasajeros en la recogida de equipaje, así como entre uno y dos para embarcar de siete a diez pasajeros en silla de ruedas.
También habrían coordinadores que realizan tareas operativas mientras son utilizados como punto de información por otros pasajeros, llegadas a aviones con 30-50 minutos de retraso, abandono de pasajeros en cintas de maletas o puntos de espera sin supervisión, y se solicita al acompañante que empuje la silla o se obliga al pasajero a caminar largas distancias para no perder el vuelo.
Estas situaciones provocan conflictos con pasajeros y personal de otras compañías. «Sufrimos insultos, agresiones verbales y ataques por un servicio deficiente del que Adele es responsable», lamentan.
Desde el comité apuntan también que en la plantilla hay trabajadores con discapacidad que no pueden soportar el maltrato y la presión sin afectación emocional y que otros se ven forzados a sobrepasar sus límites físicos para cumplir tareas.
«No se respetan ni las necesidades del servicio ni la normativa laboral que protege a los trabajadores con necesidades especiales. Vivimos estas situaciones sin saber cómo gestionarlas», agregan.
El comité ha denunciado tres veces ante Inspección de Trabajo, dos ante el Tribunal de Arbitraje y Mediación de Baleares (Tamib) y se han hecho dos intervenciones del Instituto Balear de Seguridad y Salud Laboral (Ibassal).
Igualmente, traslada su preocupación ante el despido este mes de abril de tres trabajadoras fijas discontinuas por «hechos imputables» del verano pasado.
«Dejaron de trabajar en noviembre de 2024 y ahora, al ser llamadas para la nueva temporada, se encuentran con despidos disciplinarios sin explicación ni indemnización», critican.
Con todo, reclama que el servicio cuente con el personal y recursos necesarios, que la empresa presente un cuadrante de rotación de libres para todo el personal, personal fijo discontinuo a jornada completa de mayo a noviembre, contratos mínimos de seis horas y adecuar los contratos a las funciones reales.
«El servicio PMR no es un favor ni una cortesía. Es un derecho. Mientras se siga permitiendo este abandono, Aena y Adelte serán responsables de cada minuto de sufrimiento innecesario que viven nuestros usuarios y nuestros compañeros», zanja el comité en el comunicado.