Docentes de Baleares usan a los alumnos en los centros para llamar a la revuelta contra el español
En el CEIP Pintor Joan Miró un centenar de niños rodeaban a los 'camisetas verdes'
En otros centros los alumnos han aparecido posando junto a los profesores


Algunos de los colegios públicos en los que este miércoles se celebraron actos públicos de protesta contra el acuerdo entre PP y Vox sobre el español en los centros educativos no han tenido ningún problema en permitir la presencia de los alumnos -todos menores- en dichos actos. Y no sólo eso, si no que, a tenor de lo que muestran las fotografías incluso han alentado y promovido tenerlos como público del acto de protesta. Hay imágenes que acreditan el uso de alumnos para alentar la revuelta de los ‘camisetas verdes’ contra el español en al menos dos colegios de Palma.
El caso más grave del uso de los menores se ha dado en el CEIP y ESO Pintor Joan Miró, del Polígono de Levante de Palma. La imagen muestra al colectivo de docentes con sus camisetas verdes lanzando su doctrina con micrófono y altavoz, rodeados de un centenar de alumnos con sus mochilas, sentados en el suelo escuchando los discursos. La evidencia es que están en el patio del colegio y que la situación se ha dado o a la entrada o a la salida de la jornada del colegio.
También aparecen niños en las fotos de los docentes posando con sus pancartas en el CEIP Infant Felip, de la barriada palmesana de El Molinar.
A vista de todo el mundo, se ha llevado a cabo un uso doctrinal de los menores de edad en su campaña de protestas y de discurso político con consentimiento de docentes y de centros educativos.
Precisamente a la misma hora en la que se llevaban a cabo estas lecturas de manifiestos en más de un centenar de colegios públicos, la portavoz de Vox en el Parlament, Manuela Cañadas, ha acusado a algunos docentes de cometer «auténticas barbaridades» por su oposición a las medidas relativas a la educación que incluye el pacto presupuestario que han firmado con el PP.
Lo ha dicho este miércoles en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Junta de Portavoces, en la que también ha afeado a la izquierda y a «sus sindicatos y chiringuitos» de alentar el «boicot» y tratar de «impedir la aplicación y el cumplimiento de la ley».
«Son antidemocráticos, por mucho que luego se les llene la boca con palabras grandilocuentes. Estas pataletas no son más que los últimos coletazos de una izquierda sin rumbo que pretende ganar en las calles lo que ha perdido en las urnas», ha sostenido.
Cañadas ha hablado de centros «enviado circulares a los padres para traer a sus hijos con camiseras verdes a las graduaciones» y sindicatos «tachando de vergüenza un acuerdo democrático y llamado al boicot». «Estamos viendo auténticas barbaridades», ha apuntado.
«¿Estos son los que se supone que tienen que educar a nuestros hijos y nietos de forma imparcial y sin adoctrinamientos?», se ha preguntado de forma retórica.
Cañadas ha dicho estar «completamente de acuerdo» con lo que su compañero de partido Sergio Rodríguez dijo acerca de los miembros de la Asamblea de Docentes en el pleno del martes, cuando consideró que si no fuera por la «buena voluntad» del conseller de Educación y Universidades, Antoni Vera, ya hubieran sido expedientados y puestos «en la calle».
La protesta de la Asamblea de Docentes
Un total de 103 centros de Baleares se han adherido al manifiesto impulsado por la Assemblea de Docents contra el «pacto de la vergüenza» de PP y Vox.
Así, un centenar de centros se han sumado al llamamiento de la Assemblea de Docents para expresar su rechazo al acuerdo presupuestario con la lectura del manifiesto en los centros durante este miércoles, según han informado desde la Assemblea.
En el manifiesto, denuncian el «retroceso social y educativo gravísimo» que supone el acuerdo y expresan su «rechazo más contundente» a unas políticas que, a su parecer, menosprecian la educación pública, atacan la enseñanza en catalán y ponen en riesgo los valores de la tolerancia, la solidaridad, los derechos humanos y la igualdad.
Para estos docentes, el acuerdo no da respuesta a los problemas reales de los centros educativos sino que «los agravia e instrumentaliza». Las medidas, consideran, «destilan xenofobia» y «no tienen otro objetivo que reforzar sus campañas de odio contra las personas migrantes y el colectivo vulnerabilizado como los menores no acompañados».
«Estos niños son nuestros alumnos y no permitiremos que los criminalicen», advierten, agregando que el pacto quiere «destruir» uno de los ejes vertebradores de la sociedad e instrumento indispensable de inclusión y de cohesión social, como es la enseñanza en lengua catalana.
En este sentido, reza el manifiesto, no permitirán que «su sectarismo hunda la igualdad de oportunidades entre el alumnado, venda de donde venga».
Por otro lado, censuran que el pacto también «alimenta el negacionismo climático», desafiando el pensamiento crítico y el rigor científico que estos docentes quieren enseñar y, por último, «atenta» contra los valores y la memoria democrática.
«Ante esto, es nuestra responsabilidad boicotear sus efectos y hacer que estos acuerdos sean papel mojado cuando lleguen a los centros», subrayan.
Igualmente, reclaman una escuela inclusiva, democrática, crítica y que promueva el bien común, una educación pública y de calidad, con recursos suficientes y con unas condiciones laborales que dejen de propiciar la huida de docentes, así como el respeto absoluto por la lengua catalana, como eje vertebrado de la identidad y como herramienta de cohesión social.
«Ante los intentos de imposición y de censura, ante los recortes y las amenazas, responderemos con firmeza y dignidad. Porque la educación no es un privilegio, es un derecho, y no dejaremos que nos la quiten. Ni un paso atrás», concluye el texto leído en los centros.