Los camareros del Alaska: «No sabemos si seguiremos, pueden venir otros con más dinero y quedarse el bar»
El objetivo ahora del Consistorio palmesano es someter el establecimiento a un concurso para su concesión
El bar a día de hoy se explota en precario en función de un canon que se actualiza cada año ya que su concesión finalizó en 2007
Clientes opinan que la decisión de Cort es "una pequeña victoria para Palma y sus ciudadanos"
Hasta el día de hoy, la supervivencia del bar Alaska de Palma era toda una incógnita. Tras meses de protestas de muchos vecinos de la ciudad por su posible desaparición, la popular y emblemática hamburguesería finalmente se quedará en la céntrica Plaça des Mercat. Ahora, los planes del Ayuntamiento pasan por someter el local a un concurso para su concesión, un hecho que preocupa a los actuales dueños: «No sabemos si seguiremos, pueden venir otros con más dinero y quedarse el bar», aseguran.
Francisco Soria es uno de los seis trabajadores que mantienen el Alaska diariamente. Ejerce como camarero desde 1969 y ahora explica que «si el Ayuntamiento de Palma lo vuelve a sacar a concurso, tendremos pocas posibilidades de quedarnos porque vendrá gente con mucho dinero. Nosotros tenemos pocas opciones».
Cabe recordar que estas instalaciones actualmente se explotan en precario en función de un canon que se actualiza cada año, ya que su concesión finalizó hace años, concretamente en 2007. Por ello, Soria apunta que «si finalmente nos quedamos, estaremos encantados de la vida y los clientes habituales también estarán muy contentos».
La posibilidad real de que el bar Alaska terminara desapareciendo por reformas a las que se tiene que someter la Plaça des Mercat generó muchas críticas ciudadanas hasta el punto de que se hizo una campaña de recogida de firmas para salvar la hamburguesería, donde participaron 3.000 personas.
Sobre este apoyo social, Soria asegura que «lo principal para cualquier proyecto es el apoyo que tienes. Nosotros lo hemos notado, muchos clientes nos trasladan su apoyo siempre que vienen y nos preguntan que pasará al final con nosotros. Muchos clientes nos decían que habían participado en la recogida de firmas».
«Es una pequeña victoria para Palma y sus ciudadanos»
Con la nueva noticia de que el bar Alaska finalmente no se moverá de lugar ni desaparecerá, muchos clientes y vecinos de Palma han reaccionado positivamente al anuncio.
Mateu Fiol ha declarado a OK DIARIO que «la pervivencia del Alaska significa un cambio en el desinterés que tradicionalmente ha mostrado el Ayuntamiento hacia aquel patrimonio que no aparece en carteles de turoperadores y guías de viajes. Se trata de una pequeña victoria para Palma y sus ciudadanos que nos demuestra la importancia y el poder de la presión social».
Por otro lado, Alejandro Clemente considera que «es una buena decisión que se mantenga el Bar Alaska. Hubiese sido un error flagrante cerrarlo. Así que creo que esto es algo positivo, no sólo porque el establecimiento siga abriendo sus puertas, sino porque es un establecimiento muy querido por la gente de Palma».
El rediseñado establecimiento tendrá un baño público
Este martes, el Ayuntamiento de Palma ha anunciado el pre proyecto arquitectónico de remodelación para este espacio urbano de la capital balear y en el que el Bar Alaska sufrirá un rediseño en sus instalaciones. Tal y como ha anunciado el regidor de Urbanismo, Vivienda y Proyectos Estratégicos, Óscar Fidalgo, la histórica hamburguesería tendrá en la parte posterior una celosía transparente y un biombo semicircular anexo a un baño público.
Y es que el objetivo, según ha explicad Fidalgo, es «dignificar la imagen» del popular establecimiento. El dirigente popular ha manifestado que «el anterior equipo de gobierno municipal se enfrascó en el debate Alaska sí, Alaska no, y ahí se quedó, pero esto se ha zanjado».
El bar Alaska echó a andar en 1936
Ahora, este emblemático bar seguirá siendo uno de los principales puntos de encuentro de los ciudadanos para comer o tomar algo. El bar abrió sus puertas en el año 1936, un bar que «siempre ha estado aquí. Toda la gente de más de 50 años han pasado por aquí y saben que es un bar que nunca se ha movido», explica Soria.
Un bar en el que la mayoría de la clientela «es gente de aquí de toda la vida. Un 80 o un 90% son de Palma, el resto son extranjeros», zanja Soria.