Sucesos

Un toxicómano sufre un brote psicótico y arranca un dedo de un mordisco a un guardia civil en Almería

El hombre masticó la falange y la escupió al suelo mientras amenazaba de muerte a los agentes

Según sus padres, llevaba tres días consumiendo drogas

Un toxicómano sufre un brote psicótico y arranca un dedo de un mordisco a un guardia civil en Almería
Agente de la guardia civil víctima del ataque, tras la intervención quirúrgica.
David García de Lomana

Un guardia civil ha resultado herido de gravedad tras el ataque de un toxicómano en Garrucha (Almería), que tras sufrir un brote psicótico le arrancó de un mordisco la última falange de un dedo, la masticó y la escupió al suelo. El agresor llevaba tres días consumiendo drogas.

Los hechos se produjeron a las 1:20 horas de este martes, cuando la Guardia Civil recibió una llamada en la que se solicitaba auxilio por el brote psicótico de una persona en un domicilio de Garrucha. El hombre se encontraba alterado y muy violento.

Al llegar los agentes, un equipo sanitario estaba ya intentando atender al individuo en una de las habitaciones de la vivienda, mientras sus padres permanecían en la planta baja. El hombre se resistía a ser auxiliado y los padres relataron que su hijo acaba de salir de un centro de desintoxicación y llevaba tres días consumiendo drogas, haciéndoles la vida imposible y profiriendo todo tipo de insultos y amenazas. También manifestaron que iban a presentar una denuncia por violencia doméstica porque tenían miedo y no lo querían en casa.

Los agentes acudieron al dormitorio, donde los servicios médicos les informaron de que el hombre estaba sufriendo un brote psicótico por el consumo excesivo de drogas y era aconsejable pincharle un tranquilizante para controlarlo y reducirlo si querían proceder a su detención.

Durante una hora, la Guardia Civil intentó disuadirlo de forma dialogante para que accediera a ser sedado, pero el hombre no paraba de decir frases inconexas mientras reaccionaba de forma agresiva, abalanzándose violentamente contra los agentes, que se vieron obligados a reducirlo en el suelo. Al intentar colocarle las esposas, se resistió de forma activa, con puñetazos y patadas.

En ese momento, el hombre mordió la mano de uno de los guardias civiles, arrancándole la última falange del dedo índice de la mano izquierda. Luego masticó el dedo y lo escupió al suelo mientras gritaba «¡os tengo que matar!». También mordió varias veces en el brazo al mismo agente, al que arrancó el reloj de un bocado, dio un rodillazo en la cabeza a otro y rompió la jeringa de una patada.

La Guardia Civil tuvo que solicitar apoyo urgente a las patrullas cercanas, que llegaron desde Vera y Sorbas. Finalmente, tras redoblar esfuerzos, los efectivos lograron reducirlo y un sanitario le administró el tranquilizante con una segunda jeringuilla, si bien en la ambulancia tuvo tiempo para golpear a otro técnico antes de que hiciera efecto.

Los servicios médicos trasladaron al hombre al Hospital La Inmaculada de Huércal Overa, adonde llegó inconsciente. El autor de los hechos es un varón español de 38 años, según han indicado fuentes policiales a OKDIARIO Andalucía.

El guardia civil que sufrió la amputación del dedo fue evacuado de urgencia al mismo hospital para ser intervenido quirúrgicamente. El agente que sufrió un rodillazo en la cabeza fue derivado al centro de salud de Garrucha, aunque posteriormente tuvo que ingresar también en el citado hospital, según las mismas fuentes.

El hombre fue detenido y se encuentra bajo custodia policial en el centro sanitario mientras se tramitan las diligencias, que serán trasladadas al juez. Se enfrenta a presuntos delitos de lesiones y atentado a la autoridad.

Jucil reclama pistolas táser

Tras los hechos, Jucil ha denunciado que esta «indignante» agresión «es una prueba más de que el principio de autoridad se erosiona mientras el Gobierno sigue de brazos cruzados». El sindicato ha pedido una vez más que se reconozca a la Guardia Civil la condición de profesión de riesgo, ya que los agentes afrontan «a diario delincuencia violenta, bandas organizadas, narcotráfico y situaciones de enorme peligrosidad».

Por ello, Jucil ha exigido la dotación de pistolas táser y más chalecos antibalas, ya que hay agentes aún sin ellos o con tallas erróneas, más vehículos, porque su estado actual es «lamentable», y más personal, ya que «hay plantillas que llevan más de una década sin actualizarse».

Pistola táser. (Europa Press)

Además, añaden, la provincia de Almería ostenta el «triste récord» de registrar «casi un ataque semanal a nuestros compañeros», por lo que reclaman al Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska que «atienda de forma urgente la necesidad de ampliar las unidades» en estos municipios.

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