Jamón Ibérico

El mejor jamón ibérico del mundo se compra en esta venta a pie de carretera de este pueblo de Huelva

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Blanca Espada

La carretera que conecta San Juan del Puerto con Cáceres, justo en el tramo que pasa junto a Jabugo, se ha convertido con el tiempo en una referencia para quienes buscan buen el. mejor jamón ibérico. No es una vía diseñada para atraer turismo ni aparece destacada en los mapas, pero concentra varias tiendas muy conocidas dentro del sector. La que más miradas se lleva es la Bodega Cinco Jotas, una venta situada a pie de carretera que muchos viajeros incluyen ya como parada fija cuando pasan por la zona.

En esos pocos metros aparecen bodegas tradicionales, comercios familiares y tiendas especializadas que viven prácticamente del ibérico. Aun así, la mayoría de visitantes acaba entrando primero en Cinco Jotas, sobre todo por la trayectoria de la marca y por la posibilidad de ver de cerca cómo trabajan. Su tienda gourmet, dónde se vende el mejor jamón ibérico, suele tener movimiento a cualquier hora y no es raro encontrar gente que llega expresamente para comprar allí o para apuntarse a alguna de las visitas guiadas que organizan cada día. Este tramo de carretera resume bien por qué Jabugo mantiene desde hace décadas su prestigio. La combinación de productores locales, visitas guiadas y un entorno ligado históricamente al ibérico convierte esta zona en un punto de referencia para quienes buscan calidad y tradición.

El mejor jamón ibérico del mundo se compra en esta venta a pie de carretera

La venta más conocida de la zona es la Bodega Cinco Jotas, que ofrece varias modalidades de visita para conocer desde dentro cómo se elabora su jamón de bellota cien por cien ibérico. La propuesta básica es la Esencia Cinco Jotas, un recorrido de unos sesenta minutos por sus bodegas centenarias que incluye una degustación de jamón maridado con vino. El precio es de 28 euros por persona, con tarifa reducida para menores entre tres y doce años.

Quienes desean ampliar la experiencia pueden añadir una degustación de embutidos de bellota cien por cien ibéricos. Incluye caña de lomo natural, caña de lomo tradicional, caña de presa y salchichón, acompañados de una copa de oloroso. Este suplemento cuesta 18 euros por persona y prolonga la visita hasta unos ochenta minutos.

La opción más completa es la Experiencia Cinco Jotas. Incluye la visita a la bodega y una salida al campo para conocer la dehesa y la forma de vida del cerdo ibérico en libertad. Su duración ronda las tres horas y media y el precio es de 70 euros por persona, con tarifa reducida para menores. También puede añadirse la degustación ampliada por 18 euros.

 

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Para quienes buscan una experiencia totalmente personalizada, el establecimiento ofrece talleres con maestros cortadores, cursos privados y un maridaje exclusivo que combina jamón de bellota con caviar ecológico Riofrío y champagne Piper Heidsieck. Esta última propuesta cuesta 120 euros por persona.

La tienda gourmet y el centro de visitas abren de lunes a sábado de 10:00 a 18:00 horas, y los domingos hasta las 14:00 horas. Todas las actividades requieren reserva previa y están sujetas a confirmación.

Otros establecimientos de la carretera

Aunque Cinco Jotas es el principal reclamo, no es el único. A lo largo de este tramo se encuentran comercios que también forman parte de la tradición ibérica de la zona. Entre ellos destacan el Supermercado Sánchez de Jabugo, Casa Miguel, La Bodega de Manuel, Corteibero o La Cañada de Jabugo. Cada uno ofrece su propio surtido de jamones, embutidos y productos derivados, con exposiciones que recuerdan la importancia de esta industria en la vida local.

La concentración de establecimientos dedicados al ibérico en un recorrido tan corto es uno de los elementos que más llama la atención a quienes visitan el municipio. No existe otro punto en España con una oferta semejante en tan pocos metros.

El pueblo de Jabugo y su relación con el ibérico

Jabugo no se entiende sin el ibérico, pero el municipio tiene bastante más trasfondo del que suele aparecer en las etiquetas. Está dentro del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, una zona donde el clima y la altitud ayudan a que la curación de los jamones siga funcionando igual de bien que hace décadas. Ese equilibrio entre entorno y oficio es una de las razones por las que el producto local mantiene tanta reputación.

Aun así, la historia del pueblo es mucho más antigua. En la Cueva de la Mora, situada a pocos kilómetros, se han encontrado restos que apuntan a presencia humana desde tiempos prehistóricos. Y, ya en épocas posteriores, tras la Reconquista, llegaron familias del norte que dejaron su huella en costumbres y expresiones que todavía se escuchan. Incluso el nombre de Jabugo podría proceder de un término leonés relacionado con el saúco.

El núcleo urbano es pequeño y fácil de recorrer. Calles blancas, comercios tradicionales y una plaza del Jamón que actúa como punto central. La iglesia de San Miguel Arcángel destaca sobre el resto y, para quienes quieran aprovechar la visita, hay varios senderos que salen desde el casco urbano y se adentran en las dehesas donde viven los cerdos ibéricos. Es un paisaje que forma parte del día a día del pueblo y que ayuda a entender por qué aquí se produce un jamón tan reconocido.

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