Jupol avisa de que la Policía está desbordada por la avalancha de inmigrantes: «Almería ya no es segura»

Héctor Gómez, secretario provincial de Jupol Almería y coordinador nacional de Jupol Pateras, ha concedido una entrevista a OKDIARIO Andalucía, en la que ha alertado de la crítica situación que atraviesan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) en la provincia. Las continuas avalanchas migratorias que azotan las costas almerienses, junto al abandono del Ministerio de Interior, han provocado que desde Jupol alerten de que «Almería ya no es segura». 

En Almería, según denuncia Héctor Gómez, todos los inmigrantes que llegan se centralizan en el CATE (Centro de Atención Temporal de Extranjeros) de la provincia -el único que hay-, donde «no se respetan los aforos». Para muestra un botón: el pasado fin de semana llegaron más de 500 inmigrantes ilegales a Almería, donde el CATE apenas tiene aforo ¡para 170!

Pero sobre todo, los policías hablan de la impotencia que sienten al saber que «muchos marroquíes que son expulsados por cometer delitos vuelven en patera en un mes».

Argelinos y marroquíes

Según denuncian desde Jupol, en Almería, desde marzo de 2020 el 95% de las pateras que han llegado son personas de nacionalidad argelina, los demás, «casi todos marroquíes». «Como Francia ha cerrado el grifo, están viniendo todos aquí. Y se quedan en libertad. Son personal sin cualificación así que o trabajan en el campo o se terminan dedicando a la delincuencia», admite Héctor Gómez.

«Aquí no vienen ingenieros, médicos, maestros o abogados. Nos consta que en Marruecos, cuando nos han mandado pateras, nos han mandado mucha gente que han sacado de las cárceles. Llevo en Almería 15 años y he trabajado en Melilla. Y ahí, tiempo atrás, era la propia policía marroquí la que les construía las embarcaciones», afirma el portavoz de Jupol Almería, que expone que «ahora el negocio, entre comillas, es otro. Hay más dinero, hay más personal y hay más organizaciones implicadas; entonces ya las mafias están más organizadas. Igual que el de armas, de prostitución o de drogas, las mafias de la inmigración también están organizadas».

«Son personal sin cualificación así que o trabajan en el campo o se terminan dedicando a la delincuencia»

Además, el coordinador nacional de Jupol Pateras añade que la Guardia Civil ya no vigila las costas para evitar que entren inmigrantes ilegales, «ahora están para asegurarse de que se les rescata». «No por orden de la Guardia Civil, sino por el Gobierno. Ahora la situación, encima, ha empeorado más porque el Ministerio de Interior nos tiene abandonados. A nosotros y a la Guardia Civil», insiste.

«Tenemos menos medios y sobre todo menos apoyo. Somos meros carceleros», se lamenta Héctor Gómez, que cree que «aquí las ONG, sobre todo Cruz Roja, ganan mucho dinero con los inmigrantes ilegales». «Cuanto más llegan, más dinero ganan», subraya.

Estancia en el CATE de Almería

Cuando entran en los CATE (Centro de Atención Temporal de Extranjeros) están bajo una detención técnica, una mera detención administrativa. Antes, con la antigua Ley de Extranjería, en cuanto «se les detenía se les metía en un avión o en un barco y se les expulsaba», recuerda Héctor Gómez, que subraya que ahora, sin embargo, «sólo puede expulsarlos un juez, lo que hace que se ralentice todo mucho más».

«Aquí las ONG, sobre todo Cruz Roja, ganan mucho dinero con los inmigrantes ilegales»

«Ahora mismo la detención que les hacemos es técnica. Entonces, ¿qué ocurre? Están detenidos en un centro que es como un calabozo de una comisaría. Es decir, que la estancia máxima es de 72 horas. Y a partir de ahí sólo un juez puede ampliar 48 horas más la detención. Pero sólo en casos de terrorismo o de delitos más graves. Aquí no suelen pasar más de 72 horas», afirma el portavoz de Jupol Almería.

Almería, en riesgo

«A Almería llevan quince años llegando pateras ininterrumpidamente; todos los días, los doce meses del año. Aquí ahora mismo llevamos más de 160 pateras en lo que va de año. Se va a superar de sobra el récord», advierte Héctor Gómez

«Desbordan a la Guardia Civil. En esta última oleada han llegado más de 500 en 40 pateras en apenas tres días. Y el aforo del CATE de Almería tiene un aforo de 170 personas. Al final se les va poniendo en libertad muy rápido. No da tiempo ni a Frontex a hacer su trabajo de investigación porque se les pone en libertad rápidamente para que entren más», alertan en Jupol, desde donde recuerdan que «esta gente no huye de ninguna guerra, ni huyen de un Gobierno por motivos religiosos o de orientación sexual».

¿Dónde van?

Pero, tras las 72 horas en el CATE de Almería, ¿dónde van? «Se los llevan las ONGs en autobuses. Los reparten por toda España. Les dan 50 euros, y Cruz Roja ya se anota un inmigrante más para cazar las subvenciones. Ese es el negocio», responde Héctor Gómez.

«Cruz Roja nos ha intentado denunciar varias veces porque no les tratamos como en un hotel, y si alguien intenta agredir, o intenta huir, tenemos que reducirlos. Y a ellos no les parece bien, porque les venden que esto es como un hotel. Y no. Están detenidos y, mientras no estén en libertad, es responsabilidad nuestra en el CATE», continúa el portavoz de Jupol Almería.

Jupol: «Almería ya no es segura»

Muchos de estos inmigrantes, según denuncia este sindicato, traen «miles de euros en efectivo, tabaco y móviles de alta gama». «El día que vengan con un arma, vamos a lamentar una desgracia», se preocupa Héctor Gómez, que considera que «hay gente que prefiere quedarse aquí cumpliendo un delito de sangre que ir a su país que le están esperando para la pena de muerte. Y por desgracia en España matar a un policía o a un guardia civil sale muy barato».

Turismo

«Esto es un negocio muy grande, y ahora va a empezar la temporada fuerte de pateras, que es el verano», advierte el portavoz de Jupol Almería. «Justo cuando hay mucho turismo nos vamos a enfrentar otra vez a un problema, y es que no vamos a poder atender a la población porque nos estaremos haciendo cargo de los inmigrantes», continúa.

«Esta gente no huye de ninguna guerra, ni huyen de un Gobierno por motivos religiosos o de orientación sexual»

«Aquí ya ha habido revueltas, agresiones a compañeros, intentos de fuga… Esto va a explotar y a ver a quién pilla por medio. La orden del Ministerio de Interior es taparlo todo, y que no trascienda», explica Héctor Gómez, que considera que «Almería ya no es segura». «Con la inmigración ilegal hay un problema muy grande», concluye.