Un joven de 19 años se entrega a la Policía y confiesa el asesinato en las Tres Mil Viviendas de Sevilla

La Policía Nacional ha detenido a un joven de 19 años como presunto autor de la muerte de un hombre este pasado martes en las Tres Mil Viviendas de Sevilla. El joven acudió este miércoles a una comisaría de la capital y confesó los hechos. La víctima, de 34 años, murió apuñalado.

La conflictiva barriada sevillana, la más pobre de España según el INE, ha vuelto a copar titulares esta semana por delitos de sangre. El martes de madrugada, sobre las 2:20 horas, el 112 recibía una alerta que informaba de un hombre herido en la calle Cántico del Polígono Sur, junto a unos antiguos locales comerciales. En la llamada se advertía de que la persona se estaba desangrando, tendida en el suelo, al parecer tras una agresión con arma blanca.

El 112 movilizó a la Policía Nacional, la Policía Local y el 061, aunque la víctima fue trasladada por familiares y vecinos al Virgen del Rocío antes de que llegara la ambulancia. El hombre falleció en el hospital.

La víctima contaba con antecedentes por distintos delitos y pertenecía a una familia conocida como los Jilios, vinculada al clan de los Caracoleños, un grupo de familias gitanas que llegó al Polígono Sur hace más de 20 años procedentes del desaparecido asentamiento chabolista de Los Bermejales, según informa Diario de Sevilla.

Fuentes policiales han confirmado que el joven que se ha personado voluntariamente en comisaría ya estaba identificado por la Policía por su presunta relación con el crimen. Todo apunta a que ha actuado por temor a represalias de la familia de la víctima. Tras prestar declaración, quedó detenido y se encuentra a la espera de pasar a disposición judicial.

La Policía Nacional mantiene abierta la investigación para esclarecer todos los detalles de este nuevo suceso violento en las Tres Mil Viviendas, que el verano pasado ya fue escenario de un doble crimen (un padre y su hijo fueron apuñalados, tiroteados y atropellados).

Meses después, en octubre, se registró un tiroteo con armas de guerra que dejó una poderosa imagen: balas trazadoras cruzando el cielo de Sevilla. La Policía desplegó a cientos de agentes y realizó macrorredadas durante días en busca de armas y droga. Hubo más de una decena de detenidos.