Claves para las enfermedades CVRM: prevención primaria, diagnóstico precoz y equipos multidisciplinares

Claves para las enfermedades CVRM: prevención primaria, diagnóstico precoz y equipos multidisciplinares

En España, más del 20% de los pacientes con enfermedad renal crónica tienen comorbilidad de las tres enfermedades (enfermedad renal crónica, diabetes tipo 2 e insuficiencia cardiaca), conocidos como pacientes CVRM1. Estas tres patologías –diabetes, problemas cardiovasculares y enfermedad renal crónica– pueden darse por separado, pero también, a menudo, pueden estar íntimamente relacionadas entre sí2. En este caso, es importante conocer que el empeoramiento de una de ellas puede afectar negativamente en las demás, ya que pueden tener un efecto dominó.

Por eso, es imprescindible, según los especialistas consultados, que los pacientes con patologías CVRM tengan una atención clínica multidisciplinar en sus centros médico-hospitalarios, así como tener en su mano todas las opciones terapéuticas disponibles con eficacia probada en el paciente.

El Dr. Emilio Sánchez, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital de Cabueñes, en Asturias, explica que los pacientes CVRM, al compartir factores de riesgo, «deben tener un abordaje multidisciplinar, contando con todas las especialidades implicadas». Es por ello, argumenta, que «se están creando unidades cardio-renales o cardio-reno-metabólicas a nivel nacional con resultados muy satisfactorios, tanto para los profesionales como los pacientes».

Por su parte, el Dr. José Ignacio Ferreira, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, también destaca que «la visión de diferentes profesionales resulta crucial». Para el especialista, una figura clave es la enfermería, «cuya intervención permite la optimización farmacológica y el autoconocimiento de la patología por parte del propio paciente y la familia».

Diagnóstico y tratamiento precoz

Además del uso de este modelo transversal de atención al paciente, los especialistas también defienden la importancia de hacer un diagnóstico temprano cuando hablamos de pacientes con patologías CVRM. «El diagnóstico y tratamiento precoz es fundamental para reducir el riesgo de sufrir un evento, acabar hospitalizado o fallecer», apunta el Dr. Sánchez.

Y es que debemos tener en cuenta que más del 40% de los pacientes con insuficiencia cardiaca tienen también enfermedad renal crónica3. Otro dato importante es que las hospitalizaciones por eventos cardiovasculares, sobre todo las debidas a episodios de insuficiencia cardiaca, suponen el 77,1% del gasto sanitario en Enfermedad Renal Crónica (ERC)4.

Por su parte, el Dr. Rafael Simó, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, destaca que ante este escenario «el reto principal es diseñar e implementar protocolos que permitan la identificación precoz de los pacientes que tienen mayor riesgo para desarrollar el síndrome CVRM».

Y es que, cree, y así lo expone, que un diagnóstico temprano es esencial para el paciente y también para la eficiencia del sistema sanitario. «En los estadios iniciales la optimización del tratamiento será mucho más coste-efectiva, ya que retrasa en gran medida la progresión de la enfermedad y evitará llegar a situaciones terminales de insuficiencia cardíaca o renal que requieren de atención especializada que son más caras para nuestro sistema», añade.

Tratamientos terapéuticos avanzados

Sobre la existencia de tratamientos terapéuticos para tratar las patologías CVRM, el Dr. Sánchez defiende que «los más avanzados, por ser el más coste-eficiente, es la prevención primaria». Pero, además, argumenta que «es fundamental que se lleven a cabo políticas de prevención de este tipo de enfermedad» y también «es importante que haya responsabilidad de los ciudadanos en el autocuidado y el cumplimiento de estilos de vida saludables –no fumar, hacer ejercicio físico, evitar la obesidad, comer con poca sal, etc.–».

En esta línea, el Dr. Ferreira añade la importancia de que haya presencia en la atención primaria de especialistas que también pueden aportar una visión global en el tratamiento de este tipo de patologías. «No debemos olvidar el papel de otros profesionales, como nutricionistas, fisioterapeutas o psicólogos, cuya implementación todavía dista de ser una realidad en la actualidad en la mayoría de los centros pero que resultarían de gran ayuda».

El Dr. Simó subraya, además, que las mejores armas para el tratamiento de los pacientes con patologías CVRM son «la optimización del control de la diabetes a través de herramientas como la monitorización continua de glucosa, nuevas insulinas y sistemas de administración5”.

Eficiencia económico-sanitaria

Además de estos controles de las CVRM, el Dr. Ferreira expone que en los últimos años ha habido «una explosión farmacológica que ha demostrado un beneficio cardio-reno-metabólico, tanto en términos de reingreso como en mortalidad2,5», concluye.

Y es que, apunta el Dr. Sánchez, el avance de los tratamientos disponibles «son positivos para los pacientes y también para el Sistema Nacional de Salud, un espacio donde estos fármacos salen muy bien parados, desde el punto de vista coste-eficiencia», ya que gracias a ellos «podríamos llegar a reducir el sufrir infartos, ictus, amputaciones, entre otros, y podríamos frenar la progresión de la enfermedad renal y llegar a necesitar un trasplante renal».

Todo ello, añade el Dr. Sánchez, pasado por el tamiz de la prevención y el control en atención primaria y el uso de fármacos adecuados, «podríamos reducir las hospitalizaciones, elevar la calidad de vida, discapacidad y dependencia, desencadenando el gasto sanitario».

«En un primer momento, la incorporación de nuevos fármacos puede parecer que encarecen la receta farmacéutica de estos pacientes CVRM; sin embargo, el efecto beneficioso de los mismos acabaría repercutiendo en el pronóstico y reduciendo las visitas a urgencias», termina el Dr. Ferreira.

 

 

Referencias

1.- Escobar C et al. Epidemiología, perfil clínico, manejo y riesgo de complicaciones a 2 años en pacientes con enfermedad renal crónica en España. Nefrología 2021; 41 (6): 670-88. https://doi.org/10.1016/j.nefroe.2022.01.008

2.- Marx N et al. Heart failure with reduced ejection fraction and the intersection of cardio-renal-metabolic medicine #CaReMe, European Heart Journal Supplements 2022; 24 (L), L29–L37. Disponible en: https://doi.org/10.1093/eurheartjsupp/suac114

3.- Banerjee D et al. Management of Heart Failure Patient with CKD. CJASN 2021; 16 (7): 1131-9 DOI: 10.2215/CJN.14180920Escobar C, et al. Costs and healthcare utilisation of patients with chronic kidney disease in Spain. BMC Health Serv Res. 2021 Jun 1;21(1):536. doi: 10.1186/s12913-021-06566-2. PMID: 34074269; PMCID: PMC8167969.

4.- Sodium-glucose cotransporter protein-2 (SGLT-2) inhibitors and glucagon-like peptide-1 (GLP-1) receptor agonists for type 2 diabetes: systematic review and network meta-analysis of randomised controlled trials. BMJ 2021; 372: m4573  doi: https://doi.org/10.1136/bmj.m4573 

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