Cada vez que quieran robarte la bici, con este candado se lo pensarán dos veces

Cada vez que quieran robarte la bici, con este candado se lo pensarán dos veces
skunk

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Uno de los mayores riesgos a los que se exponen las bicicletas cuando las dejamos aparcadas en la calle es el robo. Por mucho candado que pongamos, no siempre resulta suficiente para evitar a los amigos de lo ajeno. Sin embargo, con Skunk lock, cada vez que quieran robarte la bici los cacos se lo pensarán dos veces.

Se trata de un candado que provoca vómitos debido al mal olor que desprende a modo de espray cuando intentan romperlo. Uno de los creadores de este artículo, Daniel Idzkowski, asegura a ‘The Guardian’, aseguraba que la idea le surgió después de estar harto que los continuos robos. Explica que en realidad todo fue motivado por el robo que sufrió un amigo cuando dejó estacionada su bicicleta eléctrica para irse a comer. Al regresar ya no la tenía. Incluso hace mención de ciclistas que habían empleados hasta dos cerraduras para que les resultase más complicado el proceso a los cacos, pero ni así.

Entiende que con las herramientas que existen en el mercado cualquier ladrón podría romper una cerradura o un candado en cuestión de segundos. La cerradura creada por Idzkowski en compañía de Yves Perrenoud tiene una forma de U de acero y carbono. También cuenta con una cámara hueca para conservar uno de los tres gases a presión. El funcionamiento resulta bien sencillo, ya que cuando alguien corta en torno a un tercio de la cerradura el gas sale en dirección del corte, provocando al amigo de lo ajeno dificultades para respirar y ganas de vomitar.

Son unos síntomas bastante parecidos a los que tiene el spray de pimienta, pero también se llega a adherir a la ropa y al cuerpo. De momento se han realizado experimentos entre ellos y con voluntarios a una distancia de medio metro, pero la verdadera respuesta llegará cuando lo pruebe un ladro de verdad. Este gas cumple con las normativas y resulta legal, como añaden los inventores. Está pensado para cumplir con las reglas de los principales países del mundo, entre los que se encuentran los de la Unión Europea.

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