¿Quién ronca más: los hombres o las mujeres?

Tanto hombres como mujeres roncan por las noches, pero ¿quién ronca más de los dos? Al parecer ellos, y lo hacen el doble debido a varias causas. En primer lugar por las alteraciones craneofaciales, como puede ser tener una mandíbula hacia atrás o un cuello más corto o grueso; de la vía área superior, como contar con una lengua o paladar grandes; exceso de peso o alteraciones nasales. Son algunas de las explicaciones facilitadas por Eduard Esteller, presidente de la Comisión de Roncopatía y Trastornos del Sueño de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello.

Una de las mayores causas de este problema, sobre todo para las personas que duermen al lado, es el sobrepeso. Apunta que un 80% de las personas con roncopatía presentan obesidad. Esto es así debido a la disminución del calibre de la vía aérea superior, un aumento de grasa entre las fibras musculares de los músculos responsables de conservar la vía abierta y una disminución de los reflejos que se ocupan de conseguir que no haya un cierre de dicho canal.

En muchas ocasiones suele rebajarse la intensidad de los ronquidos perdiendo algo de peso. Para reducir este problema aconsejan suprimir el consumo de bebidas alcohólicas, evitar ansiolíticos, hipnóticos y sedantes, descansar al menos ocho horas al día y no dormir en posición supina, entre otras cosas.

No se le suele prestar demasiada trascendencia a los ronquidos porque se aprecian únicamente como un ruido molesto, pero el problema es más complejo. Una investigación que aparece en ‘The Laryngoscope’ encuentra vinculación entre la intensidad de los ronquidos con la somnolencia excesiva a lo largo del día, resultando más preocupante en el caso de los hombres. Esto además puede originar una desestructuración del sueño y disminución de la oxigenación por la noche.

Todo ello puede provocar un descenso en la calidad de vida de las personas, habiendo más posibilidades de alteraciones cardiovasculares como infartos cerebrales, embolias, hipertensión, reducción del rendimiento, problemas de concentración, irritabilidad y mayor riesgo de accidentes tanto en el hogar como en el trabajo.

Si aprecias que alguien de tu entorno presenta ronquidos muy fuertes y entrecortados, que van unidos a somnolencia diurna y a excesivo cansancio y falta de concentración, lo mejor es que se ponga en manos de un médico para que realice un diagnóstico.