Naturaleza

La sierra de Almijara entre Granada y Málaga esconde unas piscinas naturales de aguas cristalinas

Piscina natural
Piscina natural.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama forman un paraje impresionante que fue declarado Parque Natural en 1999, y se pueden visitar desde pueblos cercanos. Este parque ocho municipios de la provincia de Málaga, todos ellos situados en la comarca de la Axarquía: Alcaucín, Canillas de Aceituno, Canillas de Albaida, Cómpeta, Frigiliana, Nerja, Salares y Sedella. El punto culminante de este parque es La Maroma, que se eleva a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar. Desde su cima, se pueden disfrutar de las vistas más espectaculares de la Costa del Sol, donde el mar Mediterráneo se encuentra con la exuberante naturaleza de la región. El terreno de estas sierras está predominantemente compuesto por mármol local, lo que le da a la zona sus característicos tonos blancos y grises. Gracias a su relieve escarpado, este lugar es ideal para los entusiastas del barranquismo y los amantes del senderismo.

Inmerso en el Parque Natural Sierra de Tejeda, Almijara y Alhama, el barranco del Río Verde marca la divisoria natural entre las provincias de Granada y Málaga. Acceder a este enclave no es complicado, pero requiere atravesar una finca privada, lo que implica un control de acceso. Las pozas del Río Verde, flanqueadas por imponentes paredes calizas y rodeadas de una exuberante vegetación, son uno de los tesoros ocultos de Andalucía. Este rincón se ha convertido en un paraíso tanto para los senderistas como para los aficionados al barranquismo, atrayendo también a familias que buscan disfrutar de un día de campo.

Sierra de Almijara, un paraíso natural

Río Verde es conocido por sus pozas de color esmeralda, puentes colgantes, cañones de piedra caliza y una naturaleza en estado salvaje. Este lugar, ideal para soñar con un verano eterno, se encuentra en Otívar, a media hora al norte de Almuñécar, en la Costa Tropical de Granada.

Con apenas 1.000 habitantes, Otívar guarda un secreto natural bien protegido entre las curvas de la A-4050, conocida como Carretera de la Cabra. Un paseo por una pista forestal en el Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama revela este tesoro. El lugar impresiona desde el primer momento, invitando a quedarse para siempre.

La primera sorpresa es una poza de agua clara y fresca, donde una cascada cruza bajo un puente colgante. Este paisaje, aunque recuerda a destinos tropicales, se encuentra en pleno corazón de Andalucía. Rodeado de naturaleza exuberante y paisajes que evocan a Los Alpes, Río Verde ofrece la oportunidad de nadar, relajarse y desconectar de la rutina. Antes de atravesar el puente, al descender por el margen izquierdo, hay una poza de un azul turquesa intenso alimentada por un pequeño salto de agua. Este lugar, accesible y bonito, es popular entre las familias para disfrutar de un día de campo los fines de semana.

Aunque resulta tentador quedarse, el recorrido continúa por un sendero que asciende entre romero,, brezo y pequeños matorrales de boj. El camino cuenta con varios miradores que ofrecen vistas similares a las de los Picos de Europa, con rocas calizas y densos bosques de pinos. Tras unos 20 minutos, el sendero desciende nuevamente hacia el río, ofreciendo nuevas oportunidades para refrescarse en pozas y olvidarse del mundo exterior.

Bajo el segundo puente colgante, una gran piscina natural invita a saltar al agua. Este rincón, rodeado de rocas, es ideal para descansar, comer y disfrutar de un refrescante chapuzón. Cada momento en Río Verde es para disfrutar. Caminando con calma, se puede admirar un paisaje que enamora. La recta final de la ruta, tras la segunda pasarela, está llena de pozas. La experiencia finaliza con una cascada de unos 15 metros, cuyo sonido y fuerza permiten desconectar completamente del mundo.

Otívar se presenta como un destino ideal para perderse y disfrutar de una perfecta combinación de naturaleza, autenticidad y tradición. Sus calles típicas andaluzas, con casas blancas, rejas negras y macetas florecidas, proporcionan un toque rústico que fascina a los amantes del turismo rural.

La Iglesia de San José, de estilo mudéjar y construida en el siglo XVI, destaca por su interior con armadura de madera y figuras policromadas que representan escenas religiosas. En el altar principal, un Cristo crucificado está flanqueado por imágenes de la Inmaculada Concepción y San José.

El Palacete de Cázulas o la Casa de la Marquesa, que fue originalmente una alquería musulmana, se convirtió en una residencia señorial y hoy funciona como casa rural. Combina historia y confort en un entorno rural encantador.

La Junta de los Ríos, un paraje natural donde confluyen los ríos Verde y Blanco, es ideal para el senderismo. Las rutas permiten a los visitantes disfrutar de la belleza natural y la pureza del entorno.

En definitiva, éste es un lugar donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor, con paisajes que invitan al disfrute y al relax.

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