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El santuario natural de España que tienes que visitar una vez en la vida según ‘National Geographic’

Santuario natural de España
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cataluña es una tierra llena de secretos y paisajes que cautivan a quienes se adentran en su belleza. Si bien los destinos más conocidos atraen la atención de miles de turistas, la región también esconde rincones secretos con un encanto único. El Jardín Botánico Marimurtra, situado en Blanes, en la Costa Brava, es uno de esos lugares que, aunque no siempre está en el radar de los viajeros, se ha ganado un lugar de honor entre los imprescindibles de la región. Este jardín, considerado el santuario natural de España, es una muestra de pasión y dedicación por parte de su creador, Carl Faust.

Lo que convierte al Jardín Botánico Marimurtra en una auténtica maravilla natural, además de su innegable belleza, es su historia. Desde su creación en 1924 hasta la actualidad, ha resistido el paso del tiempo, las adversidades y hasta los conflictos bélicos, convirtiéndose en un legado que sigue vivo gracias al esfuerzo de sus cuidadores y a la entrada de los turistas que, año tras año, visitan este rincón privilegiado. Este jardín, con vistas al Mediterráneo, es mucho más que un simple paseo entre plantas; es un viaje por diferentes continentes, por la historia de su creador y por un paisaje que parece sacado de una postal.

Jardín Botánico Marimurtra, el santuario natural de España

El Jardín Botánico Marimurtra tiene una historia única que comienza con la pasión de un hombre: Carl Faust. Nacido en Alemania, Faust llegó a Cataluña con un profundo interés por las ciencias naturales. En 1924, decidió crear un jardín que no solo fuera una muestra de su amor por la botánica, sino también un espacio donde todos pudieran experimentar la magia de la naturaleza en su máxima expresión. Sin ningún tipo de ayuda oficial, Faust dedicó años de su vida a diseñar y cuidar cada rincón de este jardín, convirtiéndolo en un paraíso vegetal.

Este espacio fue concebido como un refugio tanto para el creador como para cualquier amante de la naturaleza. Su ubicación, en lo alto de un acantilado, le otorgó una vista privilegiada del Mediterráneo, lo que añadió aún más encanto a su proyecto. A lo largo de los años, el jardín se ha mantenido gracias a los ingresos de los visitantes, lo que le ha permitido subsistir a pesar de las dificultades, como las sequías o los problemas de conservación que afectan a muchos jardines botánicos del mundo. El esfuerzo continuo por mantener viva la visión de Faust hace que este jardín sea un verdadero tesoro.

Paseo internacional

Uno de los mayores atractivos del Jardín Botánico Marimurtra es su diversidad de flora, que permite a los visitantes viajar a través de diferentes continentes sin salir de la Costa Brava. Con más de 16 hectáreas de terreno, el jardín alberga más de 4.000 especies de plantas que provienen de todos los rincones del mundo.

Si te apetece sumergirte en un ambiente exótico, puedes perderte en el bosque de bambús, que te transportará al lejano Oriente. En otras zonas, las plantas europeas son las protagonistas, exhibiendo una biodiversidad impresionante que hace que cada paseo por el jardín sea una experiencia única.

Los visitantes también pueden disfrutar de las evocaciones a los paisajes áridos de América o admirar la flora australiana, que le otorgan un carácter internacional a este espacio. Cada rincón del jardín está diseñado para que los viajeros puedan experimentar la naturaleza en su máxima expresión, ya sea contemplando las especies o simplemente disfrutando de la tranquilidad que emana del lugar.

Templo entre flores

El santuario natural de España también es conocido por las dos estructuras arquitectónicas que se encuentran dentro de su terreno: un templo y una escultura. El templo, que se encuentra en lo alto del acantilado, ofrece una vista espectacular del mar Mediterráneo. Ésta pequeña joya arquitectónica fue diseñada para que los visitantes pudieran disfrutar de la belleza del paisaje en un espacio de paz y serenidad.

El nombre del templo, Linneo, no es casual. Linneo, o Carl von Linné, fue un biólogo sueco considerado el padre de la taxonomía moderna, y su figura es un homenaje al conocimiento y al orden natural que Faust tanto valoraba. El templo, con su estilo clásico, es una verdadera representación del respeto hacia la ciencia y la naturaleza. Las escaleras que conducen al templo están adornadas con una flor que, durante la primavera, tiñe de el paisaje de rosa.

Además, el jardín cuenta con un homenaje a Epicurio, el filósofo griego conocido por su escuela de hedonismo, que también tiene su espacio en la arquitectura del lugar. Las escaleras que conducen al templo de Linneo son una alegoría a la búsqueda del conocimiento y el placer, un reflejo de las ideas filosóficas que inspiraron a Faust.

A lo largo de los años, el Jardín Botánico Marimurtra ha logrado ganarse el reconocimiento de la Generalitat de Cataluña, que lo ha declarado Bien de Interés Nacional. Es un lugar lleno de historia, pasión, ciencia y naturaleza.

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