Turismo interior

Este pueblo tiene el mejor restaurante de carretera de España, y pocos saben que sale varias veces en El Quijote

Mejores restaurantes de carretera de España
Plaza de la Constitución de Puerto Lápice. Foto: Takashi kurita en Wikimedia Commons.

A lo largo de Castilla-La Mancha, entre llanuras rojizas y suaves cerros, se esconde una localidad que aparece varias veces en El Quijote y que, al mismo tiempo, está agraciado con uno de los mejores restaurantes de carretera de España, según la valoración de quienes han tenido la suerte de descubrirlo.

Lo singular es que pocos lo asocian con la literatura y menos aún con la gastronomía. Su nombre resuena en la novela de Cervantes, pero sus platos se ganan el lugar por derecho propio en una lista de paradas obligadas para los que recorren la península por la Autovía del Sur.

¿Cuál es el pueblo que aparece en El Quijote y tiene uno de los mejores restaurantes de carretera de España?

Toca hablar en esta ocasión de Puerto Lápice, que no destaca por su tamaño ni por la densidad de su población, pero guarda una relación ineludible con la obra más célebre de la literatura en lengua española.

Puerto Lápice está situado en la provincia de Ciudad Real, en el límite sureste de los Montes de Toledo. La localidad, que cuenta con menos de mil habitantes, es atravesada por la Autovía del Sur (A-4), lo que la convierte en punto de paso para transportistas, turistas y locales que cruzan La Mancha.

Cervantes lo menciona varias veces en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, vinculando para siempre su nombre al universo del caballero andante.

Su localización, justo en el paso natural entre los Montes de Toledo y el Campo de San Juan, le otorgó históricamente una función estratégica: parada de viajeros y arrieros en ventas tradicionales que aún hoy sobreviven.

En tanto, la fisonomía del pueblo, sus casas encaladas y su arquitectura manchega, refuerzan esa identidad anclada en la historia. Entre todo esto, se alza un restaurante que, sin grandes pretensiones, se consolidó como uno de los mejores restaurantes de carretera de España.

¿En qué parte de El Quijote aparece Puerto Lápice?

La mención a Puerto Lápice en El Quijote no es circunstancial. Miguel de Cervantes lo sitúa como el escenario de una de las primeras aventuras del hidalgo. En el capítulo II de la obra, el protagonista se dirige hacia este lugar con Sancho Panza, convencido de que allí se topará con las aventuras que tanto desea vivir.

Además, el escritor Azorín, en La ruta de Don Quijote publicada en El Imparcial en 1905, dedica un capítulo entero al paso por Puerto Lápice.

Describe el paisaje, la disposición de las viviendas, el color de la tierra, y la antigua venta que aún se recuerda como escenario de los encuentros literarios.

Uno de los mejores restaurantes de carretera de España se encuentra en Puerto Lápice

En este contexto histórico y cultural se ubica El Aprisco, un restaurante que ocupa el lugar de una antigua quesería. El establecimiento, reconvertido en punto de parada para viajeros, mantiene la estructura tradicional de una venta manchega.

Las especialidades del Aprisco reflejan la cocina de aprovechamiento y la tradición pastoril de la zona:

  • Migas de pastor: elaboradas con pan duro y productos básicos, fueron el sustento diario de quienes trabajaban en el campo.
  • Queso frito: preparado con queso manchego de oveja a la plancha, es uno de los platos más demandados por quienes recuerdan cómo lo preparaban sus abuelas.
  • Gachas manchegas: plato típico de invierno, elaborado con harina de almorta y aceite. Muy consumido durante la temporada de recogida de aceituna.

El local también dispone de una amplia terraza, un chozo manchego reconstruido, aparcamiento para camiones y viajeros, y conexión Wifi. Elementos que lo convierten en un lugar funcional para quienes transitan por la A-4, pero que no le restan fidelidad a sus raíces.

¿Qué más se puede visitar y ver en Puerto Lápice?

La Plaza de la Constitución, que figura en la imagen destacada, es otro de los puntos destacados del pueblo. De estructura rectangular y con soportales de madera pintados en color almagre, representa fielmente la arquitectura manchega tradicional.

En este marco, la plaza y sus alrededores han sido restaurados manteniendo la estética de época, en consonancia con la ambientación que se deduce de las páginas cervantinas.

Y por último, en las afueras del municipio, el cerro de La Sierrecilla alberga dos molinos de viento restaurados, que no solo adornan el paisaje, sino que reafirman su vínculo con la iconografía de Don Quijote.

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