Monumentos prehistóricos

Este monumento megalítico extremeño es más antiguo que las pirámides y 2000 años anterior a Stonehenge

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Dolmen de Guadalperal. Foto: Pleonr en Wikimedia Commons.

En la provincia de Cáceres, un monumento megalítico extremeño permanece oculto la mayor parte del tiempo bajo las aguas de un embalse. Sin embargo, en épocas de sequía, sus estructuras de piedra emergen, revelando un enigma de miles de años de antigüedad.

Se trata de nada más y nada menos que un dolmen, una finalidad funeraria que conocida así en la tipología de enterramientos prehistóricos europeos. Este dolmen, comparable a otros grandes sitios prehistóricos, le sacó el sueño a investigadores y autoridades, que debaten sobre su futuro y conservación.

¿Cuál es el monumento megalítico extremeño que supera en antigüedad a las pirámides y a Stonehenge?

Ni los egipcios ni los británicos pueden superar con sus monumentos en antigüedad a este yacimiento, que fue documentado por primera vez en la década de 1920, cuando un arqueólogo alemán exploró la zona y exhumó sus estructuras principales. Estamos hablando del dolmen de Guadalperal, radicado en la localidad de El Gordo, cerca de Peraleda de la Mata.

Este último es considerado uno de los yacimientos megalíticos más antiguos de la península Ibérica. Su origen se remonta aproximadamente al 4.000 a.C., lo que lo sitúa milenios antes de la construcción de las pirámides de Egipto y 2.000 años antes de Stonehenge.

Se trata de una estructura funeraria construida con grandes lajas de granito dispuestas en vertical, formando una cámara sepulcral y un largo corredor de acceso. Recién en 1925, el arqueólogo Hugo Obermaier exploró la zona y desenterró el conjunto megalítico.

¿Cómo es el dolmen de Guadalperal?

En lo que respecta a su estructura, el dolmen está compuesto por más de 150 ortostatos de granito, con una cámara ovalada de cinco metros de diámetro y un corredor de acceso de más de cinco metros de longitud.

Y no está exento de simbolismo, ya que uno de los menhires presenta grabados que algunos investigadores interpretan como una representación esquemática del río Tajo.

Las excavaciones iniciales permitieron recuperar objetos de ajuar funerario, como hachas, cerámicas y herramientas de sílex, que fueron trasladados a Berlín. Durante las últimas décadas, nuevos estudios han arrojado luz sobre el papel que desempeñó este enclave en el Neolítico y el Calcolítico, posiblemente como centro religioso y económico.

Un monumento megalítico amenazado por el paso del agua y el turismo

El embalse de Valdecañas, construido en 1963, sumergió el dolmen bajo sus aguas. Desde entonces, solo ha quedado visible en contadas ocasiones, cuando los niveles del agua descienden de manera drástica. Lo negativo, en este sentido, es que la exposición cíclica al agua y la erosión han afectado la estabilidad de las piedras.

Consecuentemente, en los últimos años, la persistente sequía ha permitido observar el monumento en su totalidad, generando un creciente interés turístico y científico. La afluencia de visitantes no controlados representa un riesgo para la integridad del yacimiento.

Mientras algunos expertos proponen trasladarlo a un lugar seguro, otros defienden su permanencia en su ubicación original. El Ministerio de Cultura y la Junta de Extremadura han descartado, por el momento, su traslado, ya que los arqueólogos advierten que el desplazamiento podría causar daños irreversibles.

Su valor arqueológico es incuestionable, pero su futuro sigue siendo incierto. La declaración como Bien de Interés Cultural en 2022 supuso un paso importante para su protección. Para la tranquilidad de la comunidad aficionada a estos hallazgos, se están llevando a cabo labores de documentación y estabilización.

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